Capítulo catorce

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CAPÍTULO CATORCE

1 de Octubre de 2018

— ¿Dónde? — Me pregunta impaciente.

— ¿Por qué iba a decírtelo? Eres un puto asesino. — Le miré con desprecio.

— Paige, no me puedes dejar tirado ahora. — Se lleva las manos a la cabeza.

— Yo no elegí esto. — Contesté.

— Creo que sí. ¿Quieres saber lo que le pasó a tu padre, verdad? — Levanta su cabeza y me mira fijamente.

— Eres un hijo de puta. — Niego con la cabeza. — Estás manipulándome con algo que ni siquiera sé si sabes de verdad.

— ¿Dónde estás mis putas llaves? — Se acerca a mí.

— Las tiene el padre de mi novio.

— ¿Y puedes conseguirlas?

— ¡Eso me hace cómplice de asesinato! — Entro en pánico. — ¿Por qué me estás haciendo esto?

— Porque yo haría lo mismo por ti sin pensármelo dos veces. — Coloca sus manos sobre mis hombros. Trago saliva. — Yo estoy apostando por ti, ¿puedes hacer tú lo mismo?

— No voy a apostar por un asesino. — Me echo las manos a la cabeza y empujo mi pelo hacia atrás. — Es que, es que no. Es que esto no puede estar pasando. — Empiezo a tener pequeños espasmos y falta de aire.

— Ahora mismo, nadie sospecha de mí. Mucho menos de ti. — Se acerca más a mi cara. — Consigue las putas llaves y hablamos.

— Tendría que ir a la comisaría. — Al segundo de decirlo saca las llaves del coche de su bolsillo y me las da.

— Te espero aquí. — Se da media vuelta y se sienta en el suelo apoyado sobre la pared de la fábrica y se enciende un cigarro.

Me quedo mirándole por unos segundos, y finalmente me subo al coche, arranco y me voy.

Sí. Tengo carnet de conducir. Aunque apenas lo uso. He conducido el coche de mi madre un par de veces y, aunque me ofreció comprarme uno, creo que no lo necesito.

Conducía atenta a las señales para poder llegar sin perderme a BrookVille, Elliott me vino a la mente de repente; lo había dejado en la fiesta y yo había desaparecido sin dejar rastro. Revisé el móvil rápidamente y no tenía ningún mensaje. Debe estar con una borrachera encima qué ni se debe tener en pie.

Respiro hondo mientras que conduzco en plena oscuridad, no puedo evitar derramar algunas lágrimas, esto está llegando demasiado lejos. Freno en seco y pienso durante unos segundos.

¿Debería confesar que vi a Jasper matar a alguien? ¡Joder, llevo el puto cadáver en el maletero! Que cabrón es. No puedo decir nada, no me creerían.

Llego a BrookVille y aparco el coche a varios metros de la comisaría, lo suficiente como para que nadie huela nada raro y no se acerquen al coche.

Es la una de la madrugada y entro por la puerta de la comisaría. Me acerco a la oficina de recepción.

— Buenas noches. ¿Está el inspector Ronson por aquí?

— Sí. Espera sentada mientras le aviso. ¿Puede decirme su nombre?

— Me llamo Paige Jackson.

— Vale.

Espero cinco minutos sentada en la sala de espera y el padre de Elliott aparece.

— ¿Paige? ¿Qué haces aquí? ¿Ha pasado algo?

— No, tan solo quería comentarte una cosa.

Entre dos mundos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora