Primer Acto: La esperanza del perdido. Parte 2

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''Y en ese momento, Arceus creó el día junto a los Solrock y la noche junto a los Lunatone. Por eso les llamamos hijos del Dios del Sol e hijas de la Diosa de la Luna. El Sol es el padre que abraza cálidamente a nuestro mundo y es el que provee la energía de la vida. La Luna, en cambio, es la madre vigía que nos protege de los peligros que acechan en la oscuridad. ''

Evangelio sagrado de Arceus: El Renacimiento; 1 d.D. (Después de los Dioses)

Grovyle cerró el evangelio, sonrió y emitiendo una pequeña risa volteó al cielo nocturno, se apreciaba el centro de la ciudad a lo lejos y la gran muralla les protegía la espalda. Se observaba al Gran Ojo que todo lo ve resplandecer entre la infinidad de aquel profundo azabache que parecía envolver la colina en donde se encontraban. Tomó con su pata derecha la moneda que lo identificaba como aprendiz de Guardia y la alineó con el Gran Ojo. Miró el patrón de la moneda y lo comparó con la forma de aquella estructura lejana en el cielo. Con un suspiro cerró fuertemente su puño, encerrando aquella moneda cobriza entre sus dedos.

—Una estrella...— Comentó en voz baja— ¿Tendrá algún significado más profundo? —Volteó a ver a Pignite, quien se encontraba acostado sobre su espalda, boca arriba y con los ojos cerrados.

 Esperaba alguna respuesta inmediata de su compañero, pero al tardarse se arrastró hacia él y tocó su hombro.

—No estoy dormido, solo que le das demasiadas vueltas al asunto, Carlos —replicó y con la misma siguió—. Bien sabes que la moneda es un pase de ascenso al Gran Ojo, por eso se parecen, punto final —Se recostó en su costado derecho y volteó a ver a Grovyle—. Tu única meta por el momento debería de ser aumentar el rango de tu moneda, no gastes energía divagando por nimiedades. 

Grovyle acercó su pata y la abrió, observando detenidamente la moneda. Empujándola entre la palma y su dedo, hizo palanca en la moneda y la impulsó por los aires, haciéndola girar como si de un juego cara o cruz se tratase. Antes de que cayera al suelo, la atrapó con tanta velocidad que hizo mecer las hojas de pasto en dirección contraria del viento. 

—No me estás entendiendo, Ignacio...—Volteó a ver a Pignite y bajó la cabeza, mostrándole la moneda— ¿Crees que esto es un pase para cumplir todos mis sueños, mis deseos, un símbolo de poder? Estoy seguro de que su propósito no es solamente ser usada en una máquina tragamonedas. Puede que ni siquiera sea tan importante como pensamos.

Pignite frunció el ceño con disgusto y su respuesta fue inmediata esta vez. 

— ¡No menosprecies la voluntad de los Dioses! —Se levantó rápidamente, mirando a Grovyle con cautela mientras permanecía sentado sobre el césped—. Hacepoco más de cinco mil años, el mundo estaba regido por el mal. los pokémon, guiados por la convicción deArceus nuestro creador, elevaron a los primeros campeones que acabaron con el mal y fundaron Zekrom. Arceus creó el Gran Ojo que todo lo ve yproclamó la ascensión de los campeones al cielo, para vivir eternamente en el GranJardín Sagrado como recompensa por su poder.

—Lo sé, pero estamos de acuerdo que entre nosotros, tú eres el más apto para aspirar a ser un campeón, ¿verdad? Tu mayor atributo es la fuerza, tienes una determinación bien centrada, no te falta el valor, pero tienes un detalle amigo, eres muy impaciente —reprochó Grovyle a su compañero—. ¿Crees que así llegarás a obtener la última cualidad del campeón y así ascender a los cielos para reclamar tu tan ansiada recompensa? La sabiduría se obtiene con un sacrificio, y sin sacrificio no hay victoria.

— ¿Y qué me falta por sacrificar? —Preguntó Pignite al mostrarse interesado por los comentarios de Grovyle.

—Eso no te lo puedo decir, tampoco soy un sabio, ¡jajaja! 

Pokémon: La odisea del creyenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora