Capítulo 27

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Octavio se reunió conmigo en el restaurante de Pedro donde nos la pasamos el resto del día... no me comentó nada sobre la invitación que le había hecho Manuel.

Cuando ya estábamos en el departamento de Pedro, le estaba dando un masaje en la espalda mientras mi pequeña estaba jugando con Pedro en la sala... le estaba enseñando a jugar videojuegos.

- ¿Y cómo te fue en tu reunión...? - le pregunté.

- ¡Bien mi amor...! Sólo que el viernes tengo una reunión en el Banco de los Monroy... Soy uno de los socios de ése Banco, quizás nos iremos hasta el día lunes.

Quería irme de ahí lo más pronto posible, pero mientras Octavio no terminara de hacer lo que fue a hacer a Nueva York no nos podríamos ir.

Al día siguiente Octavio se tuvo que reunir con otras personas que también se dedicaban a la elaboración de Tequila... Me quedé en el departamento de Pedro a hacer un trabajo para Octavio, el cual tenía que tener listo para la reunión del día siguiente con Manuel Monroy en su Banco.

Pedro se había llevado a mi pequeña al restaurante, después iría por ella... cuando terminé el informe me fui al restaurante de mi amigo... ¡Desgraciadamente me encontré con la persona que tanto temía ver!

- ¡Señorita Fernanda! - le dijo el señor Juan Carlos Monroy el padre de su ex jefe Manuel.

Volteé al escuchar que alguien me llamó, me puse muy nerviosa al ver a Manuel en la misma mesa que el señor Juan Carlos.

- ¡Hola señor Juan Carlos! - dije muy nerviosa.... en ésa mesa también estaba la madre de Manuel... Karina su hermana y Lizbeth la esposa de Manuel... él tenia a un pequeño sentado en sus piernas, enseguida supe que ése niño era el hijo de Manuel porque tenía hasta el mismo color de ojos que él y se le parecía mucho.

- ¡Qué sorpresa verte Fernanda...! ¡Mírate, sigues igualita! - me dijo Karina poniéndose de pie para darme un abrazo... éstos años te han sentado bien.

- ¡Muchas gracias, ustedes siguen igual a como los recuerdo!

Manuel no me quitaba la vista de encima, le asombró volver a verme, a la mujer que dejó ir sin importarle que estaba enamorada de él y él de mí.

- ¿Hijo, tú no vas a saludar a Fernanda...?

Manuel le entregó su hijo a su esposa Lizbeth y se puso de pie para saludarme.

- ¡Qué gusto volver a verte hermosa! - me dijo en un susurro cuando me abrazó.... no dije nada.

- Me dejaste con el puesto en la administración de uno de mis bancos en Jalisco, Fernanda... después de que te fuiste no volví a saber de ti... - me dijo el señor Juan Carlos.

- Lo que pasa que.... - volteé al escuchar a mi pequeña.

- ¡Mami.... Mami! - iba corriendo hacia mí y Pedro detrás de ella.

Me agaché para cargar a mi pequeña..

- ¡Perdón Fer, pero ésta niña no tiene sosiego, se me salió de la oficina! - me dijo Pedro.

- No te preocupes, yo me hago cargo de ella...- Pedro regresó a su oficina dejándome a la pequeña Mapher.

Manuel al ver a ésa pequeña en mis brazos, sabía que ya había hecho mi vida.... él aún me recordaba y me seguía amando...

- Como le decía señor Juan Carlos... no pude trabajar porque me casé y ésta pequeña es mi hija... mi amor saluda...

- ¡No puedo creer que ésta hermosura sea hija tuya Fernanda...! Pero ahora que la estoy mirando no me queda ninguna duda, ¡es igualita a ti...! ¿cuantos años tiene...? - me preguntó tomando en sus brazos a mi pequeña

- ¡Tengo dos años! - contestó levantando dos deditos de su mano.

- ¿Y cómo te llamas pequeña? - le preguntó.

- Mapher... - respondió....

