— Mamá me duele mucho — se quejaba un pelirrubio entre las cobijas, retorciéndose de lado a lado.
— No queda más que ir al hospital, Jimin — ofreció la adulta llegando con una taza de té de manzanilla — Necesito que te mejores, el estudio no puede esperar y mí trabajo menos.
— Pero, mamá — chilló — Odio las agujas y los hospitales, lo sabes. ¿Qué acaso esos remedios caseros no hacen efecto? — estaba agotado y los pinchazos no eran de su agrado.
— Lo siento, cariño — se acerco y mientras el rubio tomaba su té, ella le acariciaba la cabellera densa - Es necesario que te mejores, no podemos jugar con tú salud.
Él menor gimió en desaprobación — No quiero que me pongan inyecciones.
YungMi viro los ojos por tantas quejas de su hijo de 21 años, era un casi adulto y no dejaba de temerle a tales estupideces, tomando su mando hablo — No me importa, Jimin. Te lo dije, ahora ponte un maldito suéter y baja, nos iremos ahora mismo — fue lo último que dijo para levantarse e irse de la habitación para encender el auto.
Sí, Jimin sabía que su madre estaba enojada ahora y llevarle la contraria no haría si no traer problemas. A regañadientes se levantó entre quejidos, tomó un suéter negro, el gorro lo puso sobre su cabeza cubriéndola del frío. Llevaba sus pantalones Jean azul oscuro y unas botas negras.
Inhalando con fuerza bajo las escaleras, salió y se subió al auto como copiloto, abrocho su cinturón y tomando su estomago dejo que el sueño lo consumiera antes de llegar a su destino.
Media hora después no fue si no que su madre lo moviera, con no tanta delicadeza y lo despertara avisando su parada.
Él rubio bajo lo más rápido que pudo, podía leer el letrero "Hospital Cardiovascular -Emergencias" , bufo en desaprobación y entrando furioso, adolorido, se sentó en una de las sillas azules, plásticas e incomodas. Su madre mientras tanto, estaba en la recepción haciendo la fila, para pasar sus papeles y abrirle un nuevo historial medico.
Jimin sintió como las nauseas volvían a él, se levantó abruptamente tomando con una mano su estomago y con otra tapando su boca, no vomitaría, no frente a todos. Recorrió con la mirada el lugar y logró hallar el letrero de la figura de baños masculinos. Corría deprisa, abrió un cubículo y vacío lo poco que tenía dentro. Espero unos minutos que el mareo se fuera, se dirigió al lavabo, puso agua en su boca, enjuago y escupió. Agradecía llevar chicles, fuera quién fuera que lo atendiera <<Probablemente un señor de edad>> no quería tener un aliento de mil demonios.
Se encamino nuevamente a su sitio, pero, ¡Mierda!, cada vez se sentía peor, el dolor quería hacerlo llorar. Su cabeza parecía querer estallar y su estomago desaparecer, consumirlo desde dentro.
— ¡Mamá! — llamo entre jadeos.
— ¡Park Jimin! ¿Está aquí, Park Jimin? — alarmaron en ese momento desde una puerta blanca, un guardia.
— ¡Es mi hijo! — gritó YungMi y se fue inmediatamente a auxiliar a su hijo. Pasaron la puerta blanca entre tropiezos y una silla de ruedas fue ofrecida para sentar al rubio.
Inmediatamente el olor a medicina invadió las fosas nasales de Jimin, quien arrugo su entrecejo con desagrado, queriendo vomitar nuevamente. Al rededor un montón de personas conectadas para que el suero hiciera su efecto, otras sentadas con vendas.
¡Qué horror! ¡Odiaba ese lugar! ¡Y un viejo tendría que examinarlo!
Llego en ese momento, con una minifalda y camisa apretada blanca, resaltando sus curvas una enfermera, tenía en sus manos una agenda. Piel blanca, cabellos cafés lacios y largos, guapa. Pero la actitud una mierda.
— Jimin, ¿verdad? — cuestiono sin mirarle.
— Sí — respondió tosco.
— Mamá — la enfermera miro a Yung — Ayúdelo, en el consultorio 13, el doctor llegará en un instante — explico y se fue.
Sin decir nada su madre inmediatamente lo dirigió donde fue ordenado. Jimin entro al consultorio, se sentó en las sillas acolchadas que estaban frente al escritorio del doctor y espero. Su madre no estaba con él, era mayor de edad y podía recibir el resultado solo.
Creía que un viejo lo atendería, siempre es así en los hospitales, pero estaba jodidamente equivocado.
Cuando la puerta se abrió un perfume exquisito y masculino invadió el lugar. Como pudo giro y joder. Esto no le podía estar pasando, no a él.
Un pelinegro, de máximo 1.80 por altura, con bata blanca más abajo de los muslos, abierta que dejaba ver una camisa azul oscura que se ceñía a su ancho y musculoso torso, con un aparato que bien conocía colgaba de su cuello, con un jean negro que dejaba ver sus trabajadas piernas, unas botas negras.
Él hombre tenía la cabeza gacha, y cuando la levanto, Jimin sintió que tragaba seco. Sus facciones mixtas, quijada pronunciada, nariz grande que encajaba a la perfección, labios rosas, delgado el superior, algo grueso el inferior y ojos negros penetrantes.
Mierda, es jodidamente caliente.
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The Doctor. [Kookmin]
Fanfiction¿Qué pasa cuándo en vez de un señor de edad avanzada, le atiende un joven guapo y de su tipo? Situaciones caóticas, merecen medidas caóticas, ¿No? Park Jimin se enferma, es llevado a el hospital por su madre, pero en vez de un señor de edad le ati...