El Mar En Tus Ojos. |Rick Grimes & Tú|

29

Eres mi persona.

-¡Hazlo!, ¡Daryl, hazlo!

Tara le decía una y otra y otra vez.

-No, no lo hagas Daryl.-interrumpí -Él me salvó la vida una vez.

Puse mi mano sobre su cuchillo para que bajara lentamente pero no lo hacía.

-Mató a Denisse.-dijo Tara.

-No le apuntaba a ella.-respondió Dwight.

-Daryl, baja el cuchillo y escuchemos lo que tiene que decir.-ahora era Rick.

Daryl se alejó poco a poco hasta que lo dejó libre.

-Quiero ayudarlos.

-¿Por qué querrías hacerlo?

-Antes hacia las cosas por alguien, ya no está ese alguien.-miró a Daryl -Ella se fue, te dejó libre cuando decidió irse.

Cherry.

-Deberíamos darle una oportunidad.-hablé yo.

-¿Estás loca?.-protestó Tara.

-Tú estabas con el gobernador, Glenn te salvó y tú a él, podemos hacerlo.

-Tenemos que platicar, todos. Llegar a un acuerdo.-habló Rick. -Puedes regresar, pero si haces algo que no nos guste te matamos, largo y vuelve en dos días.

Lo dejaron irse, volvimos a nuestras casas a descansar, estaba dudando entre entrar o no a la habitación qué compartía con Rick.

Entro o no entro, entro o no entro, entro o no entro, bien entraré.

Rick estaba acostado de su lado, me acomodé de mi lado dándole la espalda a Rick.

-Creí que no querías verme.-me dijo.

-No quería hacerlo, pero han sido días difíciles y necesito descansar bien.

-Lo que me dijiste, lo de que solo te usaba no es verdad, eres mi persona. Estoy seguro.

Me quedé en silencio, no sabia que decir.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Ro, no necesito más pruebas, tú eres la persona que quiero a mi lado el resto de mi vida.

-¿Qué hay de todo lo que me dijiste ese día en el granero? Dijiste que olvidara todo lo ocurrido.

-Sé que cometí un error al decir eso y lo lamento mucho, tú dijiste que no sentías nada y creí que así era cuando estuviste con Spencer.

-Solo necesito tiempo Rick.

-Creo que yo también.

-Solo dormiré esta noche aquí y me iré a mi antiguo cuarto por la mañana, no tiene que ser incómodo los siguientes días.

-De acuerdo.

Susurró, cerré fuertemente los ojos tratando de que no se escapara ninguna lagrima, logré conciliar el sueño horas después.