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"El océano"

Han pasado un par de días, iré a ver a Dwight para que me dé información acerca de cuando vendrán, nos veríamos en el mismo lugar de siempre.

No he estado bien últimamente y quiero alejarme un poco de todos aquí, así que me fui un par de horas antes para andar por ahí en el bosque.

-¿Segura que no quieres que vaya contigo?.-preguntó Daryl en la puerta.

-Estaré bien, volveré.-le di un beso en la mejilla y me salí de Alexandria.

Aire puro, no tan puro.

Me metí dentro del bosque, trataba de ser rápida y eficaz, cuando llegué al lugar de encuentro qué es una casa, solo habían latas vacías en una mesa, todo estaba empolvado.

Escuché gruñidos afuera, dejé mi mochila dentro de la casa y salí con mi cuchillo en la mano, habían dos así que podía con ellos.

El primero vino a mi y rápidamente lo tumbé, estando en el piso lo maté, el otro venía e hice lo mismo.

La respiración se me había agitado más de lo que esperaba, escuché más gruñidos y al voltear una horda venía.

-Mierda.

Susurré y corrí dentro del bosque en busca de la carretera, llegué y los muertos seguían detrás de mi, me metí al bosque de otro lado de la carretera, anduve corriendo y matando a quienes se me acercaban. Me empezaban a rodear.

-Mierda, mierda, mierda.-dije con frustración, tuve que arriesgarme a disparar a uno que otro para poder abrirme paso.

Seguí andando, voltee atrás para ver a la horda pero tropecé y caí.

Me había doblado el tobillo. Intenté levantarme, después de varios intentos fallidos logré ponerme de pie, me recargué en un árbol esperando un caminante, le clavé el cuchillo en la sien cuando estaba en frente de mi, no pude contener el peso por mi tobillo y caí junto con él, lo tenia encima, llegaron otros y se avalanzaron contra mi.

Trataba de safarme y salir por algún lado pero me era imposible.

Un disparo, dos disparos, tres disparos. Los caminantes se fueron alejando, escuché que gente peleaba, quité al caminante de encima.

Respiré ondo, y me traté de levantar.

-Cuidado, ven te ayudo.

Había un grupo de personas peleando contra los caminantes, una mujer me ayudaba a ponerme de pie.

-Gracias.- le dije al ponerme de pie.

-Te curaremos pero tienes que venir con nosotros.

-No, yo me tengo que ir.

-No puedes andar por ahí tú sola.

El grupo de gente terminó con la horda, se acercaron a mi.

-No te haremos daño.-dijo un hombre alto. -Me llamo Liam, soy el encargado de este equipo así que vienes con nosotros, hablaré con nuestro líder y veras que te dejará ir en cuanto te cures.

Todo sonaba tan lindo y tan fantástico que no confiaba.

-Yo necesito volver, alguien me espera.-les dije.

-Si vienes te ayudaremos a encontrar a esa persona.

-Bien.

Acepté y fui con ellos, tenían una comunidad pequeña pero que funcionaba bien.

Era una pequeña privada rodeada de muros altos hechos con troncos de árboles. Se veía firme.

-Llevenla con Otis, se torció el tobillo.-dijo la mujer que me había salvado.

El Mar En Tus Ojos. |Rick Grimes & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora