Capítulo 26

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El sol matutino ilumina mi rostro,y en un intento de apaciguar la molesta luz que se filtra por la piel de mis párpados, me cubro con las sábanas.

Siento el calor corporal de alguien a mi lado e inmediatamente abro los ojos.

El ardor en mi muslo y mi desnudez son un claro recordatorio de lo que pasó ayer

Me incorporo mirando la habitación tenuemente iluminada por los rayos solares y miro sin pudor al hombre a mi lado.

Está boca abajo,me deleito con los músculos de su espalda y brazos.

Anoche viví en carne propia el dolor de su retorcido placer.

Y debo decir que más que asustarme, fué una nueva sensación que en conjunto con el deseo desenfrenado me llevaron al mejor de los orgasmos.

Nunca me había sentido así,tuve una buena química sexual con Max,pues él fué mi primera vez en todo.

Pero con Kellan es diferente, sientes algo tan titánico,tan grande,tan placentero, que caes,caes en lo más profundo,terminas aceptando que te encanta arder en las llamas de su infierno.

Salgo de la cama y busco mis prendas regadas por el suelo,me coloco el vestido y tomo los tacones con una mano.

Salgo de la habitación descalza y en puntitas.

Me pregunto cómo será todo a partir de ahora, es obvio que sómos más que empleada y jefe, pero tengo la duda de si es uno de esos hombres que no mancha lo laboral con lo personal,desde la vez que me tocó en aquel bar, los días en el trabajo solía lanzarme miradas cómplices,maliciosas e incluso pícaras.Pero ahora fuímos mucho más allá,soy parte se su loco juego y dudo que pueda tratarlo cómo mi jefe en la galería sin recordar sus salvajes embestidas.

Cierro la puerta con sumo cuidado y veo el largo y pulcro pasillo que debo recorrer hasta las escaleras.Me coloco los tacones y camino a paso lento,sentiría vergüenza si alguien me viera saliendo de la habitación de Kellan.

Y cómo si lo fuera invocado,vislumbro la esbelta figura de la rubia que se presentó ayer cómo la madre de Neby subiendo las escaleras.

<<Geníal>>

Camina por el pasillo y se detiene a una distancia prudente de mi.Me recorre de arriba a abajo, y arquea una ceja deteniéndose en mi rostro.

-¿Quién eres tú?- suelta la pregunta con una nota despectiva en su voz.

-Ally Wattner- le digo ofreciéndole mi mano y sintiéndome ridícula cuando no corresponde y me deja con la mano extendida.

-Es hora de que te vayas- dice y de inmediato la mando a mi lista de personas desagradables.

-Era lo que hacía-respondo adoptando mi voz odiosa.

Camino hacía las escaleras pero al pasar por su lado toma mi brazo y me clava sus largas uñas en la piel.

-Las putas de Kellan salen por la puerta trasera- Expresa con un tono despectivo.

-¿Disculpe?-me zafo de su agarre-no le permito que me hable de esa forma.

-¿Disculpa? Estás en mi casa y te hablo cómo se me de la gana- inquiere tomándome del brazo de nuevo y arrastrándome por el pasillo que lleva a la puerta de atrás.

La puerta de la habitación que abandoné hace un par de minutos se abre,y Kellan sale sin camisa y con jeans.

-Suéltala-dice con una voz que me eriza la piel.

-Pero Kellan ella....

-¡Que la sueltes!-ruge y nos sobresalta a ambas.

De inmediato obedece y Kellan tira de mi brazo posicionándome a su lado. La rubia me mira con desprecio.

-Kellan yo...-intenta justificarse y el pelinegro levanta una mano para que se calle.

- No quiero que le vuelvas a poner un dedo encima,porque lo lamentaras, te lo aseguro-le advierte con el ceño fruncido.

La mujer no dice más,se limita a darse la vuelta y caminar de vuelta a las escaleras.

-Nadia-la voz de Kellan la detiene-las putas de zack salen por la puerta trasera.

Suprimo la risa,y observo con satisfacción cómo se devuelve y pasa por nuestro lado lanzándome dagas con los ojos.

Kellan saca las llaves del auto de su bolsillo trasero y tira de mis brazos hacía las escaleras.

Recorremos el camino hacía el maserati y me monto sin preguntar siquiera a dónde vamos.

- Es obvio que le gustas a esa mujer- rompo el silencio.

- Yo le gusto a muchas mujeres-responde e ignoro la punzada de celos.

Él parece notarlo ya que carcajea con la vista fija en las calles.

-¿Estás celosa?-pregunta arqueando una ceja.

-Los celos son para las parejas cariño,y tú y yo no sómos nada-suelto las palabras sin pensar,y creo que le molestará,pero pasa todo lo contrario,ríe aún más fuerte haciéndome fruncir el ceño en confusión.

- Si que lo sómos cariño-dice imitando mi tono- desde que aceptaste ser parte de esto.

-¿Parte de qué?-Quiero que lo diga,porque aún no sé cómo nombrar a esta rara situación.

-De esto-dice y con una mano sube mi vestido dejando al descubierto la marca que me hizo,pasa el dedo por la k adornada por la sangre seca y me produce un leve dolor.

-Cada vez que esa herida Arda recordarás a quien le perteneces- musita cubriendo de nuevo mi muslo.

Estaciona frente a mi departamento y parece un deja vú cuando se lanza a deborarme los labios con avidez.

Le correspondo y enredo las manos en su cabello suave.

-Te veré mañana-dice cuando se separa de mi.

-¿En dónde?-pregunto desconcertada.

-En el trabajo ¿dónde más?-dice con obviedad rodando los ojos-no porque te folles a tú jefe quiere decir que faltarás.

Finjo indignación y el ríe.

-Maricón-le saco el dedo medio y veo cómo tensa la mandíbula.

Bajo del auto dando un portaso

-Ese insulto lo pagarás caro Wattner-advierte antes de acelerar y marcharse dejándome a solas con mis perversos pensamientos.

Oscura fantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora