Entre dos mundos [Terminada]

Capítulo veinte

CAPÍTULO VEINTE

Nos dirigimos hacia la puerta del hostal para reencontrarnos con Jack y Rhonda. En mitad del pasillo nos cruzamos con una pareja joven muy similar a nosotros. Saludamos educadamente y doblamos la esquina hacia la escalera. El Hostal acaba de cerrar. Vemos a la Sra. Coleman colocando el cartel de cerrado sobre el mostrador y como se dirige hacia la puerta para cerrarla. Jack y Rhonda ya están fuera.

— Buenas noches Sra. Coleman. — Sonríe Jasper.

— Que lo paséis bien. — Nos mira. — Rhonda tiene las llaves para que entréis más tarde. — Nos hacia una seña con su mano para que cruzáramos la puerta dónde los dos hermanos nos estaban esperando a pocos metros, y acto seguido, la cierra.

— ¿Qué tal, muchachos? — Nos saluda de nuevo Jack.

Jasper levanta sus cejas mientras que me mira y rápidamente se dirige a Jack.

Jack y Rhonda me miran. Jack está serio y Rhonda sonríe levemente.

— Chicos, caminar hacia delante. Yo hablaré con ella. — Rhonda se acerca a mí y Jack agarra a Jasper por la espalda, se empiezan a adelantar mientras que Jasper mira hacia atrás unos segundos asegurándose de que yo esté bien.

Rhonda y yo caminamos a unos ocho metros por detrás de ellos.

— ¿A dónde vamos? — Pregunto interesada.

— Vamos a tomarnos unas copas a un club de noche. — Sonríe.

— Esto que te iba a decir... — Me interrumpe.

— ¿Ya te lo ha contado?

— Sí. — Afirmé.

— ¿Y qué te parece?

— Una locura. ¿A ti no?

— Al principio pensé lo mismo. Pero para mí es muy satisfactorio.

Me quedé extrañada.

— ¿Cuánto tiempo llevas en esto?

— Menos de lo que crees. — Me mira seriamente. Y mira al rededor bastante nerviosa. — No sé si debería contártelo.

— ¿El qué?

— Algunas cosas que igual a Jasper se le pasaron. Pero creo que debe ser el quién te las cuente.

— ¿Aún hay más? — Rhonda me sonrío y pasa su mano por mi hombro, dándome un pequeño abrazo.

— No te preocupes.

Los chicos ya están entrando por la puerta cuando visualizo un bonito bar lleno de luces de neón y bastante ambiente, por lo menos eso pensé cuando vi aproximadamente treinta coches en el exterior del local.

Entramos. Todo está oscuro. Pero las luces de los focos alumbran a la gente en sintonía con la música.

Empiezo a acelerar mi paso y a esquivar a gente hasta que finalmente llego hasta Jasper y lo abrazo por la espalda.

— Jasper.

— ¿Qué pasa, amor? — Me dice mientras gira levemente su cabeza para asegurarse de que era yo quién le abrazaba y sonríe.

— Te quiero. — Dije suavemente mientras apoyé mi cabeza sobre su espalda mientras que caminábamos.

Jasper se detiene y se da la vuelta, agarra mi rostro y me planta un dulce beso.

Rhonda pasa por nuestro lado.

— Vamos a sentarnos junto a mi hermano.

Jasper clava su mirada en ella seriamente. Yo le miro y sonrío. Comenzamos a caminar a una mesa con cuatro sillas.

Los cuatros estamos sentados alrededor de la mesa, Rhonda se levanta para ir a la barra.

El ambiente es bastante variado, desde matrimonios hablando tranquilamente, un par de grupos de jóvenes, hasta hombres adultos solitarios sentados en la barra.

Observo el lugar que al principio pensé que era el lugar donde los "Gasym" se reunían, pero finalmente deduje que era un simple bar.

Rhonda trae cuatro vasos enormes de cerveza, tiene que dar dos viajes.

— A esta ronda invito yo. — Sonríe mientras se sienta.

Jack alza la voz mientras que me mira. ¿Pudo notar que yo estaba un poco confusa?

— ¿Y bien, Paige? ¿Te unirás a nosotros? — Me sonríe.

Arqueo una ceja y miro a Jasper.

— Supongo que sí. No tengo nada que perder.

Rhonda y Jack miran hacia Jasper serios. ¿Por qué noto que me ocultan algo?

— ¿Me lo has contado todo, verdad? — Miré a Jasper extrañada.

— Sí. — Dijo a secas mientras bebe un trago.

Pasamos un buen rato hablando de cosas insignificantes como que yo había empezado la carrera, Jasper solo "iba" a la Universidad a matar el tiempo, y que Jack y Rhonda, ya que trabajan en una gasolinera cerca de aquí, para disimular su oscura actividad frente a su abuela, querían apuntarse a la Universidad. Les comenté que era imposible ya que tendrían que haber echado la matrícula hace bastante. Querían encontrar algo para poder estar más cerca de nosotros. En BrookVille y alrededores, o en Chadwick, el pueblo de Jasper.

Finalmente nos levantamos de la mesa tras cuatro rondas de cerveza y nos fuimos.

Nos adentramos en la abrumadora oscuridad del bosque.

Jack y Rhonda caminaban por delante y Jasper y yo, íbamos pocos metros por detrás agarrados de la mano.

Escuchaba susurrar a Jack y a Rhonda pero no podía llegar a entender lo que decían.

— ¿Me queda algo por saber? — Miré a Jasper.

Suspiró y miro hacia sus dos amigos.

— Igual alguna cosa sin importancia... — Sonrió. — Nada serio.

Me detuve y me puse en frente de él. Jack y Rhonda se dieron la vuelta desde la lejanía y nos observaban.

— ¡Dijimos no más secretos! — Suspiré. — No voy a seguir con esto hasta que no me lo cuentes todo.

— Paige, aquí no por favor. — Miraba hacia sus amigos incómodo. — ¿Te esperas a que lleguemos a la habitación?

Miré hacia Jack y Rhonda y de nuevo a Jasper.

— ¿Qué pasa? ¿Qué saben que yo no sé? ¡Dilo en alto que más da! — Elevé mi voz.

— ¿¡Que quieres que te diga?! — Echa una última mirada a sus amigos. — ¿¡Que Rhonda es mi ex novia y desaparecí de un día para otro y ahora me encuentra aquí contigo?! — Jasper terminó su frase acompañada de un largo suspiro y un enfado bastante notable por acabar diciendo en alto, lo que me quería haber dicho en privado. ¿Encima yo tenía que sentirme culpable por qué el fuese un cabrón con Rhonda, a la que no conozco mucho, pero me parece asombrosamente maravillosa?

Mi mano derecha cruzó con fuerza sobre su cara mientras que observé como Rhonda se iba casi corriendo. Jack se quedó en el mismo lugar.

— ¡Hay maneras y maneras, tío! — Se dio la vuelta y yo corrí detrás de Jack.

Lo último que pude observar fue a Jasper echándose las manos en la cabeza, bastante cabreado e inmóvil. Parado en medio del bosque.