𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮 𝟮: 𝘚𝘩𝘢𝘥𝘰𝘸𝘴

Prisión

Septiembre, año 2020

—Qué tal Jeremy —dije mientras me sentaba frente a él, con un vidrio separándonos.

—Hola, creí que ya no volverías —dijo Jeremy.

—La vida de un superhéroe no es nada fácil, traté de hace días, pero me fue imposible.

—Me imagino —hizo una pausa y preguntó—. ¿Cómo está mi mamá?

—Bueno, ha estado peor.

—No sabes cuánto deseo poder verla —comentó Jeremy.

—Pronto mejorará y podrá venir a verte, lo sé.

—Sé que siempre digo esto, pero en serio siento mucho lo que hice —dijo mi amigo con la mirada caída.

—Deja de pedir perdón, ya pasó casi año y medio, entiendo lo que pasó, y te perdono por completo.

—Lo sé, pero aun así me sigo sintiendo mal.

—Tú no necesitas que te perdone, necesitas perdonarte a ti mismo, Jeremy —dije con una cara muy seria.

—Pero no puedo hacerlo.

De repente se marcó un silencio incómodo en el lugar por unos segundos, ambos nos quedamos callados hasta que él me preguntó:

—Y cuéntame, Zack, como te va con esa chica, se llamaba Camila ¿verdad?

—Sí. Siempre hablamos en el trabajo.

—¿Ya la invitaste a salir?

Me quedé dubitativo un momento, pensado que decirle.

—No, aún no —dije un poco avergonzado.

—Amigo, la conoces desde hace varios meses y no le has dicho nada respecto a que te gusta ¿Qué está pasando contigo?

—Espero el momento ideal, relájate —respondí.

La sala se volvió a llenar con un silencio incómodo.

—Siempre quise preguntarte ¿por qué no escapas de este lugar? Tienes poderes, puedes usarlos, ¿por qué sigues aquí?

—No quiero huir, merezco estar encerrado, pagaré el precio por lo que hice —respondió Jeremy con decisión.

—Y ¿sigues practicando con tus poderes?

—No, pero hago ejercicio a veces, para distraerme.

—Bueno, con eso me basta —entonces revisé la hora de mi celular, vi que se me hacía tarde. Me levanté de mi silla y dije—: debo irme, casi empieza mi turno en el trabajo, solo pase para saludar.

—Claro, nos vemos, espero que vengas más seguido.

—No prometo nada, pero lo intentaré —de despedí de él mientras salía del cuarto, algo apresurado.

Mi hora de entrada al trabajo era a la 1:30 p.m. y ya eran las 2:15 p.m. si tenía suerte mi jefe no se daría cuenta; no es la primera vez que llego tarde así que más me valía tener suerte.

...

—Señor Damon, como imagino ya sabrá, el dueño de la empresa, el señor Alexander Myers fue asesinado hace 7 meses. Él no solo era el dueño de la corporación, sino que también muchas de las ideas de la empresa provenían de él. Desde su homicidio la empresa ha pasado por muchos bajones y ha estado a nada de quebrar —decía el sujeto de forma preocupante—. Usted ha sido uno de los mejores científicos que esta compañía ha tenido, laboratorios A.M.T espera grandes cosas de usted Andy, por esa razón no solo yo, sino todos mis compañeros esperamos que la propuesta que nos traiga hoy sea más que interesante.

—Bueno señor, primero que nada, gracias. Como sabrán, por un par de años he estado trabajando con alterados, basándome claro en la investigación del señor Myers, mi último gran trabajo fue replicar el gen Omega, desafortunadamente, se dio el cierre del proyecto «Energía Omega» por razones misteriosas.

—No se haga el inocente Andy, el proyecto fue cerrado porque irresponsablemente dejó que su hijo, Zack Damon, lo utilizara en una tarea, la cual hizo explotar un colegio, y sí, sabemos que gracias a ese experimento su hijo se convirtió en Omega.

Mi papá se quedó callado por unos instantes pensando que decir.

—Y aun así, eso no me detuvo de seguir con mis investigaciones, debido a la reciente aparición de alterados transformados en héroes y villanos por igual, pensé: y si llegamos a tal punto de que todos los alterados se revelan y nos esclavizan, no tendremos como frenarlos. Y por eso se me ocurrió crear esto —sacó entonces una pulsera de su maletín y la mostró a todos—, esta pulsera sirve para anular totalmente los poderes de los alterados.

Todos lo hombre de negocios que estaban frente a mi papá, se inclinaron un poco para ver de cerca la pulsera. Uno de ellos en eso preguntó:

—¿Qué usa este artefacto para anular los poderes?

—Señor, ¿eso realmente importa? La persona que escribe esto no tiene la más mínima idea de tecnología o ciencia y ¿quiere que explique eso? Además, estamos en un libro de superhéroes, la ciencia no necesita tener mucho sentido.

—Andy... Me convenció, mandáremos a producir cientos y se los venderemos a todas las cárceles del mundo, agarraremos a los alterados del cuello como si fueran nuestras perras, no sabrán por donde les llagamos —el tipo se puso de pie y gritó emocionado—. Andy, usted es un puto genio ¡Guau!