Pase horas, incluso días dentro de este cuarto de piedra: sin ventanas, sin luz y peor aun sin ella.
Cada segundo que pasaba gastaba la esperanza de que alguien abriera la puerta para liberarme. Las voces dentro de mi, por fin hablaban con razón. "Nadie te salvará" "Estas solo ahora". Y ellas fueron las que me ayudaron a avanzar.
Examine con detalle las paredes alrededor de mi, el suelo que pisaba y lo único nuevo que encontré fue un puñado de madera esparcida aleatoriamente por el suelo, había sido la bodega antes de que me metieran de nuevo.
En intentos por no quedar loco y en las largas noches llenas insomnio tallaba la madera con el pedazo de piedra que había caído cuando golpee la puerta.
Las voces se apoderan con cada vez mas intensidad. "La dejaste sola" "Tu siempre fuiste el peligro y nunca te diste cuenta" "Apuesto a que ella esta mejor sin ti" las voces se reían, se reían de mi. Eso era cierto, todo eso era cierto. "Tu no vales nada" "Solo eres una copia" "Un monstruo que fue utilizado por su mismo creador" Agarre la pequeña piedra que había caído. "Vamos, hazlo" "Se muy bien que lo estas pensando." "Hazlo... HAZLO" "No mereces cuidar de la princesa." Toque con el filo de la piedra mi muñeca "Hazlo ya" "Tu eres el peligro" "La princesa estaría más segura si solo... murieras." "HAZLO" "Esos brazos son tan inútiles, tal vez en un futuro lleguen a lastimar a la princesa" " Marioneta de Pitch Balck" "Hazlo... ¡HAZLO AHORA!" "¡Hazlo!" Encaje el filo y lo deslice lentamente hacia abajo, no salió sangre. Las voces rieron y se fueron desvaneciendo.
No era un humano, no podía sangrar, pero el dolor se sentía tan real. Al notar que las voces se desvanecieron. Sonreí exhausto. Lo había conseguido, pero yo sabía que no seria por siempre. Se habían ido únicamente por que yo les di lo que querían, Lastimarme. Pero las voces no siempre estaban mal. Yo si era una amenaza para la princesa, yo no debía protegerla, ella debía de protegerse... de mi.
Agarré la piedra con filo de nuevo. Y empecé a tallar un pedazo de tronco grande. Si no tenia poderes, yo tendría que enseñarla a protegerse. Con un arco y unas flechas. La piedra conforme pasaba el tiempo perdió su filo hasta quedar redonda y pequeña.
—Hombre de la luna...—Susurraba con los últimos alientos mientras estaba acostado en el suelo de fría piedra.— Ambos sabemos lo importante que es la princesa del invierno, ella tiene la llave de todo.— ¿El hombre de la luna me estará escuchando de verdad? Me pregunte a mi mismo. Los pocos recuerdos que tenia con la princesa se aproximaron a mi mente. Quería mantener esa sonrisa, quería guardar la foto que le tomaron mis ojos mientras sonreía en mi corazón por siempre.—Déjame ayudarla, déjame verla una vez mas.—Suplique.—Quiero cambiar... Quiero hacer las cosas bien, ya no quiero ser parte de Pitch Black.— Mi voz se apago, tome una bocanada de aire.— Solo te pido una oportunidad.— Mis párpados se hicieron pesados.—Se que me estas escuchando, así que por favor...— Cerré mis ojos.— Por favor...
"Al abrir los ojos me tope con luces diminutas, fruncí el ceño y trate de moverme pero no podía ¿Estaba flotando? Parecía como si estuviera en el espacio. "Hola, Jack Black" Saludo una amable voz en mi cabeza, mire a todos lados tratando de identificar la voz.
—¿Quien eres? ¿Donde estoy?—Espere unos segundos en silencio atento a que contestara.— ¿Como sabes mi nombre? —El silencio le siguió.
Veo algo brillar debajo de mis pies, agacho la mirada y estaba el arco que hice de madera sin cuerda, junto a unas cuantas flechas. Poco a poco empiezan a elevarse hasta quedar a unos metros en frente de mi. "Chico de oscuridad y de gran corazón. Te he escuchado." El arco y las flechas empezaron a brillar más. "Naciste para proteger y te ayudaré." La luz que desprendía el arco y las flechas se volvió insoportable e iba incrementando, cerré mis ojos con fuerza "¡Despierta!" susurró la voz."
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Viejo comienzo. Nuevo proceso (Jack Frost Y Tu)
FanfictionJack Frost y tu. Lo conocí cuando tenía 13, Lo perdí cuando tenía 14, Lo extrañé hasta los 17, Lo olvide a mis casi 18, Y a mis 18 años lo volví a conocer sin saberlo. La luna brilló una vez más dando la orden para detener a Pitch Black y con ello i...