『13』

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— Llegamos— avisó San antes de salir por la puerta del auto. Yeosang soltó aire, desganado, e imitó a su amigo.

Caminaron por el jardín delantero de aquella casa. El castaño frunció un poco el ceño; estaban afuera pero aún podían escuchar claramente la música fuerte que provenía del interior. Ni si quiera había entrado y ya se había llevado una mala impresión. Se repitió a sí mismo que si estaba ahí, era por Choi. Este último había mostrado tener muchas ganas de asistir a la fiesta, pero no quería ir solo.

Su amigo abrió la puerta del lugar y al instante fueron recibidos por numerosas luces de colores. Yeosang tuvo que entrecerrar los ojos hasta acostumbrarse.

— ¡Chicos!— saludó felizmente Hyunjin mientras se acercaba a ellos. Era un compañero de clase con el que solían hablar en ciertas ocasiones.

— Hey— saludó amigablemente San. Kang tambien saludó, solo que con un leve movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa.

— Creí que no vendrían— admitió el más alto pasando su brazo por los hombros de ambos recién llegados.

— No podríamos perdernos tu fiesta— responde Choi bastante animado.

Sí que podría, pensó Yeosang. Sin embargo hizo un esfuerzo por hacer su mejor cara y no verse como un aguafiestas. No era culpa de Hyunjin ni de San que él estuviera de mal humor, por lo que trataría de verse lo más entretenido posible cuando estuviera cerca de ellos.

— Pueden encontrar una bebida allí si quieren— señaló Hyunjin una mesa en la esquina con numerosos vasos—. Y si me disculpan, tengo que irme, los veo luego— se despidió dándoles palmadas en la espalda antes de ir a recibir a nuevas personas que habían llegado.

Se dispusieron a buscar una bebida, pero el camino fue increíblemente eterno para el castaño. Su amigo, quien lo acompañaba, era una persona muy sociable. Probablemente conocía a todos en esa fiesta, por lo que al dar un solo paso se encontraba con alguien y se distraía charlando. Era incómodo para Kang que sucediera eso, pues él no podía hacer más que mantenerse en silencio y esperar, con ganas de que la tierra lo tragase, mientras San bromeaba animadamente con los demás.

Empezó a sentirse pequeño al estar rodeado de tantas personas y desconocer a todas. Las fiestas no eran lo suyo. Recordó cuando, con Seonghwa, evitaban todo ese tipo de eventos y se reunían para tener una maratón de películas o jugar algo. Una sonrisa se dibujó en su rostro pero rápidamente se borró.

Estuvo más que agradecido cuando finalmente lograron llegar a la mesa de las bebidas. Realmente no quería nada con alcohol, lo detestaba y se lo dejó muy claro a su amigo, quien buscó un vaso con refresco y se lo acercó. Yeosang lo tomó con su mano y, a pesar de confiar en el más alto, lo olió; efectivamente, estaba libre de alcohol.

San tiró de su brazo para que no se quedara atrás y empezaron a avanzar nuevamente entre el gentío.

— ¿Sabes algo de Seonghwa?— preguntó su amigo con curiosidad.

— No— respondió rápidamente. No sabía ni si quiera si Park había asistido a la fiesta.

Pocos segundos después, Choi divisó a algunos de sus amigos del equipo de béisbol y sonrió en grande.

— ¿Te molesta si vamos con ellos?— le preguntó a Yeosang. Este terminó por encogerse de hombros sin mucho interés.

Realmente no le molestaba, pero tampoco le agradaba por completo. De igual manera, no puso ningún tipo de objeción cuando caminaron hasta el grupo.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐅𝐀𝐊𝐈𝐍𝐆 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora