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Omnisciente

Manuel no dejó de mirar al menor en toda la tardé, Corazzina se había dado cuenta pero decidió ignorar aquella mirada que lo hacía sentir tan nervioso. Ya era hora de ir a casa, Mateo esperaba a su padre, Manuel solo esperaba que el menor se fuera sano y salvo.

El carro del padre de Palacios se estaciono justo enfrente de los chicos, ha Mateo se le había ocurrido la idea de invitar a Biquard a almorzar. Palacios se dirigió corriendo como un niño de 5 años hacía su padre y le susurró si su acompañante podía ir a almorzar con ellos cosa que el mayor aceptó.

- Mateo - Habló su padre asiendo que este se giré - ¿Te molesta si vuelves a casa caminando? Tengo cosas que hacer en él trabajo - Su hijo negó - Bien, no vuelvas a correr porfavor, ya sabes lo que pasó la ultima vez que lo hiciste - Aquellas palabras dejaron a Manuel confundido, la pregunta que más retumbaba en su cabeza era; ¿Qué había pasado la ultima vez que lo hizo?

- Manuel, ¿Te gustaría ir a almorzar a mi casa? - Habló Mateo después que se encontraban solos.

- Sí - Respondió Biquard con una sonrisa que hizo acelerar él corazón de Corazzina.

- ¿Vamos? - Preguntó Mateo. Manuel asintió todavía con aquella sonrisa.

Los chicos comenzaron a caminar hacía la casa de Palacios. En el transcurso se conocieron más, pero Manuel no tuvo él valor de quitarse la duda más grande que tenía, ¿Qué pasó la ultima vez que corrió?, ésa era su mayor duda, pero no le preguntó por miedo a incomodarlo o a que se enojara con él por meterse en su vida.

Seventeen; TrueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora