[𝐉𝐢𝐦 × 𝐊𝐫𝐞𝐥] 𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬/ 𝐒𝐨𝐧𝐠-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

Un amor victoriano

En este One-shot Jim y Krel serán humanos.
Antes de empezar les quería decir que he puesto varias imágenes (lugares o cosas) para que puedan imaginarse mejor lo que esta pasando. ¡¡Ahora si comencemos!!

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1860, era la época victoriana, nuestra historia empieza en un pequeño pueblo a las fueras de Inglaterra llamado Arcadia.

Como era un pueblo pequeño, todos se conocían y no era de esperar que si algo mínimo pasaba, todo el mundo se enteraría, y así fue como en solo un par de días el rumor de que nuevas personas arribarian Arcadia se hizo la noticia de la semana.

Los rumores decían que eran de una tierra lejana, llena de increíbles inventos y muy rica, otros decían que eran los reyes de esa tierra quienes vendrían a vivir a su pueblo, era una noticia que corría por todo el pueblo, pero de una cosa no estaban seguros y era, ¿Por qué mudarse a Arcadia?

Dos semanas pasaron cuando tres carruajes llegaron a Arcadia, todo el mundo los vió pasar por la calle principal, eran enormes carruajes llevados por hermosos corceles, los vehículos eran de un color azul marino y tenían una decoración extraordinaria, de un azul claro, tenían los detalles más hermosos que hubiesen visto, que hasta parecía que los carruajes brillaban, como si fuesen mágicos.

Apenas cruzaron la calle todo el mundo empezó a hablar, las noticias corrieron tan rápido que en ese momento en el mercado, Barbara Lake, una mujer que se dedicaba a la enfermería, y que era de una de las familias más ricas del pueblo oyó que los carruajes se dirigían a la calle donde vivía.

Se emocionó tanto, ya quería conocer a sus nuevos vecinos, ya entendía porque la casa al lado de la suya había sido remodelada para vender, apenas terminó de comprar los alimentos para la semana, paró un carruaje para dirigirse a su hogar.
- ¡Jim! ¡Jim!- Barbara llamó a su hijo apenas cerró la puerta de su hogar, afortunadamente había llegado antes que los carruajes

Como no oyó respuesta fue a buscar a su hijo, fue al segundo piso, pero este no estaba en su habitación, bajo al sótano y tampoco lo vió.
- ¿Jim? ¡Donde estas!- entonces recordó, ¿Cómo podía ser tan boba?

Fue a la cocina y salió por la puerta de atrás hacia el jardín, donde vió a su hijo leyendo arriba de un árbol.
- ¡Jim!- lo llamó, y esta vez el joven pelinegro oyó a su madre
- ¡Hola mamá!- dijo guardando su libro entre su pantalón y su playera para poder bajar mejor el árbol

Ya estando abajo le dio un beso en la mejilla a su madre.
- Te he estado buscando por todas partes
- Lo siento, sabes que me gusta leer en las tardes
- Si, arriba de los árboles, algún día te caerás por estar tan sumido en tu lectura
- No te preocupes por mi mamá, ¿Para qué me buscabas?

Entonces Barbara recordó porque estaba tan apresurada.
- ¿Oiste que varios carruajes arribaron al pueblo?
- Sí, es de lo único que hablan en estos días, Tobes me habla de ello todo el tiempo
- Bueno, pues oí que vienen para acá
- ¿Crees que se muden al lado?- dijo viendo la casa frente al jardín, donde una cerca dividía su patio con el de su casa
- ¡Si! estoy segura, para eso te estaba buscando, los carruajes llegarán en cualquier momento y quería pedirte que si podrías hacer alguno de tus famosos postres para darles la bienvenida