Me coloque unos jeans negros; camisa de rayas y encima un suéter de banda con unas converse negras. Bajé a desayunar y mis padres adoptivos se sorprendieron.
- ¿Hazel? –dijo Onni.
- Sí, soy yo. –dije sentándome con ellos a tomar el desayuno.
- ¿Al teatro? –dijo Lu.
- No. Solo son los días de semana. –dije comiendo.
- ¿Tienes fiebre? –dijo Onni tomándome la temperatura con las manos.
- ¿Estás bien? –dijo Lu.
-No estoy enferma y sí, estoy bien. –dije disfrutando de su confusión.
- ¿Saldrás con Ferdinand? –dijo Onni.
-No, iré sola al museo de arte. –dije sin mirarlos.
-Si quieres, te llevo. –dijo Lu.
-Está bien. –dije levantándome y colocando los platos en el lavaplatos.
- ¡Hasta luego Onni! –dije abrazando a Onni, lo cual provoco que me mirara aún más extrañado.
-H-hasta luego. –dijo Onni.
Al subir al carro con Lu, me explico lo contenta que estaba por mi interés en hacer cosas por mi cuenta. Hablamos y le dije de la remodelación de mi cuarto; se emocionó.
Llegamos.
Ahí estaba, el museo que me llamaba a ver su interior.
Me bajé del carro y me despedí de Lu. Voy hacia los escalones de manera que me ubican a la entrada del museo; estoy decidida. Estoy dentro.
La fachada de afuera no describe lo hermoso que hay adentro, estoy fascinada. Veo el mapa y me dirijo al pasillo de las pinturas.
En el pasillo de las pinturas, voy viendo cuadro por cuadro, tratando de entender que quieren transmitir. La pintura no me llama la atención, siento que no podría hacer ni una mancha, pero admirarla es otra cosa. Hay otras personas en el museo; me dirijo a las esculturas, aquí me quede un buen rato viendo cada detalle de los músculos humanos, parece que me atrapa este arte.
Estoy mirando fijamente cada escultura, estoy fascinada. Tan fascinada que me perdí.
En ese momento recordé mi sueño todo fue tan vivido. Me dolía la cabeza; me senté en un sillón tocando mi frente. No recuerdo que hago aquí, ¿siempre hubo un propósito?
Salí del museo muy confundida. Me llegó una notificación al teléfono celular y lo revisé, era Ferdinand.
FERDINAND: ¡Hazel! ¿salimos?
HAZEL: ¿A dónde?
FERDINAND: Río Aura. Fotos.
HAZEL: Voy.
Y así estamos. Iré al río Aura con Fer.
Tomé el autobús para ir al río Aura, al llegar encontré a Fer en la parada.
¡Hazel! –dijo Fer. Carga un atuendo con colores pasteles.
¡Fer! –dije.
Momento de fotos.
Le conté sobre lo sucedido en el museo.
-Qué extraño, es como si algo lo impidiera. –dijo Fer revisando las fotos.
Algo lo impidiera.
- ¿Impidiera qué? –dije mirándolo.
- Descubrir algo. –dijo mirándome
¿Puede lo acontecido estar ligado con mi talento?
-Después investigare sobre eso. –dije y vi la hora.
-Si quieres, ¿te ayudó? –dijo interesado.
-Quizás, por ahora, iré con Lu a comprar lo de mi cuarto. –dije escribiéndole a Lu.
- ¡Suerte! El lunes te entrego unas polaroids ¿va? -dijo
Él se quedó hasta que Lu llego.
- ¡Ferdinand, Hazel nos habla mucho de ti! –dijo Lu muy carismática.
- Igual Hazel; un gusto conocerla. –dijo Fer muy amable.
Nos despedimos.
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TAPAHTUMIA
Mystery / ThrillerHazel vive todos los días en estado de conmoción, sin poder sentir emociones o tener cualidades, hasta que un día conoce una persona que le devuelve la vida. Juntos tratan de descubrir todo lo que está pasando con ella. Entre más descubren, más duda...