Nunca imagine que algún día podría sentirme viva, creía que nunca tendría esa oportunidad, hasta que conocí a Ferdinand o como me gusta llamarlo; el chico enigmático. En el bus, me contó sobre cómo conoció sus talentos. Conoció la fotografía gracias a una cámara analógica que encontró en la basura, le llamo la atención su forma y con un disparo del artefacto le llamó totalmente la atención. Un día haciendo fotografías por la ciudad, descubrió el teatro y decidió entrar. Descubrió los Taikuutta y fue a lo grande al grupo Visuaalinen.
Pasamos el río Aura. Nos bajamos del bus.
-Bueno, ¿Tú me contaras algo? –dijo Ferdinand.
-Pues, ¿Qué quieres saber? –dije caminando dispuesta a irme a casa.
- ¿Cómo descubriste al teatro? –dijo siguiéndome el paso
-P-Porque, nunca he tenido un talento y mis padres adoptivos me han inscrito y ahora no puedo defraudar ni a ellos ni a los del teatro. –dije con un sentimiento pesado. –¿Sabes algo? No lo lograre; nunca, nací sin talentos y sin la capacidad de sentir algo. –esta vez, estaba sintiendo quemaduras en mi cara, lagrimas salían de mis ojos. –y llegas tú y mírame, no recuerdo haber sentido los latidos de mi corazón, reír con sinceridad y llorar. –estaba sintiéndome como nunca.
- ¿Eres adoptada? –dijo Ferdinand colocándose delante de mí.
-Ferdinand, ¿es en serio? Olvídalo, adiós. –dije resignada, le estaba contando algo que me afecta mucho más que ser adoptada y el solo le interesa mis padres.
-eh, eh, perdón, pero ¿me creerías si te digo que te entiendo perfectamente? –dijo siguiéndome el paso. –por si fuera poco, yo también soy adoptado. –eso ultimo me detuvo.
Eran muchas coincidencias.
Ferdinand estaba llorando.
-Estas bromeando, no soy estúpida. –dije chocándole el hombro.
-Hazel, si estoy bromeando ¿Por qué tenemos las mismas características? –dijo Ferdinand, su voz estaba rota.
- No lo sé, podrías estar actuando para molestarme. –dije, tratando de pensar en la posibilidad que fuera una broma.
- ¿Qué gano yo molestándote? ¿Cómo podría si no te conozco? Además, esto, esto que sientes, me ha pasado a mí también. –dijo Fer hundido en lágrimas. –Años sin poder sentir alguna emoción, falta de capacidad para realizar algo. Te entiendo.
-Entonces, ¿Por qué me pasa esto? –dije secando las lágrimas con la manga de mi abrigo
-No sé, la fotografía me llamó y así empezó. –dijo con sinceridad. –no fue fácil, los talentos para personas como nosotros llegan cuando quieren, sin importarles nuestra situación. Desde que conocí mi talento, comencé a sentir las emociones. –termino Ferdinand con los ojos rojos y unos rizos rosados ubicados perfectamente en su cara.
-Fer, quiero vivir. –dije en un hilo de voz.
Nos abrazamos.
Ferdinand se ha convertido en un día, en lo que llaman amigo.
-Lo harás, vivirás. Te ayudare porque no puedo permitir que eso te joda Hazel. –dijo Fer en tono un poco varonil. Lo cual me causo risa.
-Bueno; te veo después Fer, gracias por todo. –dije despidiéndome.
-Hasta luego, Hazel. –dijo Fer.
Nos despedimos.
No me gusta Ferdinand, me interesa que pueda ser la persona que me ayude a descubrir que me pasa.
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TAPAHTUMIA
Mystery / ThrillerHazel vive todos los días en estado de conmoción, sin poder sentir emociones o tener cualidades, hasta que un día conoce una persona que le devuelve la vida. Juntos tratan de descubrir todo lo que está pasando con ella. Entre más descubren, más duda...