𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮 𝟮: 𝘚𝘩𝘢𝘥𝘰𝘸𝘴

Compañeros

Jeremy se encontraba en medio de la calle peleando contra cinco criminales al mismo tiempo. Los tipos estaban rodeando a Jeremy, haciendo un círculo alrededor de él.

—Escuchen idiotas, estoy rifando chingadazos, y ustedes tienen todos los boletos —dijo Jeremy intentando burlarse de los demás sujetos.

—Déjate de idioteces amigo, somos más que tú, no saldrás de esta con vida —comentó uno de los hombres.

Tres de los tipos tenían barras de metal para defenderse, pero los dos restantes tenían pistolas, y estos empezaron a apuntar a Jeremy.

Él se percató de esto y levantó ambas manos apuntando hacia estos dos tipos, cuando los hombres estaban por disparar, Jeremy les lanzó un potente haz de energía; ambos quedaron inconscientes en el suelo.

—Eres un infeliz —dijo uno de los tipos con la barra de metal.

Los tres hombres con los palos de metal se acercaron rápido a Jeremy para atacarlo, éste tardo un poco en reaccionar, así que termino recibiendo varios golpes. Por suerte, Jeremy posee al igual que yo, regeneración, así que por más daño que le hicieran, él se curaba.

Después de unos instantes de que lo estuvieran golpeando, Jeremy reaccionó y al tipo que tenía justo en frente le dio un gancho en el mentón. El tipo quedó desconcertado y muy lastimado, por lo que retrocedió y cayó al suelo.

Entonces Jeremy, más concentrado, le dio un codazo en la nariz al tipo que tenía atrás, todo esto mientras aún lo golpeaban, debido a la superfuerza, el hombre quedó con el tabique roto y cayó al suelo mientras se desangraba. Solo restaba un tipo, este dejó de golpear a Jeremy al ver lo que les hizo a sus compañeros y retrocedió un poco.

—Eres un maldito.

Entonces el tipo saco una especio de comunicador de su bolsillo y dio una señal: «ahora». Mientras volvía a guardar el comunicador, una camioneta blanca se empezó a acercar. Jeremy se asustó, e inconscientemente dio unos pasos hacia atrás.

—¿Ahora si estas asustado?

Jeremy no dijo nada y solo siguió observando. La camioneta se detuvo por detrás del tipo y cuatro hombres salieron con armas en mano, cada uno tenía un AK-47. Jeremy salió propulsado de allí con energía, y se fue a esconder detrás de un edificio.

—«Ay dios, no sé que hacer, jamás había enfrentado algo así. Tengo regeneración, pero eso no evitara que sienta dolor».

Los hombres estaban buscando a Jeremy por todos lados, y cuando lo encontraran tenían pensado matarlo. Pero entonces, una silueta se postró en el cielo y les dijo a todos:

—Vaya, vaya, vaya... Vaya. Pensé que los payasos como ustedes se quedaban en el circo.

—¿Qué es eso? —preguntó uno de los criminales mientras veía hacia el cielo.

—¿Quién es?

—Oigan muchachos, creo que es, Omega —afirmó uno.

Y ahí estaba yo, volando sobre esos tipos, viendo como después de que supieron quien era, me apuntaron con sus armas.

—Chicos, disparen a matar. Acaben con él —indicó uno de los sujetos.

Entonces todos me empezaron a disparar a la vez, y aunque sí sentía como las balas impactaban conmigo, no mostré reacción alguna, esto debido a la capa de kevlar de mi traje nuevo.

—¿Ya terminaron? —les cuestioné.

—Pero ¿cómo...? —dijo sorprendido el que dio la orden de disparar.

—Bueno, es mi turno.

Luego de decir eso, bajé al suelo y me paré justo en frente de los criminales, levanté mis manos, y empecé a disparar un potente haz de Energía Omega, asegurándome de darle a cada uno de ellos.

Se notaba que el traje potenciaba mis habilidades, ya que no solo quedaron inconscientes, sino que su ropa y piel quedaron quemadas y arrojando humo. En eso Jeremy salió de donde estaba escondido, y rápidamente vio que yo estaba ahí.

—¿Zack? ¿Eres tú? —me inquirió, no me reconoció rápido debido al nuevo traje.

—Así es, ¿Te gusta el nuevo uniforme?

—Sí, ese sí parece el traje de un superhéroe.

—Oye, ¿te estabas escondiendo detrás de ese edificio? —le pregunté.

—Bueno, jamás había enfrentado a tantos tipos a la vez, solo estaba ideando un plan.

—Sí, lo que tú digas amigo.

Entonces dos personas, una chica con un micrófono en mano y un hombre con una cámara apuntándonos, se nos acercaron.

—Hola, disculpa, tú eres Omega ¿verdad? El traje nuevo es increíble, podrías...

—Omega, vamos —me indicó Jeremy.

Yo asentí con la cabeza y ambos nos fuimos de allí, ignorando a la reportera, y así podríamos seguir hablando él y yo en paz.

Ambos volamos un poco y aterrizamos encima de un edificio, nos pusimos justo en el techo. Era un edificio de unas seis plantas. Él se sentó en el piso, y yo me quedé de pie.

—Me alegro de que hayas vuelto —me dijo Jeremy.

—Sí, pero no debiste ir a hablar con Camila.

—Perdón, no sabía que eras celoso —mencionó Jeremy riendo.

—No es por eso. Yo le conté que soy Omega, pero no debiste ir a hablarle para que me convenciera de regresar.

—¿Pero funcionó?

—Supongo que sí —hice una pequeña pausa y proseguí—. Cambiando de tema, deberías tener más cuidado, ya es la segunda vez que te salvo.

—Sí, sí, ¿pero eso es lo que hacen los compañeros no?

—¿Compañeros? —pregunté.

—Recuerdo que, después del accidente ambos nos volvimos héroes por un corto periodo, pero luego pasó lo de «Anti-Omega», y los dos sabemos cómo terminó eso. Pero ahora que salí de prisión, podemos ser héroes los dos, como lo planeamos desde le principio.

—Sí, Estoy acostumbrado a trabajar solo —dije, para enseguida estirar mi mano hacia él para que la estrecháramos, y decir—: pero me encantaría ser tu compañero.