Capítulo 14

653 16 0
                                    

Después de que me hizo el amor me abrazó con fuerzas como si así quisiera que me quedara para siempre... aún no podía creer que ése hombre tan arrogante, de mirada fría y penetrante estuviera enamorado de mí.

- ¿Y cómo es que usted ya me conocía señor? - le pregunté.

Me miró a los ojos y después me dio un beso en la frente.

- Yo hace cinco años te conocí... más bien te miré... tú tenías tu cabello con las puntas en color azul... vestías el uniforme de recepcionista... ése día fui a ver a mi padre a su oficina... acababa de llegar de Italia, donde vivía...me topé contigo en el elevador, llevabas unas carpetas entre tus manos y te me hiciste la jovencita más bonita que había visto en toda mi vida... incluso te pregunté tu nombre... me dijiste, que te llamabas Fernanda... cuando me ofreciste tu mano para saludarme te miré una sortija de compromiso... - ¡tan jovencita y ya está comprometida! - pensé - y siempre que iba a ver a mi padre me quedaba sentado en la sala de espera del Banco para estarte mirando.... así me la pasé durante todo el mes que estuve en Nueva York, después regresé a Italia a arreglar un problema que tenía y ahí me quedé, hasta ahora que volví para ocupar el lugar de mi padre.... Cuando él me dijo que tú serías mi asistente no te voy a negar que me alegré... por eso cuando pasé por ti ésa mañana a tu departamento, cuando te volví a ver otra vez... te mirabas tan bonita en ése vestido verde militar que traías puesto... y cuando subiste a mi auto no miré en tu mano ningún anillo de compromiso ni de matrimonio... ya eras mayor a cuando te miré la primera vez y no iba a perder la oportunidad de hacerte mía... y lo demás ya lo sabes.

Lo miré confundida.

- ¿Y por eso me hizo que le firmara un contrato de confidencialidad? - pregunté seria.

- Así es... no quiero que nadie se entere de lo que hay entre nosotros.... al menos no por ahora, pero también lo hice porque no quería que nadie te tocara... por que sólo te quiero para mí Fernanda ... y más porque sé que yo fui tu primer hombre, a mí me entregaste tu virginidad... eres mía Fernanda Navarro... sólo mía.

Me besó y otra vez me hizo el amor... Cuando desperté él ya no estaba a mi lado, sólo estaba un ramo de flores rojas y una nota.

* NOS VEMOS EN LA OFICINA CUANDO TERMINEN TUS VACACIONES... DISFRÚTALAS Y NO OLVIDES QUE ESTE PUTO HOMBRE BIPOLAR TE AMA *

Me reí por lo que decía... ¿Qué diablos me estaba pasando, porqué me daba gusto saber que ése hombre estaba enamorado de mí?... hacía tanto tiempo que no me sentía tan feliz..

Quizás yo sentía algo especial por mi jefe, porque sentía esas mariposas en mi estómago con sólo pronunciar su nombre.

Cuando regresé a Nueva York le mandé un mensaje para avisarle que ya había regresado y él no tardó en irme a ver a mi departamento con un hermoso ramo de flores.

Fueron pasando las semanas y yo cada vez notaba que mi jefe era más atento y detallista conmigo... hasta que una noche que me hizo el amor... por primera vez le dije que lo amaba... porque era verdad yo me había enamorado de él... logró que me enamorara de él con su manera de ser conmigo.

Ya llevábamos casi seis meses de estarnos viendo y acostando a escondidas, dentro y fuera del trabajo... había veces que él se quedaba a dormir en mi departamento todo el fin de semana o yo en el de él.

Me fui alejando poco a poco de mis amigos, sólo los miraba algunas veces porque yo prefería estar con Manuel... Hasta que una tarde me encontraba en un centro comercial haciendo unas compras y ahí me encontré a Karina, la hermana de Manuel.

- ¡Fernanda! -me dijo cuando me miró - ¡Pero qué gusto verte! - me dio un fuerte abrazo.

- ¡Hola señorita Karina! - le dije... correspondiendo a su abrazo.

- ¿En qué quedamos Fernanda?... sólo me dirías Karina.

Sólo me reí... Karina era de la misma edad que yo... tenía el pelo rubio y ojos verdes pero un poco más claros que los de su hermano.

- ¿Porqué no pasamos el día juntas?... al parecer tu también estás de compras... así me ayudas a elegir un regalo para mi hermano Manuel.

- ¿Es el cumpleaños de su hermano? - le pregunté, ya que yo no sabía que era su cumpleaños.

- Es mañana... pero mañana no voy a poder comprarle un obsequio, porque mi madre quiere que le ayude a preparar la cena para festejar el cumpleaños de tu jefe... por cierto estás invitada... será familiar y tú como mi amiga debes ir... porque desde hoy somos amigas y quiero que vayas para no estar sola en medio de tantas personas que se la pasan hablando de negocios.

- ¡Pero no creo que sea buena idea de que yo vaya, quizás su hermano se moleste! - dije encogiéndome de hombros.

- ¡Eres mi invitada!... y si no quieres estar en la fiesta nos podemos ir al jardín... porque yo tampoco quiero estar en esa fiesta... no soporto a una persona que ahí estará y de la cual no quiero ni decir su nombre porque me da urticaria y para mi mala suerte la tengo que estar soportado en mi casa.

A mi sólo me dio risa... Karina era muy divertida, nos la pasamos todo el día buscando un obsequio para su hermano... yo también le compré uno, un reloj que me gustó, también le compre una botella de cognac de su marca favorita.

- ¡Muchas gracias por ayudarme a elegir el obsequio para mi hermano Fernanda!... ¡Se nota que sabes cuáles son sus gustos!... y por favor vas mañana a la fiesta... no quiero estar sola ahí... me llamas a mi celular para avisarme cuando llegues para tener un pretexto de abandonar esa fiesta.

Nos despedimos... yo me fui a mi departamento... lo primero que hice fue mandarle un mensaje a Manuel para saber si se iba a ir a quedar conmigo... tardó en responder y me dijo que no podía, que nos miraríamos hasta el día lunes en la oficina, incluso me dijo que me fuera a divertir con mis amigos.

Pedro me había hablando temprano para decirme que irían al bar de siempre, que ahí nos miraríamos si es que podía ir... así que me fui con mis amigos... ellos estaban felices de verme porque últimamente ya no me reunía con ellos como antes.

Me dijeron que se irían a México para la fiesta que se hacía cada año en nuestro pueblo... que ya era hora de que fuera a ver a mis padres al menos una vez al año... les dije que lo pensaría..

- Tú aquí, lejos de tu familia Fernanda, sólo por no haberte casado con Octavio y él en el pueblo revolcándose con todas las mujeres solteras y hasta las casadas - dijo Pedro algo molesto - sabes, Mónica dice que Octavio sale con tu prima María, incluso ella ya hasta habla de casarse con él - Mónica era la novia de Pedro y María era mi prima, porque era sobrina de mi madre y desde que yo era novia de Octavio ella siempre andaba detrás de él.

- ¡Ojalá y si se casé con él! - dije sin darle importancia.

Seguí tomando mi tequila y disfrutando del momento....

Contrato de sexo con mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora