Capítulo 4.

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Jimin salió de el consultorio con una sonrisa tonta. Aunque fue humillante que él guapo de Jeon no correspondiera, estaba feliz. Lo había besado y eso nadie lo cambiaría. 

Cruzó las puertas blancas y sus mejores amigos lo recibieron con preguntas y alguna que otra golosina. Ellos no tenía en la cabeza concepto de -Enfermo-. Se subió de copiloto mucho mejor esta vez, y nadie le bajaba la felicidad.

— ¿Qué paso allí dentro — hablo Jin mientras conducía, era obvio que su amigo no dejaba la tonta sonrisa — Que yo sepa, te recibió esa perra enfermera. 

— Estoy de acuerdo, ¿Qué no nos contaste? — intervino el pelirrojo, y una sonrisa rectangular se apodero de él – ¿Acaso te encontraste con él guapísimo Doctor? — acertó, haciendo que Jimin se sonrojara recordando lo sucedido — ¡Así que te lo encontraste y no nos dijiste!

Jimin bufo y empezó a narrar lo sucedido, desde el estrellón, hasta las quejas y por último — Y lo bese — soltó como un maldito tomate. 

— ¡¿Cómo que lo besaste, Park Jimin?! — dijeron al unísono los Kim. 

— Pues sí — susurro — Lo bese, él no daba señales de nada. Pero bueno, no es como sí lo volviera a ver alguna vez en mi vida — aclaro. 

— No lo sé, pero eres un maldito — chilló Tae emocionado. 


Ya habían pasado dos semanas exactas desde que Jimin había enfermado. Su salud estaba en su pique más triunfal, sus notas habían mejorado por volver a asistir y efectivamente no volvió a saber nada del guapo Doctor Jeon. Aunque fantaseaba un millón de veces al día, en donde se encontraban, donde lo salvaba, en un café, no sabía. 

— ¿Puedes dejar de babear? Estamos en un bar — lo saco de sus pensamientos un pelirrojo. 

— Ya superalo, Jimin. Él doctor no vendrá por ti, ya lo hubiera hecho. En el historial medico esta tu número de teléfono y tú dirección — explico Jin — Tal vez es demasiado profesional o no es gay — levanto los hombros. 

Él rubio frunció el ceño — Sí no fuese gay o bisexual, no se habría dejado besar. Me hubiera apartado al instante o se habría limpiado los labios. 

— Tienes un punto — defendió Tae dandole un trago a el vaso de whisky. 

— No lo sé, deberías dejar de leer tantas cosas. Este es el mundo real, duele pero es así — desanimo.

— Cállate, tú quieres lo mismo — ataco. 

— Bien, calma. Todos queremos alguien en nuestra vida. Pero no hoy. Así que vamos a bailar y despabila, Jiminie — soltó Tae para sacarlos a la pista de baile y disfrutar de su noche. 

Efectivamente así fue. No eran de los que daban los polvos fáciles. Esa noche era de ellos tres y no querían que nadie interviniera.
Las caderas de lado a lado, el sudor bajando por todo el cuerpo, el alcohol haciendo su efecto.

Los tres eran amigos desde hace años, se conocieron en el último año de secundaria y contrastaron muy bien.

SeokJin era él mayor de los tres, tenía veinticinco. Era guapo, alto y el autoestima por la luna.

TaeHyung era él del medio, tenía veintitrés. Su cabello cambiaba de color cuando le venía en gana. Sus facciones muy masculinas.

Jimin era él menor de los tres, con veintiún años. Bajito e hiperactivo.

Se declaraban abiertamente gay. A excepción de Tae que era bisexual. Nadie los separó en los años que llevaban y menos ahora.

La noche transcurrió con normalidad, entre risas, bailes y chistes.
Sus mentes despejadas para en dos días volver a la maldita universidad, llena de trabajos y gente que decía ser más de lo que era.

—  Ya es tarde —  hablo Jin mirando el reloj de su muñeca, solía protegerlos mucho —  Vamos a casa, son las tres de la mañana.

Sin chistar todos asintieron y llamaron un Taxi para que los recogiera. Borrachos, pero buenos muchachos. 

—  Yo me iré caminando, es cerca mí casa —  dijo Jimin cuando estuvieron fuera del ruido.

—  ¿Cómo crees? Ven con nosotros, no vas a pagar nada —  dijo el pelirrojo, pero Jimin negó inmediatamente.

—  No es eso, enserio queda cerca. Caminando me baja el mareo. Y yo sé que ustedes van a quedarse en la misma casa. No quiero que vayan de parada en parada —  levantó los hombros, mientras sus manos se dirigían a sus bolsillos.

—  Jimin te puede pasar algo .

—  No me pasará nada —  dicho eso un Taxi se estacionó frente a ellos.

Dudaron unos segundos —  ¿Seguro? —  cuestiono el mayor.

—  Ya dije que si —  Chasqueo la lengua —  Estoy más cuerdo que ustedes. Ahora suban que hace frío —  les empujó.

—  Está bien, sólo porque tu casa es cerca. Cuida de ti. Te amamos —  hablaron mientras subían al Taxi y este partía segundos después.

—  Mierda, hace frío —  susurro y sonrió. El frío era su clima favorito. El alcohol ayudaba a no sentirlo directamente.

Él rubio camino unas cuadras. Todas las calles desiertas, uno que otro auto pasando.
Llego a un semáforo y al no ver nada, paso sin importar que estaba en verde.
Sólo unos pasos y el mundo se le volvió negro.


Jeon JungKook ese día había tenido turnos extra, su mejor amigo Yoongi no ayudaba en lo absoluto.
Eran las dos treinta de la madrugada y subía a su auto negro para marchar a casa. Joder que necesitaba un largo descanso.
En el camino sus ojos querían cerrarse, lo azotaban los colores opacos, por calmarlo y hacerlo dormir.
Aunque la carretera estuviera sola intentaba mantenerse despierto. No pensaba tener un accidente.

Pero, el universo estaba en su contra.
Sus ojos parecieron cerrarse por cinco segundos y cuando los abrió, su corazón se agitó de sobremanera al ver muy cerca a un chico, cruzando con el semáforo en verde.
No alcanzaba a frenar, así que giro el volante como pudo, pero una punta del auto logro golpear al muchacho mandándolo al suelo.

—  ¡Mierda! —  su respiración agitada, el sueño abandono su cuerpo y salió a auxiliar su víctima.
Iría a la cárcel, puta mierda.

Corrió y volteo el cuerpo del chico encontrándose con la pacífica cara de su paciente atrevido de hace semanas.

—  Esto debe ser una jodida broma —  hablo sarcástico mirando el rostro relajado del rubio, parecía dormir, aunque su sudadera estuviera rasgada llena de sangre —  ¿Jimin? —  susurro sin poderlo creer.

Había atropellado a quién fue él culpable de sus desorientaciones en el empleo.
En definitiva el mundo lo odiaba.


The Doctor. [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora