Oscura fantasía

Capítulo 10

Ally

Malditasea,no puedo describir lo que acaba de pasar.

¿Acabo de ser manoseada por mi jefe? Me siento como una zorra,mejor dicho, soy una zorra.

Aún estoy sentada dentro del pequeño y sofocante vestidor,las manos me sudan,y mi mente no para de evocar sus labios en mi cuello,en mis muslos, y Sus caricias para nada suaves. ¿y lo peor? Me gustó demasiado cómo para sentirme culpable.

Con la respiración agitada me encamino a la salida rogando al cielo porque nadie tenga puesta su mirada en el lugar.

Respiro profundo antes de abrir las cortinas y....

¿Adivinen quien es el centro de atención con luces y todo?

Exactamente esta pendeja,Cuya mente maquina pensamientos para nada sanos por lo sucedido hace un rato.

La gente presente me recorre con la mirada y decir que mis amigas están estupefactas es poco.

Camino con el mentón en alto hacia ellas y mis ojos recorren el lugar en busca del hombre que evidentemente no está.

-¿Follaron?-Pregunta Neby haciéndome sonrojar aún más si es posible.

No le contesto,sólo paso de largo y me dirijo al baño.Al mirarme en el espejo casi grito por las marcas violaceas que adornan mi piel.

<<Puto>>

Maldigo a ese imbécil,y no por marcarme,si no por dejarme  agitada y con la entrepierna húmeda.

Mis pensamientos cargados de lujuria me sorprenden,me veo al espejo y me desconozco,con el cabello desordenado, las mejillas sonrojadas, y las marcas del hombre que está acabando con mi cordura.

<<Bien Ally,Perra no eres,pero santa tampoco>>

¿Desde cuando dejo que un hombre me toque de esa manera? Al único que le permití todo y más fué a Max, era el hombre que amaba y deseaba con locura.

Estoy segura que él pensaba que yo no estaba consciente de su presencia.

¿Pero cómo no? Si esa fragancia  lo caracteriza,si esas manos expertas saben lo que hacen, y esos labios...

Detengo el rumbo de mis pensamientos sintiéndome tonta.Nadie va a ilusionarme de nuevo.

Es sólo un maldito juego de un hombre que tiene a miles de mujeres babeando por él,Y ha decidido meterse con la pequeña mojigata que lleva tanto tiempo sin ver una polla,que seguro ya olvidó cómo son.

Salgo del baño y les aviso a las chicas que me iré.

No pregunto dónde está Helen,ya que al notar la ausencia de kevin,eso responde mi pregunta no formulada.

Me enrumbo a la salida,e insulto internamente a los que se llevaron mi auto y no han querido devolvermelo hasta que no pague la multa.

No he tenido tiempo de hacerlo,así que me toca caminar el conjunto de calles hasta llegar a mi edificio.

El maserati se detiene a mi lado y no me inmuto,sigo caminando con la vista fija al frente.

Siento como apaga el motor y no volteo,apresuro el paso hasta que siento una mano alrededor de mi brazo.

-No irás sola,en la oscuridad,y a las 2:30 de la mañana-Me zafo de su agarre.

-No eres quien para darme órdenes-lo encaro

-Soy tu jefe

-Exacto,tú lo has dicho "Mi jefe",pero ahora no estamos en el trabajo,y además un jefe no manosea a su empleada.

-Tampoco una empleada se deja manosear de su jefe-Golpe bajo,directo a los ovarios.

-Me iré a casa sola-Inquiero caminando y viendo a un grupo de hombres de mal aspecto aglomerarse en la esquina.

Me detengo y volteo a ver una sonrisa victoriosa en su perfecto rostro.¿Cree que un montón de vagos me detendrán de irme caminando sola? Pues no.Sigo mi trayecto cómo si nada y escucho sus pasos detrás de mí antes de sentir su agarre de nuevo.

-¿Quieres que te violen o qué?-Brama en un tono de evidente molestia.

-Tal vez,que terminen lo que tú debías haber terminado-Me callo abruptamente sorprendida por mis palabras.

Enarca una ceja y su mirada cambia a una cargada de deseo.

-Si no subes al maldito auto,juro que te despediré.

-Tus amenzas puedes clavartelas en dónde no te da el sol-¿La pepsi me hizo daño o qué? Me sorprende mi valentía repentina.

-No me hagas meterte a la fuerza-advierte antes de encaminarse al auto.

No le doy más largas al asunto y me voy de mala gana.Abordo el vehículo,y clavo la vista en la ventana.

No quiero verlo, pienso,pero la mente me traiciona queriendo admirar los labios que se apoderaron de mi piel hace unas horas.

Tiene el entrecejo fruncido,y la mandíbula tensa.Las venas se le remarcan en los musculosos brazos expuestos.

Nunca lo había visto vestido de forma casual,siempre vestía formal,y eso lo hacía lucir maduro y profesional, si con traje me parecía candente,con playera y jeans me parecía la cosa más ardiente del planeta señores.

Dejo de lado mi escrutinio lascivo y me aclaro la garganta para formular la pregunta que ha estado rondándome  la cabeza últimamente.

-¿Quien te dió mi dirección?-Me mira serio y vuelve a posar su mirada en la desolada carretera.

-Te lo diría,pero tendría que besarte luego-Creo que mi corazón ya es inmune a sus palabras.

-Entonces no me digas nada-respondo admirando los árboles que pasan.

Llegamos a mi edificio y trato de bajarme lo más pronto posible.

-Al menos despídete-Habla con voz ronca.

-Adiós-logro abrir la puerta.

Tira de mi mano,y cuando siento que va a besarme por la cercanía de sus labios en los míos

Se va a mi mejilla y deposita un beso casto que incrementa mi frustración por querer sentir su boca sobre la mía.

Arrastra sus labios a mi oído y susurra estremeciéndome los poros.

-Nunca dejes de usar encaje

***