Fumando tu recuerdo (TERMINADA)

CAPITULO 39 - Ya no...

Un solo beso puede cambiar una amistad, ¿Debería arrepentirme por besarme con él? No estado completa, hace años que deje de estarlo.

—Brianna, Zack dijo que en mi casa se vean. —hablo Ethan por la llamada.

No le vi raro después de todo, iba hablar con Zack, y él me dijo que iba a recoger algo de Ethan en su casa, al parecer aún no se va.

Camine después de todo no estaba tan lejos.

Me puse la capucha a pesar de que no corra tanto el viento. Estaba afuera de mí a unos metros de mí.

— ¿Puedes llamarlo, por favor? —le hable con la mirada en mis dedos.

—Pasa y llámalo tú. —este abrió la puerta cediéndome el paso.

Rodé los ojos, tan fácil que era gritar su nombre.

Pase y su sala era como un desierto, ni una alma de una persona.

— ¿Dónde está? —le pregunte inocentemente

Escuche el seguro de la puerta siendo apretado. ¿Por qué diablos cierra la puerta con seguro?

— ¿Qué haces? —voltee mirándolo intrigada.

—Quiero hablar contigo sin que huyas. —paso por mi lado.

Me acerque a la puerta principal y la forcejee, era inútil pero lo intente.

—No quiero hablar contigo, abre la maldita puerta ahora mismo. —le dije entre dientes.

—Solo siéntate y escucha.

Se acercó y me tomo del brazo incitándome a sentarme frente a él.

— ¿Estas enamorada de Zack? —me pregunto mirándome fijamente.

No me interesaba estar aquí frente a él y escuchar su estúpido juego.

Solo me levante para irme, pero de un solo empujón me volvió a sentar. Aun con la mano en mi brazo que apretaba con fuerza soltó un suspiro.

—No, y si así fuera. No te interesa, nada que venga de mí de ahora en adelante, te debe de interesar.

— ¿Por qué siempre están juntos? Ahora ibas a salir con él, me consigo una novia y ya te quieres revolcar con cualquiera. —parecía indignado.

— ¿Te estas escuchando? ¡Tienes novia! —exclame. —Existe el concepto de amigos, después de todo él ha sido el único que me ha entendido.

— ¿Por qué te alejaste de mí? —me pregunto en un tono desinteresado

—Porque no existen motivos para quedarme. —aclare. —Ahora quítame las manos de encima y déjame ir.

—Para que te revuelques con él. El estúpido Zack, el pañuelo de lágrimas. —con su rostro haca muecas.

Le podría haber aguantado todo, pero que hable así, No.

—La maldita droga que consumes, te caga el cerebro. —le dije y quite con brusquedad su mano.

—No sabes una mierda. —me dijo sosteniendo la mirada como si fuera un concurso.

—Y no me interesa saberla. —me pare y camine a la puerta.

Este intento ir tras de mí, aun así me detuvo. Solo tenía la opción de meter la mano en su bolsillo y buscar la llave.

Introduje mi mano en su bolsillo derecho, este me la quito rápidamente y solo elevaba mis sospechas que hay estaban. En un forcejeo algo cayó al suelo, tenía la esperanza que sería la llave. Pero nunca se escuchó el sonido.