Capítulo 19

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Estábamos listos para partir, vi mi reflejo y la ropa que Safira me dio, noté que ahora mi apariencia era totalmente extraña, no me parecía mucho a la Samanta de hace dos meses, ahora me veía más como Safira. Estaba usando un pantalón de cuero negro, chaqueta gris y botines. Mi piel luce más blanca que nunca y mi cabello creció por lo menos quince centímetros en estos días. Mi mirada se ha vuelto un tanto intimidante, hasta para mi es difícil verme sin sentir miedo. Me vi una última vez, solté un suspiro de resignación y salí de la habitación.

Safira se encontraba dando órdenes a todos, separó a los vampiros en equipos de ataque, y puso a sus seguidores más fieles al frente de cada equipo. Los vampiros se veían emocionados por la pelea. Todos estaban armados y listos para atacar. Me acerqué a Safira para preguntar a qué equipo me debo incorporar pero ésta me dijo que yo solo me quede a su lado. Cuando el sol se metió y terminaron de ponerse de acuerdo nos subimos a los autos y partimos hacia el instituto. Son las seis de la tarde por lo que todos los cazadores deben estar ahí, ignorantes de que vamos hacía allá, mi única esperanza es que al igual que Safira Kanius tenga algún infiltrado.

Aparcamos los autos y bajamos, algunos cazadores estaban esperando en la entrada por lo que la lucha empezó. Vampiros y cazadores peleaban, unos por entrar y los otros por impedírselo. Por lo que efectivamente, los cazadores estaban al tanto del ataque. Más vampiros se acercaron a pelear y al final asesinaron a todos los cazadores de la entrada. Abrieron la gran reja y todos entramos. Los cazadores salían del instituto, algunos disparando y otros defendiéndose cuerpo a cuerpo, se escuchaban gritos, golpes, disparos, toda clase de sonidos, miré a mí alrededor y lo que estaba ocurriendo era una masacre. Safira estaba junto a mí con cara de satisfacción, para ella esto debe ser todo un espectáculo y aunque quisiera poder borrarle esa sonrisa de la cara la verdad es que no puedo, algo pasó que ahora solo siento esta necesidad de defenderla.

Un cazador se acercó a nuestra espalda listo para atacar, pero antes de que siquiera tuviera oportunidad de sacar su cuchillo Safira lo atravesó con el suyo. Giré para ver el cuerpo y descubrí que era un maestro, al reconocerlo mi corazón se aceleró, no por quien él es, sino porque al igual que él muchos de mis amigos y conocidos están en medio de esta guerra. Pensar en que uno de mis amigos o mi abuelo cayera en manos de los vampiros me dio pánico.

-Debes estar atenta Samanta, en cualquier momento los cazadores te atacaran, no puedo estar cuidando de ti y de mi

-Lo siento, es solo que esto es...

-Lo sé, solo concentrate ya estamos en guerra, no hay vuelta atrás

Me quedé ahí mirando como los cazadores y vampiros caían unos en manos de otros, como peleaban en defensa de alguien a quien no le importaba, una vampira manipuladora que convenció a la mitad de los vampiros de la ciudad de participar en una lucha absurda, y que con ello obligó a los cazadores de la misma ciudad a también participar. Tan solo han pasado unos minutos de lucha y ya hay alrededor de cien cuerpos en el suelo, siempre creí que las guerras eran largas, pero esta estaba pasando demasiado rápido y yo no estaba haciendo nada por detenerla. Miré a mí alrededor en busca de alguien a quien reconociera y entonces noté que los Licántropos estaban llegando, al parecer apenas se unían a la fiesta. Un grupo de ellos se dejaron venir sobre Safira y sobre mí, pero al estar lo suficientemente cercas Safira los acabó, uno de ellos logro tomarme del brazo, intentando atacarme pero lo golpee, ambos caímos al suelo y comenzamos a luchar, el licántropo estaba sobre mí con una daga en la mano pero antes de que pudiera enterrarla alguien le disparo, voltee y encontré a Safira apuntando con su arma.

-Te lo dije Samanta, es hora de que despiertes y te defiendas- dijo lanzándome un arma, la tomé aunque no pensaba usarla

Me abrí paso entre los vampiros, no quería seguir cerca de Safira, ya que puedo sentir su influencia sobre mí, mientras más tiempo estoy con ella más me afecta. Estaba tratando de salir de ahí cuando sentí unas manos agarrarme, me voltee lista para atacar pero me encontré con los ojos de Ángel, este solo sonrío y me hizo señas de seguirlo. Después de unos minutos y unos cuantos golpes logramos salir del alcance de Safira.

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