Capítulo 5

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Unos tirones y lloridos me hicieron despertar, no entendía cómo era posible, se suponía que yo estaba muerta porque había despertado en la misma habitación, cuando abrí bien los ojos vi a Sofía sobre mí, tenía lágrimas en el rostro y me veía con pánico, yo intente hablar para decirle que estaba bien pero no podía gesticular palabras, intenté moverme pero mi cuerpo no respondía- Sam por favor levántate, necesitamos que te levantes, ella podría despertar o alguien más puede venir, levántate por favor- lo intenté de nuevo y logré moverme, con movimientos lentos y torpes y ayuda de Sofía logré ponerme de pie, al hacerlo me dio un mareo y ganas de vomitar, me recupere y entonces la vi, Safira estaba tirada en el suelo con la boca llena de sangre, -mi sangre- y la muñeca desgarrada, alguien la había golpeado con una silla y estaba inconsciente.

-¿Qué sucedió?

-Creímos que te mataría, y cuando estaba enfocada en ti salimos de ahí y Dana la golpeo con esa silla, creímos que estabas muerta, intentamos hacerlo lo más pronto posible pero ella fue rápida al atacarte- entonces se alejó hacia el otro lado de la habitación, voltee y vi que Dana intentaba abrir la jaula y no podía, como pude llegué hasta ellas, mi estabilidad y fuerza estaba regresando, cuando me acerqué vi que me veían aterradas, comenzaba a sentirme diferente, mi cuerpo se sentía extraño, todo a mi alrededor se veía borroso, creí que me desmayaría, pero de pronto me sentí muy bien, me acerqué a la jaula, tome el candado con las manos y lo partí en dos. Entonces lo entendí, ese líquido pasando por mi garganta era sangre, la sangre de Safira, la maldita me había dado su sangre, y eso solo podía significar una cosa, yo me convertiría en Vampira. Cuando lo entendí comencé a retroceder y a alejarme de ahí.

-Oh por dios, Sam estas bien- Lilia salió de la jaula seguida por sus hermanas, todas me observaban con miedo, claro que lo tenían yo ya no sería la chica con la que solían pasar el rato, ya no sería esa cazadora a la que habían aceptado como amiga, pero sobre todo ya no sería humana, me acababa de transformar en un monstruo, en el ser que más odio en la vida -Sam, mírame, todo va a estar bien- Lilia comenzó a acercarse a mí -no, no te acerques

-Sam, necesito que reacciones, debemos salir de aquí, mírame- fue cuando lo noté, no me miraba con miedo, estaba preocupada, no me temía, temía por mí -vamos hay que salir de aquí- tenía razón, yo había prometido sacarlas de ahí, no importaba que ahora yo fuera un monstruo, yo se los había prometido y lo cumpliría, di media vuelta y solo dije- vamos

Nos dirigimos a las escaleras por donde habíamos bajado, les hice señas de que esperaran y subí a cerciorarme de que no hubiera nadie, segundos después les hice señas para que me siguieran, salimos y tomamos el camino por donde habíamos llegado, me preocupaba el hecho de que todo estuviera tan silencioso, no había ninguna señal de los vampiros, seguimos avanzando hasta que llegamos a la sala principal, bien podríamos arriésganos a salir por la puerta principal y que nos descubrieran o seguir hasta la cocina y salir por donde entramos, por ultimo decidí seguir hasta la cocina, en ese momento escuché ruidos, parece que los vampiros están arriba, nos dimos prisa a llegar a la cocina, por suerte no había nadie, crúzanos la cocina y entramos a la habitación almacén, cerramos la puerta y me acerqué a la ventana, no se veía nadie por lo que la abrí y salí de un salto, revisé el área y les hice señas para salir. Cuando estábamos por llegar a la valla y nuestra libertad, apareció un vampiro frente a mí, sin pensarlo lo ataque y a diferencia de las peleas anteriores de un solo golpe lo deje inconsciente, debe ser a causa de mi reciente estado, salimos de ahí, una a una fuimos saltando la valla, y cuando estábamos del otro lado corrimos al auto, no lo había estacionado lejos pero tampoco estaba cerca, cuando por fin llegamos nos subimos, arranqué el auto y aceleré antes de que algo sucediera.

Cinco minutos después me di tiempo de respirar, y eso dio rienda suelta a mis pensamiento, así que me habían mordido, y después bebí sangre de una vampira de trecientos años, mi fuerza y sentidos habían aumentado, pero aun necesitaba respirar y mi corazón seguía latiendo, tal vez era porque aún estaba en proceso de transformación, la verdad es que no tengo ni idea de cómo es que esto funciona, lo que sí es un hecho es que ya no soy quien solía ser, me vi en el espejo retrovisor y vi que tenía sangre en la boca, rápidamente me la limpie con la manga de la chaqueta y voltee al tablero que marcaba las cinco cincuenta cuatro, sabía lo que debía hacer, giré el auto a la derecha y me introduje a un camino hacía la playa, estacioné y baje del auto. Mis amigas que no habían dicho una sola palabra desde que subimos al auto se bajaron tras de mí.

-¿Que ocurre Sam? ¿porqué te detienes aquí? podrían venir tras nosotras

-No, no lo harán

-¿Cómo lo sabes?

-¿Qué hora es?

-Casi las seis, debemos irnos ellos podrían llegar en cualquier momento

-No lo harán- repitió Dana- en cualquier momento va a amanecer, es por eso que estacionamos aquí, Sam esta no es la única alternativa

-¿Alternativa? ¿de que están hablando?- quiso saber Lilia -pueden explicarme que sucede porque yo no entiendo nada

-¿Entiendes que yo ya no soy la misma? me han cambiado, ya no lo soy más, debo terminar con este sueño antes de que se convierta en una pesadilla

-Lo siento pero no entiendo, ¿porqué estacionar aquí con esos asesinos sueltos? y de qué pesadilla hablas?- dijo Carolina

-No lo entienden- dijo Dana -ellos no nos siguieron porque pronto amanecerá y se rostizarían, ahora, la vampiresa le dio a beber de su sangre a Samanta, es por eso que sobrevivió y ahora es más fuerte, lo que quiere decir que ahora ella es una...

-Un monstruo chupasangre, eso es lo que soy, pero no se preocupen pronto terminara, el amanecer me salvara

-¿Qué? claro que no, tú eres tú, una gran persona, una chica valiente y una gran guerrera y eres buena, no importa lo que te hayan hecho, eso no cambiara lo que eres por dentro, nos salvaste Sami, tú nos salvaste- Loren se puso frente a mí ya que no le estaba prestando atención -mírame Sam, no eres mala, eres la misma persona, saldremos de esto, todo se arreglará, ahora solo debes volver al auto por favor- lagrimas corrían por su rostro, ahora entendía lo que sucedía, todas me veían con tristeza en sus rostros, Lilia se acercó -Sam no lo hagas por favor, solo entra al auto, encontraremos una solución te lo prometo

-Esta es la solución, miren sé que es difícil pero es mi única salvación, yo no puedo seguir viviendo de esta forma, me convertiré en un ser malvado y viviré bajo el mandato de ella, no puedo, solo debo esperar a que el resplandor del amanecer termine con esto, solo puedo decirles que me alegro de haberlas tenido en mi vida

-No, no puedes hacernos esto- Loren estaba gritando y me sacudía - no puedes ser tan egoísta, no puedes abandonarme, por favor solo vuelve al auto antes de que salga el sol, por favor- comenzó a llorar y yo solo la abrace, todas llorábamos, tenía miedo de morir, pero era lo correcto.

-Casi es hora, vuelvan al auto y váyanse, no creo que sea buena idea que estén aquí cuando suceda

-No, no te dejaré hacerlo, Samanta entra al auto ahora mismo o te meteré yo misma

-No lo entiendes Loren, no soy más esa persona, si entro al auto con ustedes, podría comerte

-Tú no nos harías daño y lo sabes, es solo miedo, tienes miedo y eso está bien, por dios Samanta es normal tener miedo, por una vez en tu vida deja que alguien te ayude, déjanos hacer esto, por favor vuelve al auto, vayamos a casa y hablemos de esto, encontraremos una solución, no todo está acabado

-Sé que es difícil de entender pero no puedo, yo solo no puedo vivir de esta forma, no podría vivir sabiendo que me convertiré en el ser al que más odio en la vida, ellos mataron a mis padres, yo mataría por placer

-Sam, puede ser diferente para ti, no tienes que ser como ellos, y si mueres no podrás vengar la muerte de tus padres, y nos dejarías solas, en cualquier momento esa vampira podría venir por nosotras

-No lo hará, ella quería mi sangre y ya la obtuvo, no las necesita más - en ese momento el sol comenzó a salir, apenas se veía un poco de luz en el horizonte, pero en cualquier momento el poder del sol nos cubriría y entonces yo ya no estaría más en este lugar -Sam por lo que más quieras entra al auto- solo pude verlas a la cara y sonreír -díganle a mi abuelo que lo amo- voltee hacia el mar, la luz viajaba a través de él como una ola que venía directo a nosotras, de pronto los rayos del sol me alcanzaron, Loren gritaba e intentaba llevarme a jalones al auto con ayuda de Lilia, yo solo cerré los ojos y esperé a mi final, mi cuerpo empezó a contraerse, la sangre me hervía y comencé a convulsionarme, todo mi cuerpo ardía, sentía como si hubiera fuego dentro de mí, mis pensamientos se perdieron, dejé de escuchar los gritos y con un enorme dolor me desmayé.

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