Cap. 4

9.9K 407 32
                                    

Pov. Unai

Estos ultimos 2 meses mi vida a dado un cambio muy drastico, una cambio que nunca pense que me sucederia.

Carlisle y Seth son ahora mis papás, son realmente buenos y cariñosos conmigo, me han enseñado a hablar mucho más fluido ah caminar tambien pero aun se me dificulta ya que mis piernas se falsean.
Todas mi mañanas despierto lleno de amor, mimos, muchos besos y abrazos llenos de cariño.

Ellos realmente me aman y mucho eso lo puedo tener por seguro.

Mi Daddy y Papi cuidan y me consienten mucho, han echo que mis noches de llanto y miedo pasaran a ser serenas y relajantes, eh tenido más confianza a los hombres de negro que cuidan la casa, ahora hablo más con las nanas y ya no me da miedo Maximus el perro mitad lobo que Daddy me regalo cuando llegue.

Cabe recalcar que soy un niño que no le apetece mucho hablar.

[. . . .]

-bueno mi bebito papis se tienen que ir al trabajo, ¿prometes portarte bien?- decia mi papi mientras acomodaba su traje y me miraba de pies a cabeza.

-Si papi. . Porfavor cuidense- respondi abrazando las piernas del castaño.

-Mi principe~ volveremos temprano para cenar contigo- dijo el hombre de ojos amarillentos acarisiando mi cabeza.

Nos despedimos y papis ya se habian ido a su trabajo, yo como siempre me quede en la sala jugando con Maximus y mi oso de peluche blanco.
Los segundos, minutos y horas pasaron y yo me entretube haciendo muchas y muchas pulseras para regalarles a los que trabajan en casa y a mis papis. Al terminarlas las guarde en una bolsita y con ayuda de Maximus fui a entregarselas a los trabajadores.

-¡Hola nanás! ¿como estan?- entre a la cocina sonriendo y mirando como las nanás dejaban de hacer su trabajo para prestar su atención en mi.

-Hola joven Unai ¿que lo trae por aca?-.

De la bolsita saque 4 pulseras y las extendi para que haci las pudieran apreciar -les hice unas pulseras y vengo a regalarselas, porque se esfuerzan mucho y . . Porque las quiero-, todas soltaron un suspiro de amor y me miraron con mucha más ternura, extendieron sus manos y una a una les puse sus pulseras.
-muchas gracias joven Unai, es muy amable- respondieron las 4 mujeres mientras miraban sus pulseras, por mi parte me despedi y ahora salia para el pateo trasero donde se encontraban los 10 guardias y los 2 choferes.

-Joven Unai, que lo trae por aca ¿le apetese que juguemos con usted?- decia uno de los 12 hombres acercandose hacia mi.

- no gracias. . Hoy mi piernas me duelen un poco ¡¡pero les vengo a dar un regalo a todos!!- dije sacando las pulseras -¿porfavor pueden poner sus manos?-.
pedi a los hombres los cuales de inmediato accedieron.

Al colocarles las pulseras sus rostros solo se pintaban de tonalidad roja y se les dibujaba una dibujaba una sonrisa.

-¿a que se debe el obequio joven Unai?- pregunto el chofer mirando la pulsera.

-porque trabajan duro. . Y porque los quiero, ¡no deben de quitarselas nunca!.

-Aaaghh~ este niño me matara de ternura-.

-Nunca nos la quitaremos joven Unai y muchas gracias- respondio unos de los guardias.

-¡Bien! Ya me voy- respondi colocando mis mi brazo derecho en el lomo del Can oara haci no caer al momento que se falsearan mis piernas.

[. . . .]

Ya hacia quedandome dormido recargado en el cuerpo de Maximus, mientras tomaba mi biberon calientito de sabor fresa que habia preparado una de mis nanás.

Mi cuerpo comenzo a sentirse demasiado tenso y comenzaba a temblar, sentia una horrible presión en mi pecho y garganta,  comenzaban a brotar manchas de color rojo cubriendo haci todo mi cuerpo.
El biberon callo y comenze a llorar y a desesperarme al sentir que el aire no podia llegar a mis pequeños y debiles pulmones.
Maximus como es un perro entrenado al notar mi comportamiento comenzo a moverme con su hocico y al ver que no decia la palabra clave "estoy bien" comenzo a aullar y ladrar llamando haci a los trabajadores haciendo que todos entraran corriendo.

Uno de los guardias me tomo entre sus brazos y comenzo a sobar mi pecho -¿¡Joven Unai que sucede!? ¿¡no puede respirara!? ¡¡RAPIDO LLAMEN A LOS JEFES!!.

Una de las fue corriendo a la cocina para llamar a mis papis.

¡¡Que le dieron al niño!! Gritaba uno de los guardias que se notaba muy desesperado.

¡solo le dimos su biberon! -respondio la naná quien fue quien me dio el biberon.

Uno de los guardias tomo el biberon y ao mirarlo rápido dijo -¡talvez sea alergico a la fresa!.

-Joven Unai tranquilicese, ya no llore, sus padres ya vienen- decia Isaac el mismo guardia que me cargaba mientras me tapaba con una manta y sobaba mi pecho.

Pov. Narradora.

En cuanto resivieron la llamada ambos padres abandonaron su reunion y se dirijieron a toda prisa a la casa.
Al llegar Seth y Carlisle bajaron de auto y corrieron hacia Isaac quien cargaba a su bebé.
-¡¡VAMONOS VAMONOS!!- grito Seth metiendose a la parte trasera del auto junto a su amado y Isaac fue el encargado de irse de piloto y uno de los guardias de copiloto.

-Aahg! ¡¡Mmmgg!! Ah...ag..aah- gimoteaba Unai al mismo tiempo que su carita se tornaba de tonalidad lila y sus expresiones asustaban a sus padres.

-¿¡¡QUE FUE LO QUE PASO EFRAN!!?- gritaba Seth desesperado al mirar a su bebe agonizando.

-¡Señor una de las nanás le dio un biberon con leche sabor a fresa al joven Unai!- respondio Efran mirando por el retovisor a amnos padres.

-¡Lo más probable es que sea alergico señor!- Respondio Isaac quien manejaba a toda velocidad hasta llegar al hospital privado.

Todos bajaron del auto y comenzaron a gritar por ayuda, de inmediato unos enfermeros acudieron a donde estaban los hombres, tomaron a Unai y comenzaron a llevarselo mientras le revisaban los signos vitales. -¡¡RAPIDO!! ¡COLOCANLE CATETER CON INSULINA!! ¡OCUPAREMOS QUIROFANO!- gritaba uno de los doctores corriendo junto a la camilla donde llevaban a Unai.

-¡UNAI! ¡RESISTE PRINCIPE!- gritaba el mayor, siendo detenido por una enfermera.

-Bebito. . Unai. .- decia Seth quien era agarrado por Efran e Isaac.

-Señor tranquilicese, ocuparemos que nos diga que fue lo que sucedio ¡rápido!-.

-¡El niño tomo un biberon con sabor a fresa! Cuando fuimos a revisarlo batallaba para respirar y todo su cuerpo tenia manchas de color rojo, ¡todo paso muy rápido!- respondio Isaac mirando a los padres del niño y a la enfermera.

Ella solo tomo nota y pidio que esperaran en la sala.
Seth no paraba de sollozar y la mirada de Carlisle se reflejaba preocupación y enojo,
Isaac y Efran consolaban a sus jefes y le contaron con más detalle todo lo ocurrido.











-Daddy Carlisle. . .papí Seth. .-
Decia con un hilo de voz el pequeño de ojos color plomo quien ya se hacia estable despues de 1 hora inconciente, pero aun lo revisaban para confirmar si realmente es alergico a la fresa, -¡positivo Doctor!- exclamaba una de las enfermeras.

-Hola pequeño, eres muuy fuerte y muy valiente ¿ya te siente mejor pequeño?- preguntaba el doctor acarisiando la cabellera del pequeño.

-S-si. .ya me siento mejor. . .quiero ver a mis papás. .huug...los q-quie-ro ver- dijo Unai para después comenzar a llorar.

-Nono~ no llores pequeño ahora mismo mando por ellos.




°◇ Baby Crystal ◇°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora