Capítulo 18

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El día había llegado. Los últimos cuatro días los pasé planificando junto a Ángel el método de ataque que utilizaremos. Al final llegamos a un acuerdo, yo regresaré con Safira, ella probablemente esté molesta conmigo, lo sé porque lo he sentido así estos días, he sentido como intenta entrar en mi mente pero con mi fuerza de voluntad he logrado mantenerla al margen. Tampoco he sabido nada de mis amigos, Kanius ni de mi abuelo, sé que deben seguir con los planes, ahora deben estar trabajando juntos cazadores y licántropos, pero no tengo idea de cuál sea el plan. Ellos tampoco saben nada de mí, ya que cuando estaba en la celda, después de atacar a Loren, pensé que lo mejor era irme de ahí y me quité el par de transmisores para que no supieran a donde iría, pero claro, los planes se arruinaron cuando estos vampiros irrumpieron.

Ahora solo debo cumplir mi parte de la misión, que es volver al lado de Safira, Ángel será la distracción, cuando los vampiros, cazadores y licántropos estén luchando Ángel llegará y se reencontrará con Safira, esperamos que esta se sorprenda lo suficiente como para que yo tenga la oportunidad de atacarla, y con la ayuda de él arranque su corazón. Aun no estoy segura de poder hacer algo como eso, pero intento plantear en mi cabeza todas las razones por lo cual esto es lo correcto.

Safira es una persona horrible, es cruel y avariciosa y ella no dudaría un segundo en arrancar el mío.

Intento mantener en mi mente las últimas situaciones en las que me he visto envuelta a causa suya y espero que con eso sea suficiente para adquirir la fuerza necesaria para hacerlo. Es a causa suya que me convertí en esto, ahora soy un monstruo y ella es la única responsable. Por ella es que asesiné a esos vampiros, y sé que eso es lo que quería hacer pero me sentí fatal al terminar, también es la culpable de que le hiciera daño a una de mis amigas y ahora estas me odien. Safira es la razón por la cual mi vida se volvió una pesadilla y ahora es momento de que pague por arruinarme.

Después de ponernos bien de acuerdo llegué a la fábrica vieja en la que se reúnen los seguidores de Safira. Al entrar uno de los vampiros vino hacia mí y salto en ataqué, lo eliminé y entonces otro salto sobre mí, comenzamos a pelear y cuando estaba por acabar con él, Safira apareció y detuvo la pelea. Giré para verla y aunque parecía molesta y sorprendida por mi llegada, también se veía un atisbo de felicidad, lo cual es raro, me pidió que la acompañara y sin decir palabra solté al vampiro y la seguí.

-Así que has vuelto

-Sí, aunque al parecer no soy bien recibida

-No digas tonterías Samanta, es aquí a donde perteneces

-Bien, y ¿por qué tus vampiros me atacaron?

-La pregunta aquí es, ¿Dónde estabas metida? Hablé con mi fuente en tu instituto y sé que no estabas ahí, sé que te tuvieron retenida una noche y después desapareciste

-¿Tienes un infiltrado entre los cazadores?- eso era malo, si eso es cierto, entonces alguien en nuestra hermandad mantiene informada a Safira de los planes

-Obvio los tengo, no uno sino varios, pero no es el punto cariño, dime ¿dónde estabas?

-Claro, resulta que cuando estaba por escapar de mi encarcelamiento, el cual fue horrible, un grupo de vampiros entró y me sacó de ahí. Me mantuvieron como rehén todo este tiempo- no todo era mentira, si me habían raptado

-Y qué razón tenían para mantenerte secuestrada?

-Querían información, sobre ti, querían saber sobre tu vampirismo, creo que eran los mismos que nos sacaron de la casa aquella noche a mí y a mis amigas, pero de aquellos logramos escapar en el camino, esta vez estaban más preparados- mentí, al parecer mi mentira de aquella noche que escapamos podía fusionarse con esta

-¿qué clase de información les diste?- parece que Safira se estaba tragando todo, parecía algo alarmada

-Nada realmente, les dije que solo llevo dos meses de ser vampira y que en realidad no se mucho sobre ti, lo cual es cierto- mentí de nuevo, esto se hacía cada vez más fácil, las mentiras salían con fluidez -Es por eso que no me dejaban salir

-¿Ellos te lastimaron?

-Claro que lo hicieron, son vampiros, querían que les diera información y ya que no pude hacerlo iban a asesinarme

-Lo siento Samanta, pero dime, ¿qué cambio? ¿por qué te dejaron ir?

-No lo hicieron, uno de ellos era quien debía matarme, lo hostigué con insultos acerca de que solo podría matarme estando atada, que era demasiado débil para luchar conmigo y éste me soltó, no pudo hacer mucho, lo noquee y salí de ahí antes de que volvieran los otros

-Bien hecho, creo que tu carácter fue de ayuda en esta ocasión

-Sí, creo que lo fue

-No recuerdas si estos vampiros tenían un pequeño libro y una caja de madera con ellos, una que contenía cosas mías, recuerdos

-No lo sé, no me dieron un recorrido por la casa, ya te dije que estaba encerrada

-Lo sé Samanta no seas ridícula, solo preguntaba, ahora ve a darte un baño que luces horrible

-Gracias por el cumplido

-Y por favor aliméntate, ya han pasado días desde la última vez que comiste- dijo burlándose de mí, ella sabía lo de Loren, claro que sí, ella estuvo ahí, no en cuerpo pero si en esencia y en mi mente.

Tomé una ducha y me acosté en la cama, me encontraba realmente exhausta, y no la clase de cansancio que te da por los entrenamientos, o los deberes, sino cansancio mental. Desde el día que conocí a Safira hasta el día de hoy, no ha habido un momento de paz en mi vida. Primero estaba el secuestro de mis amigas y yo planeando salvarlas, luego me convierto en esto y empieza mi lucha por morir y luego por vivir, sobrepaso esa horrible situación y me enfrento con Safira organizando una guerra, me uno a ella para intentar acabarla desde adentro y me meto en más problemas, asesino a un grupo de vampiros, me alimento de mi amiga, me secuestran otros vampiros a los cuales me termino uniendo en plan de acabar a Safira. Si analizamos mi situación se puede decir que soy la persona con más problemas en el mundo, y todos son a causa de una sola persona, Safira. Aun no entiendo como no me he vuelto loca.

Estaba perdida en mis pensamientos cuando alguien toco mi puerta. Me acerqué y al abrirla me encontré con los ojos sorprendidos de Safira

-Samanta, escuchaste algún nombre de los vampiros que te retuvieron- dijo mientras pasaba junto a mi

-¿Algún nombre? ¿Como el de ellos?

-Sí, el del líder tal vez- a qué viene esto

-Tal vez, uno de los que me torturaron se llamaba Enrique, y creo que el líder se llamaba- pensé en si será buena idea decirle el nombre, bueno él no me dijo que no lo hiciera y creo que eso podría distraerla-creo que lo llamaban Ángel- Su semblante expresó sorpresa

-¿Estás segura?

-Sí, ¿pasa algo?, ¿sabes quién es?

-Solo alguien del pasado, creo que me estaba siguiendo hace un momento, pero ¿qué puede querer?

-¿Es amigo o enemigo?- pregunté fingiendo desinterés

-Es solo un viejo amigo, nada de qué preocuparse. Cambiando de tema quería avisarte que esta noche atacaremos

-¿Qué?, creí que sería dentro de tres días

-Sí, ese era el plan pero mi fuente me dice que los cazadores traen algo entre manos por lo que tendremos que adelantarnos

-Pero no estamos listos aun

-Sí lo estamos, mira Samanta es momento de que entiendas a qué lado perteneces, y ese lado es el mío, no puedes olvidarte de eso

-Lo sé

-No, no lo sabes, pero para eso estoy aquí- Safira me miro a los ojos y se metió en mi mente -esta noche pelearas a mi lado, el enemigo son todos aquellos que estén en mi contra, tu deber es protegerme de cualquier peligro, de igual manera te protegeré, serás mi mano derecha en ésta guerra, entiendes

-Sí

-Bien, ahora prepárate que en dos horas nos vamos- Safira se marchó y me quedé ahí dándole vueltas al mismo pensamiento en mi cabeza proteger a Safira, proteger a Safira- bien creo que esa es mi misión ahora.

NosferatuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora