TAPAHTUMIA

13. Alku, Cy

En la oscuridad del apartamento, se encontraba la silueta de un chico esbelto. Cuándo se acercó a la luz, vi como levantaba la mirada y fijaba sus ojos azules en mí. Tiene las facciones marcadas; la forma de sus ojos azules es almendrada; sus cejas son rectas y oscuras. Su cabello es negro, le llegaba hasta debajo de las orejas y con pecas distribuidas en su nariz, mejilla y parte de la frente. Hizo que por un momento olvidara que tengo muchas preguntas.

-Soy Cy, ustedes son Hazel y Ferdinand ¿no? –dijo con una pequeña sonrisa.

Chico, atacas mi corazón.

-Las presentaciones ¿pueden ser para después? –dijo Ferdinand.

-Empecemos ya. –dije un poco alterada.

Ojalá fuera solo un poco.

Nos sentamos en un sillón amplio.

-Soy Íride Koskinen; tengo veinte años y toco el Arpa desde los diez años. Soy de Turku, aunque mi verdadero origen es de Grecia. Mis padres adoptivos son los dueños de algunos hoteles y de este apartamento; mi kuvataiteet es la música y durante los años he tratado de incursionar a la danza y bueno así conocí a Cy, que mágicamente también es un Kuvataiteet, pero eso lo sabrán más adelante. –dijo Íride y desde que dijo mi Kuvataiteet. –sigues tú Cy.

-Bueno, Soy Cy Hämäläinen. Tengo 17 años y mi madre adoptiva es dueña de una cafetería y soy de Turku, pero mi origen casualmente es Grecia. Soy bailarín contemporáneo, aunque no empecé siéndolo, primero fue ballet, pero con el tiempo, descubrí la danza contemporánea y listo. Mi Kuvataiteet es la danza y he tratado otras cosas, pero solo he incursionado en el mundo del teatro. –dijo Cy con la mirada perdida. –conocí a Íride por un evento de música y ella me distinguió; lo cual me alegro ya que no sabía mucho sobre nuestro mundo.

- ¿Nuestro mundo? –dije confundida.

-Oh, así no es la presentación, querida Hazel. –dijo Íride siendo muy simpática pero no lo suficiente.

-Soy Hazel Virtanen. 16 años, de Turku, ¿se dan cuenta que todos somos adoptados? –dije frunciendo el ceño.

-Sí querida, es parte de nuestra característica. –dijo Íride muy tranquila. –continua.

-Soy de Turku, aunque a veces creo que no lo soy y está claro que no. Nunca he podido sentir emociones, ni he sido capaz de desarrollar algún talento, hasta ahora que empecé a tocar la zanfona en el mismo teatro de Ferdinand y desde que lo conocí me pareció enigmático y ¡PUM! Ya puedo sentir ciertas cosas. Hasta tener sueños en los que si dejo de correr vuelvo a recaer en lo de no sentir. –dije tan rápido como pude.

-Ferdinand Nieminen, 16 años como Hazel; soy de Turku, pero mi origen es de Bolivia. Mi Kuvataiteet principal es la fotografía y con el tiempo descubrí el teatro y ya domino esas dos. –dijo Fer bajando la cabeza.

¿Qué? ¿Acaso Ferdinand estaba diciendo la palabra Kuvataiteet? ¿La conocía?

- ¡Eso es genial! –dijo Íride.

¿Es por eso que estaba tan tranquilo? ¿Sabe lo que somos?

- ¿Cómo dominaste tú solo otro Kuvataiteet? –dijo Cy intrigado.

¿Por qué no me dijo? No puedo soportarlo.

- ¡No lo sé! –dijo Fer y esta vez me miró. –quería estar seguro de que esa palabra existía antes de hablarte de eso.

-Pero lo conocías y decidiste no decirme, ¡sabiendo que este tema me está carcomiendo! –dije herida.

- ¡No quería decirte cosas que no sabía si eran reales! –dijo Fer acercándose a mí.

- ¡Yo! Te dije mis sueños y mi falta de emociones sin estar segura de que era real. –dije enfadada y alejándome. –Te lo dije porque eras mi amigo.

-Hazel... -dijo Íride, pero decidí ignorarla.

-Íride, la chica acaba de enterarse, entiéndela. –dijo Cy.

- ¡HAZEL, SOLO QUIERO PROTEGERTE! –dijo Ferdinand alterado.

- NO LO NECESITO –dije enfadada. - ¡YO NECESITO RESPUESTAS!

-Hazel... -dijo Fer en un hilo de voz.

-No Ferdinand, no salgo de aquí porque necesito saber que es todo esto. Al parecer soy la única que no se da cuenta. –dije (ya estaba con lágrimas)

Dolor. Eso es lo que siento.

-Al parecer Ferdinand sabe un poco. –Íride resopla- bueno Hazel, escucha atentamente todo lo que te dire.

Y aquí estoy, dispuesta escuchar todas las respuestas a mis preguntas y sin Ferdinand como amigo. No se puede tener todo en la vida ¿no? Para mí, esa es la definición de arma de doble filo. Mi extraña vida me va cobrando mis momentos de felicidad.