Nosferatu

Capítulo 7

Darla parecía excitada con lo que estaba pasando, el hecho de que minutos antes casi la mordiera no parecía haber causado ningún efecto en su actitud, ahí seguía con toda la energía y la emoción por descubrir que me ocurre. Las chicas son quienes parecían algo preocupadas. Mi cuerpo se sentía extraño de nuevo, cada minuto que pasaba parecía multiplicar ese sentimiento extraño, de momento el deseo de sangre había desaparecido, pero ahora me siento con dolor de cabeza y mareos, vaya, creí que los vampiros no sufrían de malestares.

-Sam, ¿estás de acuerdo con seguir con esto? porque si no es así sabes que podemos irnos

-Lo sé Sofí, pero quiero hacerlo, si ellos pueden ayudarme a descubrir lo que está pasando, quiero averiguarlo

-¿Y ahora quées lo que hará?

-No lo sé

Darla se acercó a nosotras con unas cadenas en las manos, parece que al fin entendió que esto no es un juego, me encadeno de manos y piernas a un pilar, y luego se alejó, regresó con todas la armas que había sacado antes de su mochila y las colocó a un metro de distancia de mí, por lo que veía la chica ya se había recuperado del altercado de hace unos minutos.

-Bien, necesitamos que completes tu transformación, por lo que debo hacerte enfurecer y ya vimos que pelear no es muy buena idea, por lo que ahora tú te quedas encadenada y yo te ataco

-¿Qué? ¿cómo que tú la atacas?- interrumpió Lilia

-Verán niñas, necesito hacer esto, la necesito realmente enojada, así que la voy a herir, creo que ya es momento de que salgan de aquí

-No lo creo, no te dejaremos aquí sola con ella y ese montón de armas

-Chicas, creo que ella tiene razón, ustedes deberían salir, no es sano que vean esto, yo estaré bien, recuerden que ahora mis heridas sanan rápido

-Pues yo no confío en estos métodos – dijo Lilia -y como ya lo sabes soy un licántropo por lo que si te atreves a hacerle daño te mataré

-Lilia, tiene que hacerlo, si esto no sale bien lo dejaremos ¿okay?

-Bien, pero no nos iremos y si se te pasa la mano te arrancaré la cabeza cazadora

-Como digas, pueden quedarse pero puede que se arrepientan, esto será desagradable, y no se metan hasta que termine, no la mataré solo haré que sienta que lo hago, me oyeron

Nadie dijo nada, Darla tomó un cuchillo y se acercó a mí –Escucha, para hacer esto tengo que lastimarte, no quiero que creas que esto me gusta, pero debemos hacerlo, ¿lista?– asentí, claro que lo entendía, ella solo quería descubrir que es lo que me pasaba y ésta aunque fuera la opción menos agradable era la más rápida y sencilla, para ella claro.

Se acercó más a mí y con la daga hizo un corte a lo largo de mi brazo, sentí un poco de dolor pero pronto se fue y la herida desapareció –Parece que no será tan fácil, tendré que hacer cortes más profundos- dijo –hazlo, puedo con esto– cuando vio que yo lo aceptaba tomó una daga más grande y ésta vez me apuñalo con ella, solté un grito, eso sí que lo había sentido, sacó rápidamente la daga y la volvió a introducir, y repitió la acción cuatro veces, el dolor era horrible, sentía que me quemaba ahí donde la daga había perforado, el dolor llegó hasta mi cabeza, luchaba contra eso, pero entonces comenzó a golpearme contra las heridas y se alejó, mi cabeza daba vueltas, estaba enfadada, pero aún no parecía ser suficiente, le dije que siguiera, mis colmillos ya habían salido, Darla se acercó me miro a los ojos y después me golpeo en el rostro, comenzó a golpear y golpear, la sangre comenzó a correr por mi rostro, y creo que me rompió la nariz, yo ya estaba muy enfadada, he intentaba soltarme de los amarres para ir tras ella, pero parecía que aún no era suficiente, ella seguía golpeándome ahora por todo el cuerpo hasta que alguien me la quitó de encima, en ese momento yo estaba muy enfurecida, con una fuerza que no sé de donde salió logré soltarme de las cadenas y entonces escuché un balazo, y sentí como me atravesó en pecho, caí al suelo y me desmayé.