El Mar En Tus Ojos. |Rick Grimes & Tú|

26

Tripas

Necesito que Rick llegue lo más pronto posible. Quiero que Negan se vaya de aquí.

-Yo quería que Rick nos acompañara a la comida pero no ha llegado, tendremos que iniciar sin él.

Nos sentó a Carl y a mi a la mesa, Olivia se fue un rato con Judith y entretenerla.

-Así que ¿cómo te llamas? Porque para mi eres "la novia de Rick" y quiero hablarte por tu nombre.

-Rowan.

-Lindo nombre. ¿No eres muy chica para estar con Rick?

-Lo soy, pero eso no es lo que importa.

-Tienes razón, quiero conocer tu casa, donde fingen ser felices.

Terminó de comer, levantó su plato, lo lavó y empezó a recorrer la casa entera. Yo aún traía a Lucille y estaba harta.

-Creo que tu dama y yo no nos llevamos bien, ¿puedes tomarla?

Se la ofrecí.

-Al fin, alguien que la respeta. ¿Qué hay arriba?

Judith.

-Nada, solo cuartos.

-Iré a ver de todos modos.

Subió las escaleras, Carl y yo íbamos sudando de los nervios, el enojo y la preocupación.

Revisó cuarto por cuarto hasta que llegó al de Judith.

-¿Y ahí que hay?

Siempre hacia preguntas para Carl.

-Nada, solo cosas.

Abrió la puerta y se asombró, la tomó en los brazos.

-Mira esta pequeño angelito, es hermosa. Dudo que sea tuya.- me miró, voltee la mirada.

-Lo sabía, aunque ambas son lindas. ¿Cuál es su nombre?

-Judith.-dijo Carl -Yo lo elegí.

Bajaron las escaleras, Carl se quedó arriba conmigo un momento.

-¿Dónde está Enid?

-La seguí, fue a Hilltop, está con Maggie y Sasha.-susurró.

-¿Por qué fuiste con Los Salvadores?

-Quería saber donde vivían y como era el lugar, Jesús también iba. Me lo topé en el camión y después lo perdí de vista.

-¿Viste a Daryl?

-Si, él está bien, no del todo pero lo está. Es como un esclavo de Dwight.

-Ese maldito.

-Estará bien. Después hablaremos sobre los detalles debemos cuidar a Judith.

Asentí, Carl fue a buscarlos y supervisar qué todo iba bien, sin embargo me quedé pensando un poco más. Si Carl estuvo ahí entonces vio cosas que podrían ayudarnos a atacar y pelear. Y si juntamos lo que Jesús vio entonces mejor.