『14』

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Seonghwa estaba empezando a frustrarse.

Por fin había encontrado a Eunbi. Tuvo la oportunidad perfecta para coquetearle a la chica, abrazándola cariñosamente por los hombros y mirándola de la manera más dulce que pudo, y él lo hizo, pero realmente... No sintió nada.

Ya no era como antes. Charlar con ella era sumamente agradable, sí, pero aquellas mariposas en el estómago que eran tan comunes al verla ya no hacían presencia. Numerosas veces deseó tener la confianza para acercarse a la pelirroja como más que un amigo o conocido, y ahora que empezaba a intentarlo no lograba comprender por qué se sentía tan raro, en un mal sentido. Era como si se estuviera forzando a sí mismo a hacer todo eso.

Miró a lo lejos a Yeosang, quien se mantenía sentado aquel sofá y distraído con su teléfono. Sabía que el menor no la estaba pasando de la mejor forma en aquella aburrida fiesta. Debía admitir que él tampoco. Pensó en ir con él y acompañarlo, pero vio a San acercándose con sus compañeros del equipo por lo que supuso que no sería necesario hacer nada.

Suspiró y puso nuevamente sus ojos en Eunbi. La muchacha se encontraba también ida en sus pensamientos, mirando con una mueca de desagrado el vaso con bebida en sus manos. Odiaba el alcohol.

Park soltó un soplido y decidió hacer su último movimiento. Colocó su mano en el hombro de la mayor, llamando la atención de esta, quien se volteó a verlo. Dudó, pero se acercó un poco al rostro de la chica. Esta última quedó completamente congelada en su lugar, con los ojos bien abiertos. En algún punto llego a quedar a pocos centímetros de sus labios, pero no avanzó más. Algo de desesperación lo invadió cuando, nuevamente, no sintió absolutamente nada. No estaba emocionado, tampoco nervioso por tener el atractivo rostro de Kwon tan cerca, ni si quiera surgía el impulso natural de besarla. Fue estresante saber que, lo único que había llegado a sentir, fueron ganas de alejarse.

Así lo hizo, se echó para atrás y se tiró de los cabellos, cerrando los ojos con bastante frustración. La pelirroja lo miraba entre confundida y sorprendida, sin saber exactamente como reaccionar.

¿Acaso no era eso lo que quiso por años? Besar a Eunbi había sido una especie de sueño, pero en ese momento era lo que menos quería hacer y no lograba entender la razón.

— Esto no tiene sentido— dijo Seonghwa para sí mismo mientras negaba repetidas veces con la cabeza.

— ¿Qué fue eso Park?— preguntó la mayor mirándolo con el ceño fruncido.

Aún después de ese momento incómodo, quería contarle con detalle la situación que estaba viviendo a la chica. Ya no tenía nada que perder, además de que la pelirroja merecía una explicación decente.

— Vamos afuera— pidió el pelinegro. Kwon a su lado asintió, aún perdida, pero ansiosa por una respuesta.

Caminaron por la casa hasta llegar a la puerta de esta. Antes de salir, miró hacia el lugar donde anteriormente se encontraba Yeosang. Se le hizo extraño que no estuviera ahí.

El frío de la madrugada golpeó sus rostros. Eunbi se paró firme frente a él y se cruzó de brazos, alzando ambas cejas dándole la indicación de que empezara a hablar.

— ¿Cómo empiezo?— se preguntó Seonghwa ocultando las manos en los bolsillos de su chaqueta, mientras miraba fijamente al suelo tratando de ordenar las ideas en su cabeza—. Tú me gustabas— soltó de repente, sorprendiendo a la chica, sin embargo no le dio tiempo de responder—. Me gustaste por mucho tiempo. Quería llamar tu atención pero no sabía cómo hacerlo, creí que si fingía salir con Yeosang podría, porque ya sabes, eres algo... celosa— dijo con incomodidad y Kwon etrecerró los ojos—. Entonces...

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐅𝐀𝐊𝐈𝐍𝐆 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora