¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yeojoo miraba embobada como Dior caminaba entre todo ese lío de gente que siempre la rodeaba al llegar al instituto.
La pelinegra seguía a Dior a la distancia no como esa bola de animales que al parecer no conocían el espacio personal. De solo mirar se sentía incómoda, aún no entendía como Dior no le daba una buena patada en el culo a todos esos idiotas y les dejaba en claro que existía algo llamado espacio personal porque a leguas se le miraba incómoda pero aún así la chica prefería mantenerse callada y solo se dedicaba a sonreír dulcemente y lo más creíble posible hacia los demás.
Esa chica era increíble. Yeojoo estaba enamorada de Lee Dior como probablemente media escuela. Pero la pelinegra se aseguraba a si misma y a su amiga Wonhee que su amor por aquella chica era inmenso y iba en aumento día con día, así como el hermoso brillo que Dior desprendía. La chica siempre brillaba y hoy no era la excepción. Dior brillaba más que ayer y menos que el día de mañana y al mismo tiempo el amor de Yeojoo crecía con tanta intensidad como el brillo de Dior.
-Cierra la boca o te entrará una mosca.-Wonhee le dió un codazo para hacer que su amiga volviera a la realidad.
La pelinegra de cabello largo parpadeo un par de veces más antes de salir de su ensoñación y dirigir su mirada hacia su amiga que le dedicaba una sonrisa santurrona.
-¿Has visto como viene vestida?-Wonhee asintió como respuesta. Yeojoo sonrió ampliamente antes de enganchar su brazo con el de su amiga y partir hacia el salón donde tomarían su primera clase del día.-En cuánto el director se enteré la matara ahí mismo.
Wonhee río mirando la cara de preocupación de su amiga.
• • •
Dior estaba cansada de esa universidad de porquería. Recién había iniciado su primer ciclo y ya quería irse y jamás volver a esa escuela de estirados como le decía su padre en broma a los riquillos. Lo más gracioso de ello era que su padre también pertenecía ahí pues poseía una gran empresa que se extendía fuera de corea y gracias a ello tenía una gran fortuna, toda su familia en general. Pero ellos eran diferentes a como los pintaban en los dramas, difinitivamente.
Esa universidad era de alto prestigio y sus estudiantes con notas impecables de diez dejaban en alto el nombre de aquella institución. Pocos podían entrar a tan prestigiosa universidad que era muy solicitada. Dior estaba ahí porque su padre había donado una cantidad de dinero muy generosa para las remodelaciones que la institución requería para este mismo año.
Dior estaba ahí para romper las reglas pues así la había enseñado su difunta madre que era un alma libre, todo lo opuesto a su padre.
Cómo era de esperarse, la castaña fue llamada a dirección. No era novedad el porque: su vestimenta. Solo eso. "Que delicados" pensó mientras bajaba las escaleras a pequeños saltitos.
