La taberna de la manticora

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Barley abrió las puertas de la taberna, su hermano imaginaba un sitio lleno de tipos rudos completamente ebrios bebiendo mientras que aplaudía a dos tipos enormes matándose a golpes en el centro del lugar.

Esa ilusión se acabó cuando Barley abrió las puestas, lo primero que vio Ian era completamente diferente a lo que tenía en mente, enfrente de ellos estaba un familia celebrando e cumpleaños de su niña que debía tener unos seis o siete años soplando las velitas de su pastel.

Mientras que ambos hermanos caminaban por el lugar,Ia se convenció más de que tanto el cómo su hermano ponían expectativas altas en el lugar.

Mientras que recorrían el lugar, Ian volteaba de un lado a otro, había niños corriendo de un lado para el otro, una máquina expendedora de muñecos de peluche, maquinitas de videjuegos tanto de disparos como de baile y de aventuras.

Ambos chicos llegaron hasta una cíclope con armadura que desde la perspectiva de Ian acomodaba a la gente en las mesas.

Barley se aclaró la garganta y usando un tono de voz muy fingido se dirigió hacia la cíclope diciendo.

-buenas noches noble doncella-

A Ian casi se le escapó una carcajada.

-solicitamos una audiencia con la mantícora.- continuó hablando Barley hizo una reverencia hacia la ciclope.

-oh con gusto-

La ciclope agarro un cuerno y soplo a través de él.

-Si hola- dijo un joven.

A un lado de ellos apareció una botarga de una manticora, saltando y saludando.

La botarga corrió hacia ellos alegremente cuando llego a ellos les dio un recuerdito

Barley se dirigió de nuevo a la cíclope.

-esa no la real-

-oh te refieres a Corey, ahí está-

La cíclope señaló la entrada hacia las cocinas de dónde salío una manticora que usaba lentes, la mujer sostenía los platos mientras les ordenaba a los meseros a que mesas llevarlos, parecía bastante nerviosa.

-... estos debieron estar hace cinco minutos- ene so volteó hacia la cocina dónde se podía ver a una rata cocinar*

 estos debieron estar hace cinco minutos- ene so volteó hacia la cocina dónde se podía ver a una rata cocinar*

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-ahí está-

La manticora les dio los platos a los meseros, mientras que ambos se acercaban a ella.

Barley se quitó el gorro y se arrodillo ante ella.

-disculpe grande y poderosa manticora- se dirigió Barley a la manticora volviendo a usar ese tono de etiqueta bien fingido.- soy Barley Litghfoot y el

Mi versión de Onward (Unidos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora