CAPITULO 29 - La pesadilla comenzó

31 6 0
                                    

Esperaba que respondieras la cuarta llamada que te dejaba en la mañana.

Apenas vi que contestaste, me faltaba el aire por hablar.

— ¡Hey! Ethan. Debí estar ahí, si sientes que pones de más en esta relación, intentare dar todo y lo mejor de mí.

—Olvidémonos de lo que paso anoche ¿Si? No volverá a pasar.

Eso hicimos, seguimos adelante. Solo eso nos dijimos en la llamada. No volvimos a tocar el tema. Pero eso no evitaba que no lo piense. Esa noche llegue a mi casa repitiéndome todo lo que me habías dicho y creyéndomelo.

...

Después de dos días, Aida me escribió y me dijo que se aprendió otra canción quería que la escuche.

Estaba sentada con los ojos cerrados solo sintiendo la hermosa melodía que recibían mis oídos. Era relajación además de que la casa olía a canela cuando entre. No tenía la mínima idea donde estaba Ethan, solo estábamos ella y Mónica que estaba haciendo maravillas en la cocina.

Justo cuando acaba de tocar hasta la última cuerda. Se escucha la puerta cerrarse.

— ¡Aquí está tu pastilla! —grito Ethan anunciando su llegada.

Tal parece que no vino solo. Vi como Zack se apoyó en el respaldar del sofá, no tenía idea de cómo noto mi presencia.

— ¿Cómo estas, linda? —me susurro muy cerca de mi cuello.

Solo trague saliva por el escalofrió que me dio al escuchar su voz gruesa. Sonreíste victorioso al ver mi nerviosismo.

Ethan se dio cuenta de mi presencia, vino a mí y me dio un beso mordiendo mi labio. Me aleje algo incomoda por la demostración afectiva. Zack solo rodo sus ojos, es una clara señal que algo le molestaba. No entendía si le molestaba que yo estuviera con Ethan o que él se comporte así delante de él.

Esa tarde estaba más brusco, no me dejaba ni mirar a Zack, cada vez que le decía algo me apegaba a él y yo solo sonreía forzadamente.

Me despedí de todos y salí después de casi encadenar a Ethan a la mesa para que no me siga y yo podía irme sola a casa.

— ¿Qué rayos paso adentro? —me dijo Zack cerrando la puerta.

—Créeme yo también quiero saber.

Zack bufo y sonrió. Se acercó y me agarro de los hombros y revolvió mi cabello. Me aleje un poco no porque no me haya gustado. Zack es mi amigo pero hay que mantener distancias con él.

—Vine con la esperanza de hablar con Ethan, pero me robaste la atención de mi mejor amigo, linda. —me dijo mientras caminábamos.

—Puedes hablar conmigo. Somos amigos ¿No? —lo alenté mirándolo esperando una respuesta afirmativa.

—Si...

Esperaba hacerlo bien esta vez, esperaba que él hable, y yo escucharlo. Ser todo oído para él.

—Es mi familia, son problemas económicos, por eso lo del trabajo. Mi hermana tiene un restaurante pero ella dice que todo está bien. Pero sé que lo van a cerrar. Mi mama es diabética y necesita medicina. —hablo sin mirarme y con las manos en los bolsillos.

Lo entendía, sabía lo que el pasaba. Tengo a mi madre en silla de ruedas eso hace que la cuide más, y ocupe más medicamentos por sus enfermedades, como mi padre.

—Si quieres te puedo ayudar con algo de dinero. —dije sin pensar bien.

—No, estaremos bien. Rodrigo y yo trabajamos el me ayuda en algo.

Fumando tu recuerdo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora