Viejo comienzo. Nuevo proceso (Jack Frost Y Tu)

Capítulo 41: Un simple vals

El camino devuelta al taller fue incómodo, no me atrevía a levantar la mirada de la nieve, veía a mis pies pisarla sin la sensación de frio. Jack levitaba a mi par mientras me acompañaba.

Mi corazón aun latía con fuerza de la pena, no me podía creer que pensara hace unos segundos que podía besar a Jack Frost, que el hubiera sido mi primer beso, que tal ves yo... Ridiculo. Tal ves leí mal las señales, tal ves el no quería ser besado pero de ser asi ¿Por que vi con soslayo sus ojos cerrandose junto a los mios? Aprete mis puños, mis dedos se empezaron a llenar de escarcha. En serio era una idiota, el era mi guardián. Era su deber protegerme, era su deber desviarme de los sentimientos que me hacia sentir mi pesadilla para mantenerme a salvo, no solo para hacerme sonreír y hacerme sentir bien.

Me odie a mi misma por ser una estupida, que se ilusiona con tan solo una señal, una señal que además era falsa. Por mi culpa había complicado las cosas y no desde esta mañana, si no desde que entre a los pasadizos, el de las escaleras y el de la biblioteca y solo decirle a Jack que vi a dos chicos, en ves de contarle sobre la oficina oculta o las demás fotografías, incluso la carta de Katherine. Nunca me disculpé con el sobre eso.

—Escarcha.—Susurró Jack, lo mire unos segundos pero su mirada estaba enfocada en el camino que restaba para entrar al taller.—Hay escarcha en tus dedos.

Deshice mis puños y me puse un guante pero al ponerme el otro vi la pulsera de Nadine y el dijet de diamante de Allie, de mi familia. Otra corazonada paso cuando las recordé en mi sueño luchando por su vida y las de mis padres. Jack pareció leer mis pensamientos por que volvió a hablar.

—Ellos estan bien, los visite esta mañana.

—¿Como supiste que pensaba en eso?—Lo mire con la esperanza de que el me devolviera la mirada. El sin volverse a mi se hinco de hombros, abrió la boca pero dudo unos segundo en hablar, como si acabara de recordar algo.

—A veces las palabras no hacen falta.

Una ves dando un paso dentro del primer piso del taller, me gire hacia Jack pero el se fue volando sin decir adiós, lo mire volar lejos de mi hasta perderse entre las montañas blancas del polo. Exhale el aire contenido en mis pulmones. "No te puedo perder, no de nuevo" habia dicho Jack en mi sueño. Eso me hizo pensar ¿Cuando me perdió por primera ves?

Cuando llegue a mi habitación, vi algo inusual que fue el forro de lo que parecía un vestido que estaba recostado en la silla de la esquina. Arriba de este había una nota, la tome y lei. "El vestido de PRUEBA de hoy, en un rato vendré a arreglarte" La letra era elegante y pronto recordé que era la de Tooth. ¿Cuanto tiempo desde que salí al balcón ha estado esto aquí?

Sin mucha importancia, me lave la cara en el baño y me senté en el tocador cepillando mi cabello, aun parecía raro para mi tener un cabello tan lacio y de un largo hasta las caderas. Mis dijets chocaban entre si por el movimiento que hacía con el cepillo.

Mire el arco negro, el de Jack Black. "El amor es debilidad." Su voz atravesó mi cabeza y luego recorde la imagen de los ojos de azules de Frost tan cerca y profundos, como el cielo.

Como si fuera una ilusión óptica vi a Jack Black por el reflejo del espejo, atrás de mi mirándome a los ojos con una mirada de tristeza, tiempo después hablo como si realmente estuviera a lado mio. "Es una ilusión que se desvanece y después de todo eso... Te quedas sin nada" Sin dejar de verlo, me levante del asiento cuidadosamente para ver si realmente era una ilusión, o solo era yo perdiendo la cabeza, pero justo cuando estaba por girarme y enfrentarlo. Toc, toc, toc. Me gire a la puerta y cuando devolví mis ojos al reflejo Jack Black no estaba, incluso mire atrás de mi, había desaparecido.