Capítulo 6

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Escuchaba las olas del mar, sentía la brisa en mi rostro, ¿estoy muerta?, aunque esto no es lo que pensé, no hay luz, ni ángeles o nubes, solo obscuridad, no veo nada, creo que estoy en el infierno, estoy muerta y en el infierno, eso me estaba dando pánico, y estaba temblando, no, no lo estaba alguien me movía, entonces escuché una voz, o eran varías, no podía entender lo que me decía, intente abrir los ojos pero la luz era muy deslumbrante he hizo que los cerrara rápidamente, lo intenté de nuevo pero esta vez el dolor no fue tan intenso, pestañee y descubrí que estaba en una playa, seguía en la playa en la que había estacionado, y ahí estaban mis amigas, cuando vieron que habría los ojos comenzaron a llorar de felicidad y me sujetaban fuerte, todas hablaban al uniso, agradecimientos, regaños, insultos, toda clase de comentarios pero no lograba entender nada.

Cuando mi mente se aclaró volví a abrir los ojos, esta vez podía ver perfectamente, la luz ya no me lastimaba, y ahora podía escuchar fuerte y claro lo que me decían, en realidad escuchaba mejor que antes, me concentré lo suficiente y descubrí que podía escuchar a las aves que se veían a lo lejos, agudicé más mi oído y escuche el latir de los corazones de mis amigas -Sam, ¿estás bien?- que si estaba bien, no, no lo estaba, me sentía estupenda, me sentía como, como un vampiro, pero eso no podía ser posible, si fuera un vampiro no podría estar ahí bajo los rayos del sol, yo debería estar muerta, sentí mi muerte, ¿qué había sucedido?

-Sam, ¿estás bien?

-Eso creo, ¿qué sucedió?

-No lo sé, tú estabas gritando y convulsionándote y de repente te desmayaste, creímos que habías muerto, pero entonces vimos que aun respirabas y escuchamos que tu corazón aun latía, estuviste dormida como una hora, ¿te encuentras bien?

-No lo entiendo, yo debería estar muerta, pero no es así, me siento extraña, ¿luzco diferente?

-No, te ves igual, bueno tienes sangre seca en la cara y tus brazos y estás algo despeinada pero fuera eso todo luce igual- dijo Sofía analizándome de arriba hacia abajo

-Sam, si no estás muerta, y es un hecho que no lo estás, quiere decir que tu no cambiaste no?- Lilia lucía confundida, pero que rayos, yo también lo estaba

-Eso sería lo correcto, pero no me siento igual, yo creo que mis sentidos se agudizaron, ven a aquellos pelicanos, puedo escuchar su aleteo desde aquí, y puedo oler perfectamente a aquel pez murto de la orilla, y yo también puedo escuchar el latir de sus corazones

-¿Enserio? y eso ¿qué significa? creí que lo vampiros no podían estar bajo el sol- mencionó Dana, con esa mirada que indicaba que estaba analizando toda la información sobre el tema que tenía almacenada en su cabecita

-Lo sé, pero también sé que algo en mi cambió- entonces sentí una pulsada en mi lengua y un líquido salado baño mis papilas gustativas, sangre, mi cerebro la reconoció- aush, que rayos, me mordí- toqué mi lengua y luego mis dientes, maldición mis colmillos eran sin duda más largos que antes, no parecían tan largos como los de los vampiros, pero sin duda había crecido- Lilia, ¿cómo lucen mis dientes?

-¿Qué pasa con ellos?, oh mi dios, te han crecido los colmillos

-Diablos, ¿están muy largos?

-No, solo están más largos que lo normal- tragué saliva y el sabor de la sangre hizo que me ardiera la garganta, sentía caliente mi garganta y mi cabeza comenzó a doler, me subió la temperatura, algo no estaba bien, pero no sabía lo que esto significara, tal vez la muerte me estaba llegando tarde

-Sam ¿está todo bien? rayos, tus ojos están rojos- giré a verla y cuando mis ojos hicieron contacto con ella, mi vista se desvió a su cuello y entonces lo entendí, tenía hambre, y sí, era de sangre.

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