Amor Completo

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Nadie era perfecto, las relaciones también seguían esa regla. Con Hernán llevaban algunos días un poco distanciados... Si tenía que ser justo, ellos aún se demostraban amor con miradas o palabras, y parte de ello era costumbre si pensaba que ya llevaban algunos años juntos.

Pero hace menos de una semana Andrei se sentía un poco melancólico y no sabía el motivo. El castaño siempre fue de ánimo fluctuante, sobre todo cuando cambiaban de estación. El otoño golpeaba fuerte en el ánimo del pendejo y se reflejaba en todos los aspectos de su vida. Hernán ya se había dado cuenta de eso, él era muy suspicaz y ya sabía que las tardes grises lo entristecían, sobre todo cuando se acordaba de su tía Alicia.

Alicia o Ali, como solían llamarle sus sobrinos era la hermana de su padre y no tenía hijos por lo que desde pequeños Andrei y sus hermanos la catalogaron como su segunda madre y es que ella había hecho muchos méritos a lo largo de los años para ganarse ese apodo, hasta que se fue de este mundo en un invierno triste... Triste como todos los inviernos en Chile.

Hernán se había levantado temprano para irse a trabajar, él salía un poco antes desde que habían puesto en arriendo el departamento que los había acompañado por años en Viña del Mar y se habían mudado a Valparaíso, específicamente al cerro Alegre ya que según Hernán, era el lugar donde debía vivir un artista. Un lugar con vista al mar donde podías sentir el ruido de las grúas y el sonido que hacían los barcos cuando se marchaban del puerto y emprendían su camino mar adentro por el Océano Pacífico que a decir verdad, a veces no lucía tan pacífico.

El pendejo se sentía como pez en el agua viviendo en el puerto y a menudo solía vagar por las calles, los cerros y esos negocios antiguos que lo inspiraban a seguir pintando... a seguir jugando.

Pero hoy era un día particularmente gris. Andrei había terminado hace poco una exposición y se habían vendido todas sus obras. Estaba feliz por eso, no podía quejarse y además estaba motivado ya que había incursionado en plasmar la figura humana, cosa que antes no era común en sus obras. Por suerte todo había salido de maravilla y tanto los críticos como sus mentores quedaron fascinados con su trabajo. Todo fluía pero el sentimiento de angustia se acrecentaba cada día más...

El castaño se levantó perezosamente de la cama para prepararse un café, el piso frío se sintió incómodo bajos sus pies, se encaminó al baño para darse una ducha corta y se vistió con un pantalón de buzo y una polera vieja. Hoy sería día de crear, aunque si lo pensaba bien, cualquier cosa que creara sería un poco gris.

El teléfono lo sacó de sus pensamientos, era Diego. Tuvieron una conversación corta donde Andrei le dio algunas indicaciones y luego se dedicó a la preparación de su café. Mientras revolvía aquella mezcla amarga de café de grano con un chorro de leche pensaba en algo. La próxima serie de obras se trataría de mujeres. El amor había inspirado gran parte de su obra, específicamente Hernán, sobre todo la última donde incluso el moreno le había servido de modelo pero sobre mujeres nunca había pintado...

Con el café en su mano se instaló en su estudio, en una silla que miraba hacia el mar donde siempre hacía sus bosquejos en la típica croquera que tenían todos los artistas. Las grúas trabajaban afanosamente mientras pensaba en una idea que hace rato rondaba en su cabeza. Había un bar en el puerto que pertenecía a unos amigos. De mañana el bar era un café literario y tenía una sala de exposición donde a menudo exponía algunas obras, aunque su agente le decía que no era necesario ya que él exponía muchas veces en grandes y prestigiosas galerías pero al castaño le encantaba la idea del arte al servicio y al alcance de todos. Sobre todo de estudiantes que era el público que habitualmente frecuentaba el lugar en el barrio puerto.

Andrei pensó en el baño de mujeres. Él quería montar una instalación*. A menudo sus amigas le comentaban varias anécdotas que habían sucedido dentro de un baño de mujeres. En el baño de minas pasaba siempre de todo, confesiones, peleas, pelambres, atraques, de todo.

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