Capítulo 4

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Cuando me salí de bañar, busqué ropa cómoda para ponerme, elegí un pantalón negro de mezclilla con una blusa del mismo color, mientras se secaba mi cabello me empecé a poner un maquillaje natural.

Cuando estuve lista, me puse unos botines en color chocolate y una chaqueta del mismo color... salí de mi edificio y tomé un taxi, le di la dirección del bar, cuando llegué ya casi eran las 12 de la noche.

Busqué a mis amigo, sabía que estarían en el lugar de siempre, apenas los miré y me dirigí hasta ellos.

- Hola - los saludé, eran Pedro, Darío, Karla, Yazmin y Adrián. Todos éramos amigos desde la primaria ya que éramos del mismo pueblo.

- Pensamos que no vendrías - me dijo Karla.

- No estaba segura, es que salí tarde del trabajo pero ya estoy aquí.

- Siéntate aquí a mi lado bonita - me dijo Pedro quien me colocó una silla junto a él.

Cada fin de semana nos reuníamos en éste bar para pasar un buen rato juntos y planear que haríamos los siguientes días... Pedro pidió una botella de tequila para todos, porque él sabía que me encantaba.

Empezamos a brindar por cualquier tontería, no parábamos de reír... todos nos respetábamos, aunque yo sabía que Yazmin y Adrián se acostaban porque la misma Yazmin me lo había dicho, pero yo no decía nada.

- ¿Quieres bailar Fernanda?  -me dijo Pedro, él ya estaba un poco ebrio.

Tomé su mano y caminé con él hasta la pista de baile, al igual que mis amigos todos bailamos en grupito. Pedro era un muy buen bailarín.

Me la estaba pasando de maravilla hasta que sentí que mi celular vibró, lo miré y en la pantalla aparecía - jefe - sí, mi jefe me estaba llamando. Quise contestar pero si lo hacía iba a escuchar la música y se daría cuenta que no le hice caso de no venir con mis amigos al bar.

Guardé mi celular pero volvió a vibrar, lo miré y ésta vez era un mensaje.... lo abrí y me quedé con la boca abierta al leer lo que decía.

- ¡Te dije bien claro que no quería que salieras a divertirte con tu amiguito!.

* ¿Y cómo sabe que salí? * pensé... pero me llegó otro mensaje de él.

- Y sé que lo hiciste porque te estoy mirando.

Levanté la vista, empecé a ver para todos lados y me crucé con esos ojos verdosos, tragué saliva cuando lo miré sentado en la barra con una cerveza en la mano, mirándome seriamente.

Me hizo señas de que me acercara a él... ¿acaso me había seguido hasta éste lugar?... pensé al darme cuenta que seguía vestido igual como había ido a la oficina.

- Ahora regreso - les dije a mis amigos.

- ¿A dónde vas Fernanda? - me preguntó Pedro, quien me agarró de la cintura para que siguiera bailando.

- Quisiera otro tequila ... siento la garganta seca.

- ¿Quieres que te acompañe bonita?.

- No... tú sigue bailando.

Pedro me soltó y se unió a nuestros amigos, yo caminé hasta la barra donde mi querido jefe no dejaba de verme serio... me paré a un lado de él y pedí un tequila.

Sentí como me jaló de la cintura para quedar en medio de sus piernas...

- Te dije que no quería que salieras con tu amiguito - me susurró al oído.

- ¿Y usted acaso me siguió?... ¿qué no se supone que se fue de mi edificio después de dejarme?.

- Si lo hice, pero sabía que no me obedecerías y regresé a buscarte, justo cuando llegué a tu edificio te miré salir y subir a un taxi, te seguí hasta aquí, así que ve, despídete de tus amigos y larguémonos de éste lugar.

- ¿Es enserio? - dije sorprendida.

- ¿Acaso me ves cara de que estoy bromeando?.... te espero afuera - se levantó, pagó la cuenta y salió del bar.

Terminé de tomar mi tequila y regresé hasta donde se encontraban mis amigos.

- Chicos tengo que irme, me acaba de mandar un correo mi jefe para decirme que mañana tengo que presentarme en la oficina para hacer un trabajo que necesita para el día lunes.

- ¿QUÉ?... dime que es broma bonita - me dijo Pedro.

- Lo siento.... si no fuera importante no me iría, pero tengo que levantarme muy temprano, ustedes sigan divirtiéndose.

- Está bien, pero mañana nos ponemos de acuerdo para irnos a comer va.

Me despedí de ellos y salí del bar molesta... no podía creer que mi jefe fuera capaz de seguirme hasta el bar donde estaba divirtiéndome con mis amigos.

Cuando ya estaba fuera miré a ambos lados para ubicar a mi queridísimo jefe con el que apenas hace unas horas había perdido mi virginidad haciéndome firmar un contrato de confidencialidad.

Cuando lo miré recargado afuera de un lujoso auto gris me acerqué hasta él... apenas me miró me abrió la puerta para que subiera... pero antes de subir me jaló de la cintura y me pegó a él.

- Te dije que si no me obedecías te iba a llevar a mi nuevo departamento para tener sexo todo el fin de semana conmigo.... - yo sólo tragué saliva.

- Y yo le recuerdo que soy su asistente, no tiene derecho a prohibirme si puedo o no divertirme.

- Mientras tengas sexo conmigo yo decido si sale a divertirse o no - me besó... pero ésta vez su beso era muy exigente, tanto que me dejó sin aire - ahora sube.

Subí a su auto y ésta vez él manejó, todo el camino iba en silencio, ni siquiera iba mirándolo, preferí ir viendo por la ventana pero sentía su mirada.

Antes de llegar a su departamento miré que se estacionó afuera de una farmacia de 24hrs.

- ¿Qué hacemos aquí? - Pregunté.

- ¿Tú qué crees?... no quiero que termines embarazada, aquí trabaja un amigo y quiero que te recete algo para que estés cuidándote, así que baja del auto.

Bajé del auto y entré con él a la farmacia, me agarró de la cintura mientras caminábamos, cuando estábamos adentro miré que le dijo algo al farmacéutico y después me llamó.

- Ve con él... - me ordenó, yo sólo asentí

Caminé con el farmacéutico hasta un cuarto, más bien hasta un consultorio.

- ¿Así que tú eres la nueva amiga de Manuel? Ésta vez eligió bien, eres muy bonita y joven - me dijo el farmacéutico.

- ¿Perdón? - respondí confundida... ¿acaso mi jefe aquí traía a todas sus amantes?.

- Yo soy Emilio... soy amigo de Manuel y no te preocupes has de cuenta que no sé nada... te voy a poner una inyección, es para que no salgas embarazada, éste método es mejor que las pastillas, incluso hará efecto como la pastilla del día siguiente.... vas a tener que venir cada que yo te llame así que apunta aquí tu número - me acercó un papel y un lapicero.

Me puse roja de la vergüenza, éste tipo sabía que había tenido sexo con su amigo sin protección.... mientras apuntaba mi número preparaba la inyección.

- Acuéstate en la cama boca bajo y descubre uno de tus glúteos.

Hice lo que me dijo... yo no era amante de las agujas pero prefería eso a salir embarazada... después de que me puso la inyección, me levanté.

- Entonces yo te llamo cuando tengas que venir para ponerte el método para que no salgas embarazada.

Asentí y salí del consultorio, Manuel se acercó a pagarle y yo salí de la farmacia sin decir nada, caminé hasta el auto y subí.

Contrato de sexo con mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora