Racing With You. [Completa]

Capítulo Veintiuno.

Hola gente hermosa, solo quería decirles eso, que son hermosos y hermosas <3

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Dietrich.

—Entonces la hermosa chica pelirroja no vino contigo esta vez— Piero suena realmente triste cuando lo dice.

—Si y ese no es tu problema.

—Hierves de celos, Neisser— Mario pasa por mi lado y golpea mi hombro— es por eso que debes tener control sobre tu chica.

—Mario— quito su mano— no tengo ganas de discutir contigo hoy.

Hace una mueca y sigue su camino dejándonos a Piero y a mi solos otra vez.

—Que tipo más desagradable, espero que algún día alguien le dé su merecido.

—Espero eso también.

—Oye, hermano, lo de la chica es solo que me pareció agradable, no creas cosas raras.

—Lo sé, tranquilo— le sonrío— ¿Ya se fue Malcom?

—¿Ese idiota? Si, supongo que debe estar hablando con su novia.

No digo nada respecto a que Holly no es su novia sino su esposa porque ellos no quieren que la prensa se entere aún.

—Cuando tienes novia y la amas no pierdes ningún momento del día para hablar con ella.

Me queda mirando, serio y pensativo. Asiente y mira a otro lado, vaya, esto es nuevo.

—Claro— rasca su cuello— tengo que irme, nos vemos más tarde.

—Adiós.

Raro, Piero no es de actuar así. Supongo que tengo que averiguar que pasa pero por hoy lo dejaré pasar, no tengo tiempo que perder.

Camino lo más rápido hasta mi habitación del hotel, casi desesperado por llegar y lanzarme a la cama.

Y es exactamente lo que hago luego de una ducha refrescante.

Luego busco mi celular para llamar a Apple. A esta hora ya debería estar despierta y lo confirmo cuando contesta la video llamada.

—Benditos los ojos que te ven.

—Gracioso, desearía que me vieras en vivo y en directo, en ese caso tus benditos ojos me mirarían y tus benditas manos me tocarían.

—También me alegro de verte— susurro sonriendo— te ves cansada.

—Lo estoy, llegué hace dos horas y no he querido salir del hotel.

—¿Irás mañana a ver a tu familia?

—Es lo que quiero hacer, no se si hice bien en venir.

—Mañana mismo tomo el avión a Estados Unidos, te extraño.

—También te extraño a ti y a tus encantos de hombre.

Me río y niego con mi rostro. Me quedo un buen rato en silencio admirando su belleza. No lleva ni una pizca de maquillaje y se ve hermosa. Dejémoslo claro, se ve hermosa con o sin maquillaje.

Si me preguntaran qué es lo que más me gusta de Apple diría inmediatamente que no tengo respuesta. No se si es el color de sus ojos o el color de su pelo, sus pecas, esa sonrisa que me mata cada vez que me ve, sus curvas, su personalidad, su sentido del humor.

No. No sabría qué decir. Ella completa me gusta y no sé en qué momento el sentimiento se hizo tan grande.

También se que estoy locamente enamorado de ella. Solo hace falta que alguien diga su nombre para que mi respiración falle.