Your Voice

04: ¡Alerta, emergencia!

JiMin podía ver la palabra "Alerta" tatuada en la frente del señor Han. Removiéndose en la incómoda silla dio un vistazo a sus manos, carraspeando y mirando inquisitivo al gordo alfa.

Pesado. Solo podía decir que todo se sentía pesado.

—Park JiMin-ssi, el CEO ha llegado a una conclusión.

JiMin se estremeció, jugando con los dedos sobre el regazo. Apretó la rodilla. Exhaló una respiración temblorosa y rogó a todo lo que conocía que no estuviera tan mal.

Es decir, JiMin no era un mal chico. Nunca lo había sido. Claro, fue adolescente y los adolescentes eran tontos, pero, lo peor que había hecho fue decirle a YeRi, la fastidiosa niña de la clase B, que dejará de molestarlo. No fue su intensión cuando se cayó al suelo. Él sabía que no la había empujado tan fuerte. Ella simplemente era demasiado dramática. Lejos de eso, no había hecho nada horroroso; no había rechazado a sus pretendientes con dureza, solo era sincero como una pluma, rozando la verdad y vagando en el "encontrarás a alguien mejor", eso no era tan terrible. ¡Incluso había sido amable con sus tíos cuando niño! No hacía rabietas... No siempre. Eso lo hacía un buen niño.

¿Verdad?

Incluso el accidente no había sido su culpa. Él había intentado que las betas se tranquilizaran y había procurado mantener la calma. Eso le costó una camisa nueva y un moretón en el ojo que justo ahora estaba cubriendo con maquillaje porque el público no era muy receptivo a un aspecto maltratado. ¡Ese alfa no podía ser tan cruel! Tendría que tener algo de corazón considerando que pasó la mayor vergüenza de sus veintitrés años porque el hombre no se molestaba en seguir las leyes.

Él era demasiado sensible por la voz alfa, ¡No podían culparlo!

El señor Han suspiró, llamando su atención. —Por ahora y, considerando tu participación en el incidente, lo va a dejar pasar. —JiMin lo miro con los ojos abiertos de par en par. El gordo alfa se rió. —Sorprendente, ¿No? El castigo de HyungSik si no es removible porque atacó a las betas, pero, fue muy indulgente contigo por las lesiones. Hablando de eso... —El alfa se vio preocupado. —¿Qué tal esas quemaduras? ¿Has ido a que te las revisen?

—Descuide. —JiMin dijo, todavía un poco atónito. —No han sido tan graves como para ir al hospital.

—¿Tú ojo?

—El maquillaje ha prestado su colaboración. —Rió. —No duele mucho.

—Bien, entonces. Creo que es todo.

—Gracias, señor Han.

El señor Han inclinó suavemente la cabeza y JiMin se despidió de la misma manera, saliendo de la oficina y soltando todo el aire en sus compungidos pulmones. La tensión abandonando sus músculos y relajando la mandíbula. JiMin pensó, divertido, que ha este paso no tardaría en estar despedido y sacudió la cabeza, decidido a no meterse en más problemas. Se marchó con paso firme y se encontró en la tienda, observando a HyungSik en el mostrador, encargándose de una compra con una sonrisa.

La campanilla en la puerta de entrada sonó y JiMin se volteó, dispuesto a atender al cliente por su cuenta mientras HyungSik, que parecía ocupado, se encargaba del siguiente en la fila de la caja.

Su expresión se descompuso. Obligó a sus labios a reaccionar y a extender una tensa sonrisa.
Se acercó al cliente, sosteniendo con esfuerzo la sonrisa. —¿Puedo ayudarle, CEO?

Kim SeokJin sonrió y JiMin leyó "¡Alerta, emergencia!" En los rosados labios del alfa; su masculino rostro curvándose en una mueca difícil de leer. De repente, JiMin ya no estaba tan seguro de no volver a meterse en problemas, los ojos divertidos del otro calando vergonzosamente en sus entrañas, apretándole el estómago desagradablemente.