The Doctor. [Kookmin]

Capítulo 12.

A Jungkook ya le importaba un comino qué pasaba por su interior, besar a Jimin se sentía como tocar un pedazo de cielo, sí es que así era. No sabía qué pasaría, pero bueno. 

En el día siguiente paso a recoger a Jimin muy temprano, cambiaron los planes, quedarían en que primero irían a la clase de danza del rubio y luego a el hospital, como no tenía citas programadas Jeon acepto inmediatamente. 

— Jungkookie — saludo Jimin con un beso en la mejilla, recordaba el reciente beso y sus mejillas se teñían de rosa — ¿Ya desayunaste? — pregunto mientras abrochaba el cinturón. 

— Si, ¿y tú? — Encendió el auto. 

— Si. Mira la dirección del taller de Danzas, para que lleguemos rápido — le sonrió pasándole la dirección.  

— Claro — aceptó y se encamino.

En menos de cuarenta minutos ya estaban entrando al campus de danzas y Jimin saludaba a todo el mundo, era conocido por su carisma. 

Entraron a un salón con unos espejos grandísimos, piso de baldosa brillante. Jeon veía el lugar asombrado, era muy lindo. 

— ¿Puedes esperar aquí, Jungkook? La clase no tarda, ¿vale? — le dio un beso en la mejilla — Tienes el honor de verme bailar — hablo en picardía. 

— ¡Oh, que honor! — hablo sarcástico, ganándose un golpe en el antebrazo por el rubio — ¡Oye, sólo jugaba! Soy mayor, respétame — exigió. 

Jimin lo miro mal — Idiota — mascullo y se fue. 

La clase había empezado, los movimientos de Jimin eran impecables, limpios, certeros y elaborados... El doctor estaba asombrado, embelesado y mierda que verlo moverse de esa manera, mientras le regalaba miradas atrevidas lo había puesto mal. 

¿Cómo bailaba tan bien? ¿Por qué es tan lindo y sexy? ¿Me gusta? 

— Mierda — susurro ante su último cuestionamiento, él jamás vio a un hombre como su pareja, Entonces, ¿Por qué Park lo hacia dudar tanto? 

Jeon desapareció unos minutos, compro dos botellas de agua, para él y él rubio. Cuando volvió Park tenía un maletín sobre sus hombros y estaba en puntas buscándolo con la mirada, su cabello estaba húmedo, al parecer había tomado una ducha express en las bañeras de la academia... no le agrado la idea de que otro lo viera. Jeon se permitió comérselo de arriba abajo con la mirada, esa trusa se ceñía de manera perfecta a su cuerpo. 

Sacudió la cabeza para abrir paso a buenas acciones, era tarde, debían ir al hospital. Se acerco y le llamo — ¡Park! — resonó en todo lado y la gente lo volteo a mirar — mierda — susurro. Jimin inmediatamente corrió a donde estaba su guapo doctor y se colgó de su cuello, sintiendo como cada parte se tensaba. 

Se alejo apenado — Perdón, es que aparte de mis amigos nadie me ve bailar — aclaro la garganta — ¿Te gusto como baile? — empezaron a caminar al auto — realmente me esforcé para que vieras que amo eso — miro la botella y su sonrisa se amplio  — ¿Eso es para mi? — Jimin sabía que era tonto emocionarse con eso, pero Jungkook fue a comprarle para que se hidratara, se preocupaba por él o eso creía. 

Sin conocer que alguien los estaba viendo a lo lejos. Sobre todo, al rubio. 

Jeon despabilo y asintió, le tendió la botella — Claro, he comprado para ambos, debes estar agotado — devolvió una pequeña sonrisa. 

— Quién diría que el guapo doctor que me atendió, fuera atento — susurro audible para ambos. 

El pelinegro tosió y se sonrojo — Yo siempre soy atento con mis pacientes — fue lo que atinó a decir. Inmediatamente la sonrisa de Jimin disminuyo e hizo un puchero.