CAPITULO 42 - Los 10 días

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DÍA 01:

No me asustaba tanto, no me veía manchada del todo, pero la presión de Ethan y las amenazas que recibía era lo que me aterraba, empezaba la semana. 9 días restantes en los que podría vender hasta un riñón para salvarlo. No podría ser que nos maten, seguía molesta con él, me sentía asustada en algo que no era mi problema.

DÍA 03:

Esto empezaba a causarme insomnio, con más razón teníamos que acabar con este asunto. Sacaron fotos de su madre y su hermana, una foto mía saliendo del colegio. Deje de juntarme con todos en el colegio, no miraba a nadie a los ojos. El miedo se apodero de mí, cargaba de arriba para abajo un cúter, no sirve mucho pero algo tenía que tener para sentirme aliviada.

Empecé a tomar seriedad, me metí silenciosamente en el curto de mi madre y le quite dinero. Me hace sentirme como una mierda, pero prometo que se lo devolveré.

DÍA 05:

No llevábamos ni la mitad de lo recaudado, las noches se volvían un caos, las llamadas que Ethan me hacía eran involuntarias, le contestaba para que no haga escándalo, y miraba mi ventana con audífonos hasta que se canse y cuelgue. No quería escucharlo, escucharlo me llevo hasta aquí. Me sentía como un delincuente con el miedo que la policía lo capture. El hambre desapareció de mi cuerpo, el sueño, la concentración, las ganas de seguir, los exámenes ni los estudiaba, la sonrisa. Solo había algo dentro de mí. MIEDO.

DÍA 07:

Ellos necesitaban avances, nuestro avance era una miseria.

—Necesitas calmarte. —me dijo cínicamente mi acompañante.

—Necesitas dejar de meterte en estas mierdas. —dije con la mirada frente a la casa desconocida para mí. Y el corazón acelerado.

Esta era la dirección que nos dieron, para ser traficantes me imagine un edificio abandonado.

— ¡Buenas! —grito Ethan apenas puso un pie en la casa.

Le di un golpe en el hombro en forma de "¿Qué rayos haces?"

—Mi dinero. —escuche una voz gruesa proveniente de un cuarto.

El dinero lo traía Ethan, preferí no tocarlo, los nervios me hacen olvidar cosas.

—Nos pidieron un avance, aquí esta. —dijo Ethan desde el marco de la puerta.

Al asomarme por la puerta, pude ver cuatro señores rodeando una mesa juagando cartas con botellas de cerveza sobre la mesa. Se veía todo en orden, observaba todo para distraerme.

—No te memorices la casa en tu cabeza, niña. —Me hablo el hombre calvo. — ¡Acércate!

Empuje a Ethan para que le entregue el dinero el negó la cabeza pero era una maldita cobarde.

El hombre recibió el único billete que alcanzamos a recaudar en la mitad del tiempo.

— ¿Qué es esto? ¿Crees que esto es un juego? —le hablo a Ethan mirándolo fijamente.

En mi mente pensé que él era una especie de líder. El hombre calvo le hiso un ademán con su cabeza a la persona de sus costados.

El hombre se acercó a mí a largos pasos, en forma de trote, solo lo miraba mientras dejaba su cerveza. Me tomo del hombro sujetándolo fuertemente, solté un quejido de dolor. Me llevo al lado de Ethan arrastrándome con las manos en mi espalda como si fuera un prisionero, podía sentir su cuerpo atrás mío, eso me llevo a vagos recuerdos pero no quería estar débil.

Fumando tu recuerdo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora