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17. Provocación

-¿Qué ocurre?

La voz de Ricardo lo sacó de sus pensamientos. Lo miró con las cejas juntas y cierto miedo en la cara. No sabía cuándo había pasado. Y la emoción y el temor se mezclaban en su estómago provocando que su corazón latiera de prisa.

-Creo que estoy enamorado de Hernán. -Ricardo soltó una risita y se sentó en la cama junto a él. -¿Qué? ¿Qué pasa?

-Pasa que hace rato que me di cuenta.

Su hermano le dio una palmadita en la pierna y lo miró con suspicacia.

-¿Tan obvio soy?

-Todos somos obvios cuando nos enamoramos...

Andrei asintió en silencio, mirando la pelota que tenía entre las manos como si en ella estuvieran las respuestas a todas las dudas que pasaban por su cabeza.

-Tengo miedo, Richy. -Confesó por fin.

-¿Miedo de qué?

-De lo que siento por él... -Reconoció con un hilo de voz. -A lo fuerte que se están haciendo esos sentimientos.

-¿Y eso es malo?

-¡Sí! Sí lo es...

-¿Por qué?

-¿Qué pasa si... ¿Qué pasa si él no siente lo mismo? Preguntó angustiado. - ¿Qué pasa si nunca se atreve a blanquear lo nuestro y sólo soy el chico con el que pasar el rato?

-Andrei... -Su hermano le acarició el pelo intentando calmarlo. -Dejó a la novia por ti.

-Lo sé.

-Te preparó un cumpleaños que ni yo a Karin.

-Lo sé, pero...

-Mierda, Andrei, pero si hizo un trío con Álvaro sólo por volver a estar contigo.

El castaño soltó una carcajada ante la última frase desesperada de su hermano por convencerlo. Sí, Hernán había hecho todo eso y mucho más por él. Y una parte dentro suyo sabía con certeza que lo que sentía por él era recíproco, que ese rati hermoso también se estaba enamorando de él. Pero entonces los miedos taladraban su cabeza y le hacían angustiarse. No podía evitarlo.

-El amor nunca acaba bien. -Dijo como si eso zanjara el tema. -Sino mira a los viejos.

-Que entre los viejos las cosas no funcionaran no quiere decir que no exista el amor. Además ¿No eras tú el que se pasaba pintando esa frase de tu canción "Solo a ti" por todo valpo? Si hiciste eso en algún momento creíste en el amor no me vengas con weas. - Andrei era un niño cuando escribió la canción, pero sí, debía reconocer que esa parte romántica ya existía antes de Hernán. Antes de ese moreno hermoso que lo traía loco ya se había dado cuenta de lo maravilloso que sería amar y ser amado, como lo estaba sintiendo ahora mismo, aunque estuviera cagado de susto. Andrei esbozó una pequeña sonrisa al llegar a esa conclusión.

Andrei suspiró escuchando a Ricardo. Sabía que su hermano estaba en lo cierto, pero el temor seguía anclado a su estómago.

...

Hernán recogía la mesa con suma eficiencia intentando así distraerse de los continuos comentarios de su madre. Toda la comida se había pasado preguntándole por Pía María y buscando una explicación al por qué su hijo había puesto fin a esa relación. Hernán limpiaba el mantel de la mesa quitándole los restos de comida con un paño mojado y rodando los ojos cada vez que el nombre de su ex novia salía de la boca de su madre.

-Es que no lo entiendo, hijo. De verdad que no.

-Mamá, ya es suficiente... -Camilo le lanzó una mirada reprobatoria a su madre mientras se llevaba los platos sucios a la cocina. -Déjalo tranquilo.