Demente

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—¡Responde!

Quien ante mis anonadados ojos era Party, pegó el cañón a mi frente, mientras yo solo era capaz de balbucear sílabas sin sentido porque no conseguía comprender qué rayos pasaba. ¿Qué mierda era todo esto? ¿En verdad era él? Volví a dudarlo por un instante, pero su mirada —llena de furia, vale decir— era algo que podía reconocer a pesar de todo el tiempo que había transcurrido sin verla. Era ÉL, mis ojos y mi corazón estaban de acuerdo en ello, sin embargo no podía comprender su reacción al verme.

Honestamente nunca imaginé la posibilidad de volver a encontrarnos, ni siquiera cuando Dr. D.me salió con sus suposiciones; pero si lo hubiese hecho, probablemente hubiese sido algo sacado de una novela, con un abrazo y un beso, un «te amo» o «te extrañé», pero jamás, jamás, se me hubiera pasado por la cabeza una amenaza de muerte. 

—P-pero q-qué...

—¡Responde!—insistió.

Era una locura, mas no sabía por parte de quién. ¿Estaba delirando producto de mi caminata por la Zona 7, o acaso él había perdido el juicio?

—¡Soy yo!—grité cuando logré juntar un par de neuronas.

—No estás respondiendo mi pregunta.

Pero todo parecía indicar que el problema era él.

—Yo soy Melanie.

—¡Mientes!

Quedé boquiabierta, ¿tan diferente me veía luego de diez años? No, imposible, él también se veía diferente pero de todos modos lo reconocí en un instante. Esto era otro nivel de de locura.

—¿QUÉ?

—¿Qué le hiciste a Mel? ¡¿Por qué tienes sus cosas?!

Era un completo demente, pero ¿cómo?.

De repente, las palabras de La Directora me cayeron como un rayo de iluminación: «Desearía haberte devuelto sus cadáveres, pero siendo honesta, eran buen material para ser Draculoids». ¿Es que acaso...?

—Porque soy yo.

—¿Me quieres volver loco?

—¿Qué demonios te pasa?—dije desesperada.

—¿Quién te envió?—insistió.

—Pero, ¿qué mie-?

Party apretó con fuerza el arma en mi frente, mientras que por mi parte me deshacía de histeria.

—¡Responde!

—Yo soy Melanie, ¡maldito idiota!

—Pruébalo—se alejó unos pasos, aún apuntándome, listo para matarme si es que de mi boca salía una combinación de palabras incorrecta.

¿Era posible que me hubiera olvidado? De ser así todo apuntaba a que había perdido la memoria. ¿Cómo? Además, por algún extraño motivo recordaba mi nombre y logró reconocer mi máscara, ¿por qué mi cara parecía haberse borrado de su cabeza? ¿Qué mierda le hicieron en B.L.I.? ¿Freírle el cerebro con radiación?

No. Había una encrucijada aún más grande: ¿cómo había logrado quitarse la máscara y traer su alma de vuelta? Quizá en ese momento perdió la cabeza. Eso también explicaba el hecho de que se había quedado deambulando en la Zona 7 y no hubiese intentado volver en busca de la gente que conocía.

Mi mente estaba funcionando a mil por hora, creando teorías, buscando razones para la aparente demencia de Party; y en paralelo sentía mi corazón romperse al darme cuenta que si bien lo había logrado encontrar vivo no era la misma persona que recordaba.  

The Future is Bulletproof || Gerard Way Danger DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora