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Mateo

Han pasado 2 meses desdé que papá y Emilio volvieron, los ultimos dos meses la pase de maravilla juntó con Manuel, no éramos novios, pero éramos un algo, tanto él como yo sabíamos lo que cada uno sentía por el otro, fuimos a muchos lugares ya que nos dieron unas minis vacaciones ya que la escuela esta en remodelación.

Abrí el refrigerador para sacar una Coca-Cola y tomarla, un fuerte ruido se escuchó en cuanto abrí la gran puerta del refrigerador. Luego se escuchó una queja de dolor, era la voz de Manuel.

Cerré la puerta y me encontré con un Manuel con las manos en su nariz mientras que de esta salían unas gotitas de sangre, abrí mis ojos sorprendidos.

- ¿Manu? - Dije aguantando la risa, él me miro con una leve sonrisa mientras tenía sus manos en su nariz.

- Hola - Dijo con una voz inocente, me acerqué a él, tome su mentón y lo lleve hacía arriba haciendo que mire al techo.

- Eso ayudara para que dejes de sangrar - Reí un poco - ¿Qué haces aquí?

- Solo quería verte -Sonrío bajando la cabeza la cual la volví a subir enseguida.

- Que tierno eres, pero podías avisar, así no te hubiera lastimado - Esta vez no aguante y solté una gran carcajada la cual hizo que Manuel también riera.

- Bueno, tienes razón - Cuando su nariz dejó de sangrar se lavó las manos y el rostro. Me acerqué a él y le di un pico para después tomarlo de la mano e ir a mi habitación.

- ¿Quieres ver una película? - Pregunte, él negó y se sentó entre mis piernas, tomó mi mano y comenzó a jugar con nuestros dedos.

- ¿Alguna vez te dije lo lindo que te vez cuando sonríes o cuando haces algún gesto? - Preguntó, reí y negué - Que tentó soy entonces.

- De hecho si me lo dijiste.

- ¿De verdad, Cuándo?

- Cuando me dijiste que estabas enamorado como un completo idiota de mí - Él soltó una pequeña risa debido a mi "imitación" a su voz.

- Tienes razón, pero lo diré de nuevo - Se levanto para mirarme a los ojos, le sonreí - Amo cuando sonríes, como se te achinan los ojitos, amo cuando estás despistado, creas tu propio mundo, amo cuando haces tus lindos pucheros y tus caritas de desagrado cuando no te gusta algo, raro, lo sé.

- Te amo, ¿lo sabes verdad? - Él asintió y le beso despacio.

- Yo te amo mucho más.

Manuel es la persona más hermosa y honesta que existe, tal vez a muchos no les agrada, pero si tan solo se tomarán el tiempo de conocerlo y observarlo, descartarían cualquier sentimiento o pensamiento dañino hacia él.

- ¿Puedes ir a mi casa mañana? - Asentí y volví a llenarlo de besos, él se merece todos lo bueno.

Seventeen; TrueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora