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-El hijo del que te hablé es tuyo.

Solté.

-¿Qué?

Estaba más anomadado de lo que me imaginaba.

-Sí, Rick. La última vez que lo hicimos fue la noche que huí.

-Pero...

-No usamos protección y estaba tan ocupada en otras cosas que creí que la razón de mi retraso era el estrés pero fue creciendo.

Había silencio.

-Pero...

-Rick, estoy segura de que es tuyo.

Nos miramos a los ojos por un rato, seguíamos en medio del campamento, la gente caminaba a nuestro alrededor sin tomarnos en cuenta.

-Es que... Yo pensé que ya nada nos uniría...- agregó.

-Carl era el que nos unía. Ahora Luke es el que nos une de alguna manera.

-¿Crees que podría conocerlo?

Me sorprendió su pregunta.

-Si, seguro. Mañana iré al océano. Puedes acompañarme.

Asintió con la cabeza.

Estaba seria pero por dentro sonreía a más no poder. También estaba nerviosa, feliz, enojada, de todo.

Ambos tomamos caminos diferentes.

(...)

Habían pasado algunas horas cuando empezó un qlboroto en dónde estaba el puente.

-¿Qué está pasando?-pregunté al salir de la carpa, corrí hasta allá.

-¡Alguien se está peleando!-me gritó Carol.

En el puente estaba la gente cargando las maderas para empezar a reconstruirlo.

-¡Daryl! Basta ya.

Escuché gritar a Rick, había un círculo de personas rodeandolos.

-Nadie se mete con mi familia.

Le contestó enojado.

Al mirar y meterme entre la gente.

Estaba Henry detrás de Carol, Daryl veía con odio a alguien de los Salvadores.

-Tenemos que volver al trabajo. Basta de peleas. Serán un par de meses en los que trabajaremos juntos y tenemos que aguantarnos los unos a los otros.

Dijo Rick.

-¿No será mejor que todos nos tomemos la tarde? Estamos todos agotados. Nos vendría bien para pensar en lo que haremos contigo y tu comportamiento.- le hablé al Salvador.

-¿Y que hay con él?.- se refería a Daryl.

-Sólo estaba protegiendo al niño. Métete con alguien de tu tamaño.- respondí.

-No podemos tomarnos la tarde. Al contrario. Te vigilaremos el resto del día.

Rick dio la última palabra.

-Ya escucharon. A trabajar.

Alguien dijo y todos siguieron el ritmo que llevaban.

La persona que había perdido el pie ya estaba en un estado estable.

Pasó el día y cuando ya era de noche Daryl vino a mi carpa.

-Supe que le dijiste.

Comentó.

El Mar En Tus Ojos. |Rick Grimes & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora