CAPITULO 5 - No eres como las demás y eso me gusta

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Se dedicó a verme como si esperaba una respuesta y era lógico. Pero no quería hablar de nada de lo que paso hoy, quería disfrutar el momento con él, quería despejar mi mente y evitar la realidad, no volver a ella.

—¿Qué? —pregunte queriendo saber porque me miraba tanto.

—¿No me contaras verdad? —se le notaba en su rostro cansado, tal vez no durmió nada.

—Es una larga historia.

—Tenemos tiempo.

No le quería contar por razones, no quería llorar delante de él, mucho menos que las demás personas me vean. Odio que me vean llorar, odio que piensen que soy débil, cuando solo yo sé cuántas veces llore y salí sonriendo como si estuviera todo bien.

—¿No confías en mi verdad? —volvió a hablar pero su tono, la mirada que puso, algo andaba mal.

—No es eso, ¿Bien? Deja de matarte con dudas. —necesitaba quitarle esas preocupaciones de su mente.

Mira quien lo dice, la que se auto destruye.

—¿Descansaste? Te ves cansado, tus ojeras te delatan amigo. —¿Amigo? ¿Porque dije eso?

—Si... bueno, no amiga.— uso ese tono burlón. Resalto muy bien esa palabra.

—Tenemos aproximadamente 20 minutos o más, ven,

Agarre su mochila que la tenía sobre sus piernas, y la coloque en mis piernas. Use un poco de fuerza para que pueda recostarse. No era una posición muy cómoda ya que los asientos son pequeños, pero trate de acoplarme.

—No necesito esto para estar cómodo. —Quito la mochila, y la coloco en el piso, volvió a acostarse de lado.

Bueno, el dormiría, yo fijaría mis ojos a la vista por la ventana.

—No quiero dormir así.

Se giro para quedar recto, y sus ojos se dedicaron a contemplar el techo unos segundos. Hasta que se fijó en mis ojos que lo observaban tratando de entender, como mi vista estaba hacia abajo observándolo. Es como si nos comunicáramos a través de las miradas, no sé lo que intentáramos transmitir pero es conexión estaba presente.

Un mechón de mi cabello se soltó, él lo noto y lo coloco atrás de mi oreja. Y aquí va de nuevo esa sensación dentro mío y su sonrisa... ¿Cómo tiene una sonrisa perfecta?

—Quiero verte cada momento antes de dormir. —susurro y cerró los ojos.

Me dedique a acariciar su cabello, note que le gustaba por la sonrisa de labios que puso antes de quedar profundamente dormido.

Pensé en todo lo que estaba pasando, en el cambio radical que tengo, en como cambie en el colegio, en como mi única amiga ya no era mi amiga, en como conocí a alguien tan maravilloso que esta cuando más lo necesito sin pedirlo.

¿De dónde saliste Ethan? ¿Quién eres? ¿Cómo estuviste en ese momento exacto? ¿Cómo sabe que decir siempre? ¿Por qué no te alejas de mí? ¿Qué buscas en mí?

No quería despertarte, te veías tan dulce durmiendo, así que te pague el pasaje, el cobrador nos veía raro pero para que se calme y no insinué cosas raras, le sonreí ligeramente.

Después de aproximadamente 20 minutos de camino, se acabó la paz, me sentí mal porque apenas dormiste pero ya era momento de bajar

—Ethan... Oye... Ya despierta, tenemos que bajar. —te moví sin ser brusca.

Te acomodaste en el asiento mientras bostezabas y te sobabas los ojos. Recogí tu mochila y me la coloque en las piernas para no olvidarnos. El bus paro y le hice señas para indicar que teníamos que bajar, ya que parecías perdido sin saber a dónde ir. Avanzamos hacia la puerta pero aun así parecías perdido así que tuve que tomarte del brazo para que avancemos antes de que cierren la puerta y el micro avance.

Fumando tu recuerdo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora