Al entrar en el colegio me separé de Paul ya que a él le tocaba historia. Entré al salón y descubrí que no había asientos vacíos. Mierda, se me había hecho demasiado tarde. Divisé un asiento en el fondo. Me apresuré a sentarme con esa rubia oxigenada. Iug odiaba sentarme con populares. Me tiré en el asiento y esperé a que el profesor llegara.
-Grasa.- murmuró ella.
No dije nada, no quería pelear pero esta chica empezó a provocarme.
-No sé cómo es que Emma se juntaba con vos.
Mi lápiz dejó de escribir mientras yo lo tomaba con fuerza con el puño cerrado a su alrededor.
-Y Jony. Muy lindo para vos.
Mis ojos ardían, todo el dolor y la rabia que habían estado en mi interior me hicieron ponerme de pie de golpe.
-No vuelvas a hablar de ellos.- advertí y ella me miró desafiante. No quería pelear, no hoy.
Tomé mi mochila dispuesta a irme.
-Se ofendió la pobretona.- todos empezaron a reír a carcajadas.
Me acerqué a la chica y le dejé un hermoso corte carré para que lo disfrutara.
-¿Tus papas no te enseñaron modales?- dijo entre lágrimas. Su pelo era su punto débil.- Cierto que no tenes. Te abandonaron, por gorda, fea, asquerosa. Les dabas vergüenza, chiquita. Mi pelo puede volver a crecer pero ni tus papas, ni Emma, ni Jonatan van a volver.
Salí rápidamente del colegio y corrí hasta la casa de Paul donde estaba mi auto. Arranqué a toda velocidad cegada por las lágrimas. Un auto empezó a seguirme. Cuando llegué al mismo lugar de hace dos noches subí la velocidad al máximo y el auto detrás de mi me imitó. No veía quién conducía porque las lágrimas bañaban mis ojos. Esto y la finita lluvia que caía me impidieron ver el camión que se acercaba por la mano contraria. Lo esquivé en el último segundo y el auto comenzó a dar vueltas cuando impactó con su parte trasera. Apenas se detuvo bajé y corrí por la zona semi desértica. Corrí llorando hasta dejarme caer de rodillas mientras abrazaba mi cuerpo. Grité, grité porque mi interior estaba desgarrándose y dolía como los mil demonios. Unos pasos corrieron hacia mi pero no tuve tiempo de reaccionar, me rodearon rápidamente.
-Clara.- gritaba una voz masculina pero yo sólo podía llorar y gritar tratando de soltarme.
Los brazos me inmovilizaron por completo hasta que fui capaz de calmarme, no sé cuánto tiempo pasó, pero las lágrimas fueron cesando aunque el dolor seguía ahí.
-Ya está, ya está.- susurraba la voz en mi oído y supe que era quién me seguía con su auto.
Volteé para encontrarme con los ojos de Zayn. Me senté en el piso aún rodeada por sus brazos.
Me llevé las manos al rostro y noté un dolor punzante sobre mi ceja. Al retirar la mano vi la sangre.
-Mierda.- dije, pero la realidad es que eso no era lo que más me importaba.
-Vamos a casa, Clara.- dijo Zayn ayudándome a pararme.
-Mi auto.- dije cuando nos acercamos y lo vi ahí con magulladuras y los espejos y el parabrisas roto.- ¿Qué te hice?- dije acariciándolo.
-Van a venir a buscarlo y lo van a llevar al taller en el que siempre lo trabajan.- dijo.
Genial, Mark no estaba pero yo tengo las llaves voy a poder trabajar en él.
Zayn me llevó al audi negro en el que el me había seguido. Subí y él me tendió algo para que parara un poco sobre la sangre.
-No me lleves al hospital.- pedí y él me miró.- Yo me encargo de curarlo pero al hospital no.
Supe que Zayn tenía sus dudas pero no dijo nada. Llegamos a la casa y nos topamos con todos, genial.
Subí rápidamente y me metí en la habitación.
-No saben cómo manejaba.- dijo Zayn. -Me costaba no perderla de vista, parecía que quería matarse conduciendo así.- sonaba asustado.- No sé cómo es que no vio a ese camión o capaz fue directo a él. El auto se volteó varias veces y luego ella se echó a correr hacia la nada. Cuando la tomé parecía fuera de sí. Gritaba, lloraba y trataba de zafarse. Chicos, no sé qué hacer, es muy difícil, no sé qué le pasaba, no sé por qué se salió de clase ni por qué conducía de esa manera. Tiene 15 años. ¿Dónde consiguió un auto?
Cerré la puerta con fuerza para dejar de oírlo todo. Me metí en el baño y agarré mi botiquín, cosí la herida de la ceja y una que tenía en el brazo pero no podía hacer lo mismo con las partes de mi interior que se habían desgarrado por completo.
Me senté en el piso del baño con la vista perdida en las paredes. Me saqué mi remera manchada de sangre y tomé otra, genial ya no tenía ni siquiera remera. La del accidente se había dañado. Bajé las escaleras con un short y una remera de mangas largas. Me deshice de mi remera dañada y me dediqué a lavar mis pantalones.
-No se van a secar, mierda.- dije en un murmullo.
-Usa otros.- dijo Harry entrando en la cocina.
-No tengo otros.- dije de mala gana.
Yo sabía que Harry me odiaba, se notaba a millas de distancia. Louis también aunque no tanto. Zayn me tenía lástima, igual que Liam y a Niall le era indiferente.
-No mientas. - dijo él amenazante.
-Abrí el armario y fijate la ropa que tengo, imbécil.- le solté en la cara.
Al parecer recordó lo que Liam les había contado.
-No me das pena, mocosa.- dijo él.
-Lo sé, de todas formas no me interesa darte pena, desgraciado.
Su mano impactó en mi mejilla fuertemente.
-No vuelvas a llamarme así.- gritó.
-Voy a hacerlo si quiero, maldito desgraciado.- le grité y su mano volvió a impactar en mi mejilla.- No vuelvas a tocarme.
Elevó su mano pero Liam la detuvo.
-¿Qué haces, Harry?- preguntó escandalizado.
-Le enseño modales.
-Subí a tu cuarto, Clara.
Hice caso, no era la primera vez que me pegaban después de todo, algunas de mis cuidadoras solían hacerlo.
Cuando entré en la habitación me encontré con que mi foto no estaba. Empecé a revolver todo pero no la encontraba. Revisé toda la casa y la encontré en el tacho de la basura. Las lágrimas volvían a fluir mientras la abrazaba en el suelo de la cocina.
-Que patética.- dijo Harry entrando con Louis.
-¿Fuiste vos?- pregunté pero él no respondió.-¿Fuiste vos?- dije ahora mas alto.
-Si.- dijo él sirviéndose jugo.
-No tenes la mínima idea.- dije negando con la cabeza. -Yo no te digo que me tengas lástima, no te pido nada, ni siquiera pedí que me trajeran acá. Pero esto es lo único que tengo.- dije señalando la foto. -Esto respetalo.
-¿Por qué iba a hacerlo?¿Por respeto a vos?- rió con sarcasmo.
-No.- dije tranquila. -Por respeto a ellos.
-¿Y por qué habría de respetarlos?- preguntó mientras Louis reía.
-Porque todos tenemos que respetar a los muertos.
Salí de ahí escuchando como las carcajadas de Louis se apagaban de golpe.
Esa noche me desperté pero no salí por la ventana, no tenía sentido, no tenía mi auto. Caminé por la casa con la fotografía en mis manos.
Tomé el teléfono y busqué el número de Paul en la guía telefónica.DESDE ACÁ COMIENZA EL NARRADOR QUE VA A MANTENERSE POR EL RESTO DE LA NOVELA.
Cuando Paul atendió ella sintió que todavía quedaba alguien a quien le importaba.
-Hola. - dijo ella.
-Hola. - dijo él.
-Se acerca.
-Lo sé. - respondió él con un susurro.
-Me gustaría que eso no hubiera pasado.
Ambos hablaban llenos de nostalgia.
-A mi igual.
-Sabes que si él hubiera ido en el asiento del acompañante y yo manejando hubiera sido al revés ¿no?
-No lo digas.
-Él seguiría vivo, Paul.
-Tal vez no.
-Lo extraño, Paul, a él y a Emma. Si nada hubiera pasado él hubiera cumplido 16 años y estaría a dos horas de cumplir 18. Me siento mal, Paul.
Un sollozo salió de los labios de ella.
-Vení a casa.
-No puedo. Mi auto... Tuve un accidente, Paul.
El teléfono se cortó. Liam miraba todo atentamente desde la escalera con Niall, Zayn y Louis.
Ella se acercó a la ventana, sabía que su amigo iría y que discutirían. Cuando lo vio llegar corriendo salió de la casa. Los hombres se asomaron a la ventana.
-¿Cómo es eso de que tuviste un accidente?- preguntó el chico furioso.
-No lo vi.- sollozó ella.- No lo vi venir, estaba enojada, furiosa, triste, dolida. Estaba llorando y no lo vi.
Ella le explicó cómo había sido el accidente.
-¿Por qué te fuiste de la escuela?
Ella guardó silencio unos segundos. Los hombres esperaban la respuesta, Paul esperaba la respuesta, Harry esperaba la respuesta escondido allí.
-Fue Bárbara.
-Le cortaste le pelo.- chilló el chico y los demás abrieron los ojos como platos.
-Lo sé, sacó lo peor de mi.
-¿Qué te dijo?
-Empezó con mi aspecto, cosa que no le di importancia, después me dijo que no sabía cómo era que Emma se había juntado con alguien como yo y empezó a hablar de Jony. Traté de que parara, lo juro. Pero terminamos así y después...- se le cortó la voz.- Me preguntó si mis padres no me habían enseñado modales y dijo que ellos me habían abandonado por ser fea, gorda, asquerosa. Porque se avergonzaban de mi.
Él la rodeó con sus brazos.
-Sabes que eso no es así.
-Me dijo que su pelo podía volver a crecer pero que ni mis papás, ni Emma, ni Jony iban a volver.
Las lágrimas salían de los ojos de Paul también.
-Hoy Harry tiro al tacho la foto, la tiró, Paul.- dijo ella llena de lágrimas.- Tiró la única foto que quedó después de aquel día. No puedo, Paul, quiero que vuelvan, quiero cambiar esa maldita noche. Yo tendría que haber manejado no ir de acompañante. Yo me tendría que haber muerto, no él.
-No lo digas más, por favor.- suplicó Paul. - Sabemos que eso casi pasa y no quiero saber qué hubiera pasado si no hubieran logrado reanimarte. Te amo, Clara, no te olvides de eso. No te olvides que me tenes a mi, a tu mejor amigo, tu hermano y no voy a dejarte. Que se vayan a la mierda estos cinco si no saben apreciarte, yo te amo y estoy acá con vos.
La chica le echó los brazos al cuello abrazándolo con fuerza.
-No quiero que vuelvas a correr, por favor.
-Lo hago por ellos. Jony siempre me decía que yo iba a ser una campeona, no quiero defraudarlo.
-Cuando estabas a punto de morir Jony me dijo "si yo no le hubiera mostrado este mundo, el amor de mi vida no estaría peleando por la vida. No quiero que ella se vaya, no ella". Él tampoco quiere que sigas, Clara. Llevas dos años invicta, dejalo por favor.
-Es lo único que me mantiene unida a él, Paul.
-No voy a dejarte seguir.
Ambos se quedaron en silencio. Un silencio que ella rompió segundos después.
-Feliz cumpleaños, Jony.
-Feliz cumpleaños, amigo.- dijo Paul.
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Un mundo por descubrir
FanfictionMi nombre es Clara West y gran parte de mi vida es algo de lo que no puedo hablarles porque no lo sé, comenzando por mis padres. Acabo de cumplir los 16 años y, realmente, no sé quién soy.