Jooheon en algún punto de su monótona vida se había aburrido de su soledad y de la persona que se había convertido cuando terminó la universidad y comienzo a trabajar. Ser uno de los abogados más reconocidos de Corea no era tarea fácil, apenas y ponía un pie en casa y no conciliaba el sueño gracias a qué pensaba mucho en los casos de sus clientes y también perdía mayor parte de su tiempo corriendo de un lado a otro, entregando papeles importantes.
Si, ya se había aburrido de ello. Tenía que admitir que antes le gustaba ser abogado y ayudar a las personas que realmente lo merecían pero con el paso del tiempo se comenzó a aburrir de su trabajo y de todo en general. Por ello había decidido tomarse unas largas vacaciones, tenía el suficiente dinero como para no preocuparse por trabajar un par de meses, hasta años quizá.
Jooheon en lugar de tomar un viaje a su ciudad natal o algo por el estilo prefirió disfrutar de su hogar y aceptar las múltiples invitaciones de sus amigos para salir a alguna fiesta o bar para desahogar las penas y relajarse.
Después de que sus semanas de que sus vacaciones concluyeran volvió a su trabajo sintiéndose un poco más alegré de lo normal, ahora solo esperaba a que llegara el anochecer para ir a beber quizá uno o tres vasos de alcohol para quitarse la tensión que se formaba sobre si durante el día.
Por aquel tiempo, eso era lo único que había cambiado en su rutina. Idas nocturnas al bar, regresar a casa y caer como un tronco sobre la cama.
Pero esa noche en específico, cambiaría todo. Alguien en realidad, un chico de cabellera rojiza y sonrisa radiante, dientes blancos como para algún comercial de dentífricos y con una personalidad activa. Aquella descripción coincidía perfectamente con Lee Minhyuk.
Jooheon había conocido a Minhyuk cuando aún disfrutaba de sus vacaciones, debía de admitir que lo veía frecuentemente en aquel bar de mantenimiento cutre. El chico llamo su atención inmediatamente entro al bar, con solo mirarlo y que este le sonriera, algo se había debilitado en su interior.
Se sintió especial, porque después de mirarlo y estudiarlo por un par de horas, la sonrisa que le había regalado esa noche al entrar era diferente a la que le mostraba a sus acompañantes o cualquier tipo que se le acercara o posará su mirada en el.
Aquella sonrisa tan magnífica fue la primera de muchas y así fue como Jooheon se enamoro.
Jamás en sus treinta y dos años creyó enamorarse, y jamás tuvo el tiempo para soñar con una bonita relación o formar una familia. Siempre se había enfocado en sus estudios y después en su trabajo y así se había mantenido hasta aquel momento.
No recordaba pero quizá fue hasta la sonrisa número cincuenta que el rubio se acostó con el. Porque sí, el chico le había regalado un montón de sonrisas cautivadoras.
De esa noche solo podía recordar que todo fue un arsenal de besos, gemidos y semen por toda su sábana.
Así fue su primer encuentro cara a cara con Minhyuk y en lugar de conversar como cualquier par de desconocidos, se habían besado y en lugar de intercambiar palabras se habían dedicado a gemir cerca del oído del otro.
Después de eso, llegaron las presentaciones no tan formales y llenas de timidez por parte de ambos.
Minhyuk era mayor que el por un año pero su rostro y cuerpo negaba su edad y su personalidad lo negaba aún más. Para Jooheon, Minhyuk tenía menos de veinte pero más de doce.
-Ven a vivir conmigo.
Oh, Jooheon aún recordaba su propuesta de noviazgo. Le había propuesto vivir a Minhyuk con el ese mismo día, porque realmente ese hombre había llegado para quedarse y darle un cambio positivo a su vida, no había duda de ello.
Comenzaron a vivir juntos y Jooheon sentía pena puesto que no se encontraba mayor parte del día en casa así que prácticamente Minhyuk vivía solo. Pero el no se quejaba, también trabajaba y debía cumplir con una rutina que cambiaba constantemente.
Solo esperaba a Jooheon con la cena ya servida en la mesa o lo esperaba en el bar, porque esas idas nocturnas para ambos no se habían muerto por completo pero ahora eran como una cita con alcohol y sexo al final. Era bueno, muy bueno.
A Jooheon le gustaba despertar y mirar la espalda desnuda de su pareja y a veces le gustaba contar sus lunares aunque ya sabía cuántos exactamente tenía pues en la noche se encargaba de contar y besar esos mismos. Pero aún así, siempre podía aparecer uno nuevo.
Jooheon estaba muy enamorado y no sabía en qué momento había comenzado a amar a ese hombre y a desearlo tanto y a quererlo de por vida en su vida; solo sabía que se sentía increíble a un lado de Minhyuk.
Por ello es que ahora enfrente de amigos y familiares se encontraba vestido de traje, peinado con el cabello hacia atrás y sobre el altar esperando a Minhyuk, quien en pocos minutos le juraría amor eterno antes de convertirlo en su esposo.
13/05/20
©missblue_jsg
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If You, MinHyuk ·One-Shot's·
Fanfic── ❝¡Lo sublime lo encuentras en lo ridículo!❞ MinHyuk x ot.6↓ 🐶♡ ((☁️)) Oɴᴇ﹣Sʜᴏᴛ·s ─────────┈ ˖ ࣪ ✦ ˓ 「 S H I P S ! • ♜ ♖ ˚ ♡ 」 🐰── ⌵ ᴡᴏɴʜʏᴜᴋ 🐢──...