- Es igual de inteligente que la madre... mira Fernanda, éste pequeño es mi nieto Fernando hijo de Manuel y ella es mi nuera Lizbeth... pero creo a ella ya la conocías - dijo.

Volteé a ver a la mujer que estaba sentada a un lado de Manuel, su viejo amor.

- ¡Mucho gusto! - le dije, saludando de mano a la esposa de Manuel.

- ¡Es un placer conocer a la mujer de la que siempre se habla que fue una de las mejores asistente que tuvo mi suegro y mi esposo! - dijo Lizbeth.

Volteé a ver a Manuel... ¿acaso ésa mujer sabía que yo había sido amante de su esposo de...?

Manuel negó cuando lo volteé a ver... por que sabía lo que me estaba imaginando y quería dejarme en claro que su esposa no sabía nada.

- Tengo que ir a saludar a mi amigo para despedirme de él... me gustó mucho saludarlos.

- A nosotros también Fernanda - dijo la madre de Manuel... oye el sábado será el cumpleaños de mi nieto nos gustaría que fueras y así conocemos a tu esposo porque me imagino que él vino aquí a Nueva York contigo.

- Muchas gracias, sí mi esposo esta aquí en con nosotros - dije...

- ¡Mi amor dale esta invitación a Mapher! - le dijo Lizbeth a su hijo Fernando... - bajé a mi pequeña y el niño corrió a darle la invitación.

- ¿Cómo se dice mi amor? - le dije a mi pequeña.

- Gracias. - dijo... - ¿Mami, si vamos?

Tragué saliva y volteé a ver a todos los que estaban en esa mesa, pero mis ojos se cruzaron en los de Manuel porque él no dejaba de verme.

- Le diremos a papá, para que nos lleve mi amor.

- ¡Ojalá si vayas Fernanda, me gustaría contarte algunas cosas! - me dijo Karina...

- Sí... le diré a mi esposo... con permiso que tengan buen provecho... - me alejé de ésa mesa con mi niña de la mano.

Karina volteó a ver a su hermano y le dio una patada por debajo de la mesa porque se dio cuenta que Manuel no me quitaba la vista de encima.

- ¡Sigue igual de hermosa verdad! - dijo Karina... Manuel sólo sonrió discretamente.. - ¡al parecer a ella si le fue bien en el amor, se lo merecía porque es una buena mujer!.

- Sí, es una buena mujer - dijo el señor Juan Carlos...

Me encerré en la oficina con mi pequeña y mi amigo Pedro... no quería salir de ahí... Manuel no dejaba de ver hacia ese lugar donde miró que me había metido... quería hablar conmigo... saber qué había hecho en ésos años... pero no salí de ahí...

Cuando salían del restaurante Manuel volteó a ver si volvía a verme.

- ¡Al menos sé algo discreto hermanito... y ni se te ocurra molestar a Fernanda, ella hizo su vida, una familia y al parecer es feliz... y tú no puedes destruir otra vez su vida! - le dijo su hermana Karina casi susurrando..

- Necesito verla otra vez, hablar con ella y tú me vas ayudar... tú eres la única que sabe lo que pasó entre ella y yo - también dijo Manuel susurrando.

- ¡Ah, no... yo no quiero ser la causante de que ella tenga problemas con su esposo...! suficiente es saber lo que le hiciste, si de verdad la hubieras querido tanto como me dijiste aquella noche que llegaste borrachísimo a la casa... cuando me contaste todo... si la amabas tanto como dices debiste ir a buscarla...¡Ah, pero preferiste quedarte con la arpía de tu esposa sólo porque estaba embarazada...! Los hijos no amarran a nadie hermanito, si tú eres infeliz con ésa mujer que tienes como esposa, la que te fue infiel con tu mejor amigo Chris después de que se casaron tú así lo quisiste y no tienes ningún derecho a molestar a Fernanda... deja que sea feliz.

Después de decirle eso... Karina se subió al auto con sus padres... ella sabía todo sobre su hermano y yo, porque Manuel le había contado todo en una noche de borrachera....

Contrato de sexo con mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora