...Especial 2...

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Se tiró en su cama sintiendo toda la impotencia y furia que esa situación le causaba. ¿Por qué no al menos una vez en su vida confiaba en él?.

Las rabiosas lágrimas que había escondido de aquella persona salieron silenciosas y sin permiso, mientras el dolor de cabeza incrementaba y su respiración errática era lo único que se escuchaba en la habitación.

Tomó con fuerza sus mechones negros tratando de no volverse loco, porque Min Yoongi estaba seguro de que la cordura no le  duraría demasiado.

-Me voy- soltó en un susurro. Quería irse de allí, debía hacerlo.

Inmediatamente se levantó de la cama y empezó a preparar en una mochila todo lo que pensó que sería indispensable; no sabía qué sería de su vida de ahora en adelante, pero lo único que sabía era que no perdería más tiempo estancado.

Ya no había nada que realmente necesitara y para asegurarse de ello echó un vistazo al pequeño cuarto, donde sólo un objeto resaltaba de entre toda la oscuridad y frialdad que la situación le daba a aquel espacio: un portarretratos de un fino marco dorado, donde se podían ver a dos chicos alegres, abrazados y sin preocupación alguna.

Entonces ese fue el momento en el que Min recordó lo importante que aquella persona fue en su vida, el único que siempre estuvo para él y lo apoyó hasta en sus más locos sueños, y que estaba allí afuera, tal vez, defendiéndolo como siempre lo hizo.

No merecía que se fuese sin despedirlo.

Tomó el objeto y lo guardó en la mochila azul oscuro que fue cerrada y llevada a sus hombros, entonces largar un gran suspiro fue lo último que hizo el pálido antes de girar la perilla y verlo...

-Tú me llamarás, me contarás cómo te estás volviendo una maldita estrella musical y yo estaré orgulloso como siempre lo estuve de ti ¿Me entediste? No seas idiota y no dejes que ningún ser humano en este planeta te impida tocar el cielo...- Geum-jae se dirigía a su hermano entre lágrimas, y un abrazo de consuelo y apoyo se formó entre los hermanos Min.

》Vas a ir allá y dirás que eres Min Yoongi y que llegaste para conquistar al mundo con tu talento y cumplir tu sueño, la pegas con cinta o con cualquier mierda pero vas con esta carta a por todo ¿Sí?- el menor de ambos asintió y recibió la carta anteriormente destrozada por su padre, para luego dirigir su mirada hacia la ventana de la casa que señalaba su Hyung.

Y saltando por allí fue como dejó toda su vida atrás, hacia un mundo totalmente desconocido y escalofriante donde no habría vuelta ni retorno.

...

El reloj daba a las diez y media cuando el portero de aquella empresa en bancarrota podía observar a un pálido chico de unos recientemente cumplidos 19 años, con un gorro mal puesto y una cara de pocos amigos.

El pelinegro no dió explicación alguna, sólo mostró las dos mitades de la carta con sus manos temblorosas para darle la oportunidad al hombre de leer, fue entonces cuando la puerta del pequeño y viejo edificio se abrió frente a los ojos del chico y en donde Yoongi ya podía sentir el calor que acogía allí dentro, salvándolo de esa fría noche.

-Diríjase hacia el elevador de la derecha en el tercer piso, Bang Shi Hyuk querrá hablar con usted- indicó el sujeto en un tono neutro, a lo que Min hizo una pequeña reverencia y entró a aquella edificación.

El hombre fofo y alegre con el que se encontró al abrir la puerta de la oficina estaba revisando su computadora, pero paró de hacer todo y empezó a espectarlo. Una sonrisa salió de sus labios al identificar al muchacho.

-¡Hey! Min Yoongi ¿O no? Un gusto en conocerte, soy Bang Shi Hyuk, tu CEO de ahora en adelante. ¿A qué se debe tu agradable e inesperada visita nocturna?- preguntó carismático, pero en ese momento el pelinegro quedó pensativo...

𝚂𝚞𝚎ñ𝚘𝚜 𝙼𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝙽𝚊𝚛𝚊𝚗𝚓𝚊 ~𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora