CAPÍTULO VII

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Narrador Eärendur

En estos momentos nos encontramos en el concilio organizado por Elrond de Rivendel para parlamentar entre las razas enemigas a mi padre que hacer con el anillo único.

Observando mejor pude ver a los que podía ser Gloin miembro de la antigua compañía de Thorin "Escudo de Roble", enano que intento recuperar el reino enano de Erebor y que lucho en la batalla de los cinco ejércitos, tenia la barba y cabello de color blanco como la leche y las pobres murallas que pude observar en mi estancia en Osgiliath, vestía con ropajes de cuero marrones y sus guantes de acero se notaba desde lejos que tenia experiencia en combates. Otra persona que conseguí visualizar fue a Legolas "Hoja Verde", hijo del rey Thranduil del Bosque Negro, su abuelo y padre lucharon contra mi padre en la Guerra de la Última Alianza, por desgracia para el Bosque Negro y sus habitantes , una gran parte de sus hombres y su rey en ese momento, el rey Oropher murió en la actual Ciénaga de los Muertos, era alto, con los ojos azules como el mar, su cabello rubio como la piel de un león y sus ropajes verdes y castaños característicos de los elfos del Bosque Negro para camuflarse con su entorno. Otro elfo que reconocí fue Glorfindel, si no me acuerdo mal, el es uno de los elfos mas antiguos que actualmente quedan en la Tierra Media, lucho contra Melkor, mas conocido como Morgoth Bauglir el enemigo del mundo, el primer señor Oscuro y que mi padre fue su sirviente mas poderoso, mas fuerte que los propios Balrogs, el elfo era alto y erguido, su cabello rubio como un oro que resplandece en la luz del día, sus ojos eran brillantes y vivos con un color azul increíbles que no dejarían lugar con oscuridad, sus vestimentas eran una camisa de color blanco junto unos pantalones oscuros que dejaban que una armadura de color dorada como el oro adornase las vestimentas, su arma, era una espada tan bella que no sabia en que momento fue forjada, puede ser durante los primeros tiempos de la Primera Edad del Sol o quizás antes, no lo sabía pero estaba maravillado por la creación que le habían hecho al antiguo capitán de la ciudad de Gondolin.

Eärendur: (Me pregunto que hará mi padre cuando sepa de esta reunión, conociéndolo bien mandara espías a los caminos a los Puertos Grises pensando que mandaran el anillo con los Valars, pero la única manera de ganar a mi padre es destruyendo el anillo de una vez por todas, aunque eso signifique mi muerte). Pensé sabiendo que si el anillo forjado por mi padre es destruido, yo moriré al ser creado a partir de su poder, aunque para estos momentos me importe realmente poco, porque sabiendo lo que quiere hacer con el reino del que proviene mi madre, no voy a permitir que sea destruido por sus legiones o hordas.

Elrond: Forasteros de tierras lejanas, amigos de siempre habéis sido convocados para atajar la amenaza de Mordor. La Tierra Media se encuentra al borde de la destrucción, nadie puede escapar a ella, debéis uniros o pereceréis. Toda raza se enfrenta a este destino, a esta maldición. Comienza el Concilio hablando Elrond comentando que si no unimos nuestras fuerzas, no habrá posibilidad de detener a la oscuridad de mi padre. Mientras el elfo hablaba, él miraba a varios miembros del Concilio hasta posar su mirada en Frodo.- Muéstranos el Anillo Frodo-. Dice Elrond para que el pequeño hobbit empiece a andar dirección al centro, donde depositó el Anillo en la mesa, para que la mayoría de las personas reunidas en este lugar empiecen a murmurar entre si.

Eärendur: (Tanto dolor y sufrimiento por lo que parece a primera vista un simple anillo de oro). Pensé observando la creación de mi padre durante la Segunda Edad del Sol, Eregion quedo devastada por esconder los Anillos forjados gracias a la sabiduría de mi padre.

Boromir: Entonces es cierto. Oigo decir a Boromir de Gondor mientras Frodo se volvía a sentar.- En un sueño, vi el cielo oriental oscurecerse, pero en el oeste persistía una pálida luz. Una voz gritaba "tu maldición esta cercana. El Daño de Isildur ha sido hallado"-. Comenta el capitán de Gondor para ir acercándose donde se encontraba el Anillo y, cuando iba a tocarlo con uno de sus dedos, escuche algo que me sorprendió oírlo. 

HIJO DE SAURONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora