TAPAHTUMIA

8. Aika.

El tiempo pasa, pasa tan rápido que a veces tú no te das cuenta. No notas esos detalles que te arrojan pistas y los pasas por alto, pero por ahora, nada a ha pasado por alto. He anotado todos mis sueños, tratando de encontrarles coherencia; sigo buscando mi talento, aunque con la zanfona puedo tocar bien, no es lo que me llena. Pasaron semanas y nos presentaremos en el Åbo Svenska.

Es de noche, están todos los grupos con sus líderes. Mak estaba con nosotros, nos recordaba cuando debíamos entrar en acción, recalcaba las señas. Era un acto corto, pero lleno de melodía y pureza, pues el tema eran las nornas.

En la mitología nórdica las nornas, son tres espíritus hermanas; ellas no dependen de los dioses y estos, no pueden influir o controvertir su edicto. La primera es Urd, ella representa lo ocurrido; la segunda es Verdani, que representa el presente; la tercera es Skuld, representa el futuro. Son las diosas del destino y viven debajo del árbol de los nueve mundos.

La vestimenta de los Tuuli es negra. Nos ubicamos en una esquina del escenario y el reflector nos enfoca de vez en cuando. Las tres actoras están actuando de maravilla, son rubias y no se separan, están contando su historia y su labor. Su vestimenta es un vestido viejo, blanco y con encajes.

En el escenario no logro sentir nervios, lo cual me alegra. El teatro estaba repleto. Pude reconocer a Lu y Onni en la primera fila de las butacas y a su lado esta Ferdinand (con su cámara). Todos los Taikuutta se esforzaron, hasta Ferdinand participó haciendo fotografías.

Al finalizar todo el teatro se inundó de aplausos, todos nos dimos un abrazo grupal y para celebrar, tuvimos una comida grupal, en el tercer piso del teatro. Ahí estábamos todos (hasta Lu y Onni) hablamos del trabajo de cada grupo y el director dio sus notas a las actoras. Ellas lo tomaron como profesionales y agradecieron.

El director nos reunió.

-Chicos, estuvieron esplendidos hoy. Impresionaron a todos y principalmente al director del teatro de la ciudad de Turku. –dijo el director.

Al pronunciar ese nombre, provocó susurros y emoción. Yo miraba confundida ¿Cómo ese nombre causo impresión?

-Estamos invitados a su evento, en el museo de arte Wäinö Aaltonen

En ese momento, sentí que estaba en un sueño; estoy recordando mi visita al museo de arte y esta vez me enfoco en el letrero. En ese momento Ferdinand me despierta de esa memoria.

-Hazel, ¿Estas bien? –dijo Ferdinand preocupado.

-El museo. –dije mirándolo a los ojos.

-Wäinö Aaltonen. –dijo, frunciendo el ceño.

Ferdinand sabía a qué me refería.

En ese momento Mak se nos acercó.

- ¡Hazel, estuviste asombrosa! –dijo Mak, moviendo sus manos (ya me acostumbré).

- Gracias al grupo y a ti, por no perderme la fe. –dije, todos sonreíamos.

Nos despedimos de los Taikuutta y del teatro.

-Fer, después hablamos. –le dije a Ferdinand.

-Hasta luego, Hazel. –dijo despidiéndose.

Me fui a casa con Lu y Onni, en todo el camino estuvieron hablándome de lo que sintieron y lo genial que era el teatro. Estaban orgullosos de mi participación legendaria (aunque solo fui un complemento) Yo también lo estaba, porque no creí poder hacer algo pequeño, pero a la vez grande y no solo para mi si no para las personas que nunca se han cansado de mi existencia y son unos luchadores.

-Los quiero. –les dije a Lu y Onni.

Ellos sonrieron.

Ha sido un buen día, llenó de emociones y actividades. Sobre todo, un día para recordar y ser recordado.

Que agotador es estar vivo.

Dormí.

Con un sueño donde yo corría.

Corría hacía esa melodía, miré hacia atrás, vi oscuridad.

Esa oscuridad era tan familiar, no le tenía miedo; solo corría porque no quería volver a sentirla.

Pero la oscuridad tenia brazos, brazos largos y negros lleno de humo, yo corría, pero esos largos brazos, me abrazaron. Una parte de mí, quería huir; la otra parte de mí, se compadecía con esa oscuridad, porque esa oscuridad estaba vacía, en estado de conmoción constante. Me seguía abrazando la oscuridad; estaba aceptando esa oscuridad, hasta que vi una luz, acompañada de una melodía magistral.

Me levante de golpe con una respiración agitada y con lágrimas.

¿Qué significaba todo eso?

¿Pronto lo descubriré?