Capítulo 20

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Me puse de pie y caminé hacía Safira, puedo sentir como todo éste odio y dolor se empieza a transformar en algo más, en poder. Cuando llegué hasta ella intentó entrar en mi cabeza, podía sentir como luchaba por controlarme pero algo no estaba bien, es como si en mi cerebro se hubiera formado una fina capa de protección y ahora Safira no tiene acceso a mi cabeza. La miré a los ojos y ya no había ni un solo residuo del viejo sentimiento de respeto o idolatría, ahora no sentía nada bueno por ella, solo hay vacío, odio y necesidad de venganza.

-Samanta, harás los que te pida- dijo intentando hipnotizarme

-No lo creo

-¿Disculpa? Retrocede, ahora

-No, pagaras lo que me hiciste

-Y ¿qué crees que harás? ¿luchar conmigo? No puedes matarme, soy la más poderosa vampiresa que existe, no tienes oportunidad

-Bueno, pues yo soy la mejor cazadora vampiresa que existe, por lo que creo tener oportunidad- dije esto último saltando sobre ella. Comenzamos a luchar, era como si todo a nuestro alrededor hubiera desaparecido y solo estuviéramos ella y yo. No sentía nada, es como si me hubieran apagado, no sentía dolor. Peleábamos al mismo ritmo, ella me golpeaba y yo la golpeaba, la patee en el abdomen y por un instante vi en sus ojos sorpresa e inseguridad, pero se recuperó y volvió a atacarme. Sentí como enterró una de sus dagas en mi espalda, el dolor se fue rápido y seguí peleando. Salté sobre su espalda e intenté ahorcarla pero cuando la pelea parecía estar llegando a su fin un vampiro salió de la nada y me atacó. Caí al suelo con el vampiro sobre mí, éste no me dio tiempo de reaccionar y enterró un par de cuchillas en mi estómago, sentí un horrible dolor recorrer mi cuerpo, pero en lugar de detenerme eso me dio más fuerzas, lo tomé del cuello y perfore su corazón con mi daga, vi esa última mirada de sorpresa y lo deje caer junto a mí, inerte y sin vida. Me giré en busca de Safira y no la lograba visualizar.

Comencé a buscarla pero nada, es como si se hubiera evaporado, me abrí paso entre la lucha, de camino me enfrenté a vampiros que intentaban matarme pero en eso se quedaban, intentar, ya que los asesinaba antes de que siquiera pudieran planear como hacerlo. Estaba por salir de ahí para buscarla en las afueras cuando vi a un par de vampiros intentando ahorcar a Lilia, corrí hacía ellos y de un solo ataque los degollé. Lilia se puso de pie en pose de ataque, pero noto que era yo y simplemente me abrazo.

-Dios, estas bien

-Sí, lo estoy, ¿qué haces aquí? no imaginé que vendrías a esto

-Bueno, se necesitaba la mayor cantidad de ayuda ¡cuidado!- me gire y un vampiro estaba a punto de caer sobre mí, lo asesiné y otro apareció intentando atacarme, después de eso se volvió una secuencia, un vampiro me atacaba, yo lo asesinaba y otro llegaba, de pronto me empezaron a atacar en grupos ignorando por completo a los cazadores y licántropos, era como si ahora su objetivo principal fuera yo.

Lilia y yo nos unimos peleando en equipo contra los vampiros que se iban acercando, de pronto algunos de mis amigos se fueron uniendo a mi pequeña lucha, gire mi mirada en busca de Safira y nada, al parecer se fue. Seguimos peleando, llevábamos la delantera ya quedaban pocos vampiros por lo que estos decidieron retirarse y terminamos la guerra. Miré alrededor y me di cuenta de que había por lo menos docientos cuerpos, entre estos vampiros, licántropos y cazadores, algunos de mis amigos, compañeros y maestros estaban ahí, y el único cuerpo que me gustaría ver no estaba ahí. Cuando las cosas se calmaron todo regreso como un balde de agua helada, recordé lo que acababa de pasar unos minutos atrás y corrí en busca del cuerpo de mi abuelo, llegué hasta él y me tire junto a su cuerpo, tomé su cabeza y la puse sobre mis piernas, mis pensamientos comenzaron a vagar, no entiendo ¿cómo paso esto? ¿Por qué me lo quitaron también? me sentía dolida y molesta, molesta con Safira por iniciar esta guerra y asesinar a mi abuelo, molesta con Dios por permitir que esto sucediera y por llevárselo de mi lado, pero sobretodo molesta conmigo misma por permitir que algo tan horrible sucediera, por quedarme parada ahí en shock cuando esto estaba sucediendo, despojé cualquier pensamiento de mi mente y me entregué por completo al dolor, comencé a llorar y a temblar, alguien se acercó y me abrazo, no podía parar de llora y guitar. De pronto todo se puso negro

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⏰ Última actualización: May 01, 2020 ⏰

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